Roier.
Pasada la gran noticia, acostamos a los niños y nos dirigimos a la otra habitación. En ella, Cellbit jaló mi cuerpo hacia atrás, haciendo que estampara contra el suyo.
Sentí su respiración en mi nuca, sabiendo lo que tenía en mente, ladee mi cuello, dándole total acceso.
El cenizo repartió besos por toda mi piel expuesta, apretando mi cintura y juntando nuestros cuerpos tanto como podía. Moví mis caderas generando una suave fricción, sentí su miembro comenzar a despertar.
—Estás jugando con fuego, guapito.
Gemí bajo cuando mordió mi piel, acariciando mi hombría por sobre la ropa.
—Entonces vamos a quemarnos.
Me di la vuelta, juntando desesperadamente nuestros labios, sus manos se colaron bajo mi camiseta, tirando de ella hacia arriba, nos separamos apenas unos centímetros para quitarla, volviendo a besarnos.
Su lengua exploraba el territorio conocido, a comparación de otras veces, ésta ocasión mordía y lamia mis labios.
Desabroché su camisa, quitándola con prisa y lanzándola al piso, comencé a retroceder, cayendo con cuidado sobre la cama. Cellbit se acomodó entre mis piernas, al mismo tiempo de yo desabrochaba mis pantalones y él los retiraba, comenzó un camino de besos desde mis piernas hasta mis muslos.
Jadeaba por aire, algo desesperado por los juegos, pelee con el botón de su pantalón, ganando una risa y haciendo que Cellbit los retirara junto con su ropa interior. Admiré su hermosa figura, los brazos tonificados y músculos marcados me exitaban demasiado. Acaricié sus brazos, permitiendo que él también acariciara mi cuerpo.
—Dejémonos de pinches juegos.
—Tranquilo, guapito.
Estiró la mano, abriendo un cajón de la mesa junto a la cama, sacó una botella de lubricantes y una tira de condones, alcé una ceja.
—Será una noche larga.
Diciendo eso, retiro mis bóxers con algo de brusquedad, abrí las piernas, sintiendo sus dedos acariciar mi entrada. Con manos temblorosas, abrí el lubricante, tomando su mano y vertiendo una cantidad considerable en sus dedos.
Uno a uno, fueron entrando en mi, expandiendo mi entrada y simulando leves embestidas, gemidos bajos salían de mis labios entreabiertos y mis caderas se movían en busca de más de las sensaciones placenteras.
Cellbit retiró sus dedos de pronto, tomando un condón para abrirlo, me senté en la cama teniendo una idea en mente. Frunció el ceño cuando le quite el paquete de las manos, también sentándose en la cama.
—¿Me dejas hacerlo a mi?—mi pregunta lo descolocó pero asintió. Baje de la cama, arrodillandome entre sus piernas, abrí el condón con los dedos y presioné la punta, acercandolo al miembro del cenizo solo lo puse sobre la cabeza.
Le dirigí una pequeña mirada antes de acercar mi rostro a su pene y meterlo en mi boca, extendiendo al mismo tiempo el condón. Escuché a Cellbit suspirar, me retiré y quedé parado frente a él.
Su rostro sonrojado y mirada llena de placer hicieron que un escalofrío me recorriera la espalda. Tomó mi cintura e hizo que me sentara en sus piernas.
—Ahora tú lo vas a hacer, quiero ver como de follas a ti mismo. Móntame, Roier.
El tono grave qué utilizó me calentó más, tome su erección, acariciandola un poco y alineandola, con movimientos lentos, me introduje yo mismo, moviendo mis caderas cuando sentí placer.
Pronto, estuve saltando sobre Cellbit, gimiendo su nombre y maldiciendo a veces. Él por su parte no se quedó atrás, embistiendo de vez en cuando.
Cuando estuve por llegar a mi clímax, los movimientos de ambos aumentaron, sabía que él también estaba cerca por como apretaba mi cintura y gemia. Terminamos juntos, fundiendonos en un placer que solo podíamos obtener del otro. Cellbit se dejó caer y yo caí sobre su cuerpo.
—Te amo.
—Te amo.
Dijimos a la par, riendo después por lo enamorados que sonamos, me levanté y retiré el condón, tirandolo al cesto de basura cerca de la cama. Cuando voltee, Cellbit ya tenía puesto otro condón, sería una noche larga. Larga y hermosa.
A la mañana siguiente, desperté algo adolorido y entumido, Cellbit estaba sobre mi. Lo desperté con besos y caricias en su cabello.
—No me quiero parar, me duelen las piernas.
Se quejó, rodé los ojos y le di un manotazo en el pecho, tratando de levantarme.
—Pero anoche bien que no querías parar.
Soltó una risita, poniéndose de pie y tomando mi mano para ir a bañarnos.
—Tu cuerpo me es adictivo, guapito.
Una vez bañados, fuimos a la cocina, Cellbit fue a despertar a los niños mientras yo cocinaba. El día fue muy alegre, siempre recibiendo besos o caricias de mi prometido. Los niños también estuvieron muy contentos, felices por ser una familia oficial pronto.
Regresamos a casa esa misma tarde, quería descansar, toda la emoción y esfuerzo físico estaban recayendo. Cuando llegamos, afuera estaban Rivers, Mariana y Quackity, sentados en el marco de la puerta.
Se levantaron muy apresurados cuando vieron estacionarse la camioneta. Todos bajamos y nos saludamos.
—Ay Men, te tenemos un chismesote, que no mames.
Cellbit pasó a mi lado, nalgueando mi trasero y robándome un casto beso. Mariana nos hizo burla pareciendo una ambulancia.
—Te gusta el Roier, mien—recalcó lo obvio, Cellbit soltó una risita.
—Me gusta mucho Roier.
Más burla se hicieron presentes, alcé la mano, empujando a Cellbit dentro de la casa, todo iba normal hasta que Quackity gritó muy agudo.
—¡NO MAMES! —todos lo vimos confundidos, eso hasta que apunto mi mano y supe porque gritaba.
—¡NO MAMES! —Rivers también gritó tomando mi mano y admirando el bonito anillo de compromiso en mi dedo.
Mariana lloró falsamente.
—¡Ay me!, ¡El Roiler se nos casa! —más gritos y felicitaciones se presentaron, así duraron unos minutos hasta que se calmaron un poco.
—¿Por qué no nos dijiste, mierda? —Mariana reprochó, chocando sus manos como si me golpeara—. Nosotros que somos tus compas, wey, nambre, que tristeza que seas así, wey.
—No mames, Mariana, ¿Como les voy a decir, wey?, ¡Obviamente yo no sabia!, ¡Pendejo! —una pequeña discusión empezó.
Cellbit salió de nuevo, ya acostumbrado a nuestros cambios abruptos de conversación, solo se colocó a mi lado, poniendo su mano en mi espalda baja y besando mi mejilla.
¡ME CASO, CABRONES!
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AHHHHHHHHH 😭😭 el final mi gente latino.
Obviamente no podía terminar esto sin una escena así bien intensa, quería hacerla más larga pero no le vi mucha necesidad.
De verdad, muchas gracias a todas las personitas que estuvieron por aquí, a aquellos que están desde el principio y se leyeron esta historia. De verdad no sabes cuanto se los agradezco de todo corazón.
Esta fue y será mi primer historia, así que me emociona muchísimo el terminarla, fue casi o lo fue por completo, un año de estar por aquí trabajando en este proyecto.
Al principio iba a ser muy corta, pero con el trascurso del tiempo y el apoyo que le brindaron, cambie un poquito la trama.
Solo nos falta el epílogo, en serio me emociona mucho que lo lean.
Siendo todo de mi parte, nos vemos en el epílogooo, byecitoooooo.
Los quiero mucho, mucho, cuídense y tapense que hace friesito.
-Incógnita 😭💕
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Un amor confuso | Guapoduo.
FanfictionRoier era un padre soltero con un pequeño a su cuidado, Bobby, los dos se verán envueltos en toda una aventura cuando al mudarse a un vecindario nuevo conocerán a Cellbit, un brasileño, siendo al igual que él, un padre soltero de un pequeño muy risu...