Capítulo 18:Problemas familiares.

184 24 0
                                    

Cellbit.

Estaba buscando una taza para servirme un café, fruncí el seño cuando no las vi en la gaveta que usualmente usaba para guardarlas, bueno, antes de que viviera con Roier. Abrí varios estantes, cajones y cualquier mueble en la cocina, encontrado que tomo estaba mal acomodado o simplemente no estaban en su lugar correspondiente.

Las cucharas para comer y los tenedores estaban revueltos en un mismo cajón, del fregadero colgaban unos trapos, en el refrigerador habían muchos toopers con comida, ¿Qué demonios?, desde cuando mi cocina era un desastre, me llegó la curiosidad y revisé la alacena, mala idea, estaba toda revuelta y mal acomodada, las especies deberían ir en la derecha para que puedas agarrarlas fácilmente mientras que cualquier otra cosa se acomodaba detrás o no iba ahí, tome varias respiraciones tratando de calmarme, salí de la cocina encontrando a los niños viendo la televisión, pasé de largo y entré al comedor, abrí el armario donde guardaba la vajilla y algunos alimentos enlatados, era igual o hasta peor, esto era el colmo, agarrando aire  di un fuerte grito.

-¡¡Roier!! -algo se cayó en la planta de arriba seguido de rápidas pisadas, vi al castaño oscuro entrar a la habitación algo agitado.

-¿Qué pasa, pendejo?, me asustas -tocó su pecho y tomó algunas respiraciones, mi semblante seguía siendo demasiado serio.

-¿Me podrías explicar por qué toda la cocina y el armario están así de desordenados? -inquirí alzando una ceja y cruzándome de brazos.

-¿Qué...? -se acercó a indagar sobre lo que hablaba-. Pues todo está en su lugar, no se que le ves de malo.

-¿Qué le veo de malo? -repetí entre cerrando los ojos, me giré y tome algunas cosas comenzando a ordenarlas donde deberían estar-. Para empezar esto no va aquí, esto va abajo, esto está sucio.

-Bueno, ¿Qué tu quieres todo super arreglado con una regla o que, cabrón? -se escuchaba enojado.

-No es que quiera todo super arreglado, es que todo tiene un lugar, cambiaste absolutamente toda la cocina, no me sorprendería que ahorita entre a mi oficina y este toda cambiada -me giré nuevamente en su dirección viéndolo fijamente, no estaba jugando y al parecer él tampoco.

-No digas mamadas, solo cambie algunas cosas, ade... -lo interrumpí.

-No lo niegues Roier, lo acabo de ver con mis propios ojos -lo tome de la muñeca y lo jalé conmigo mostrándole lo que decía.

Sin querer comenzamos a discutir, los niños en algún momento se acercaron y presenciaban la pelea en silencio, mirándose el uno al otro, habíamos alzado la vos.

-¡Bueno si tan perfecta quieres tu cocina!, ¡¿Por qué tu no cocinas, eh?!, ya me tienes hasta la madre con tus cosas, todo el día estas mamando con que, Roier esto y Roier aquello, oye no me chingues, bájale a tu puto carácter de mierda, cabrón -estaba rojo del enojo y respiraba pesado.

-¡A mi no me venas a decir que debo o no hacer, te recuerdo que esta no es tu cas, me escuchas! -me quedé con las palabras en la boca, no quería decir eso, él por su parte se congelo en su lugar, cerró la boca y bajó la mirada, se mordió el labio y se abrazó a sí mismo.

-Tienes razón, esta no es mi casa, lo siento, no debí cambiar de lugar tus cosas, ahora lo regreso a como estaba -siguió sin verme a la cara, su tono era bajo, caralho, la había cagado.

-No Ro... no quería... decir eso -intenté acercarme pero retrocedió un paso, al mismo tiempo que los niños se aferraban a su corto pantalón.

-Nosotros le ayudaremos pai -Richas habló distante, hasta los niños estaban de su lado.

Suspiré y salí de la cocina, entre a mi oficina y tome mi chaqueta y las llaves de la camioneta, cerré la puerta de un portazo, necesitaba despejar mi mente, el asunto de la amenaza me había estresado mucho y me desquité con él, entré a mi auto y me dejé caer en el asiento, recargué mi cabeza en el volante y suspiré fuertemente, encendí el motor y conduje sin un rumbo fijo.


Roier

Me sentía muy mal, hice que Cellbit se alterará y los niños presenciaron nuestra pelea, comenzaba a sentirme caliente, los brazos me volvieron a pesar y me dolía la cabeza, probablemente tuviera temperatura.

-Pa, no estés triste, ahorita te ayudamos a acomodar todo -Bobby me abrazó seguido de Richas, les correspondí refugiándome en sus pequeños bracitos, me transmitían una gran calma.  

-No te preocupes mijo, al rato lo ordenamos, ahora acompáñenme a tomarme la temperatura, me siento un poquito mal -los tomé de la manita y subimos a la que era mi habitación temporal.

Como lo suponía, tenía temperatura, me tomé unas pastillas que me habían recetado y la tarde los niños se la pasaron conmigo, cuidándome y jugando en el piso de la habitación, a pesar de tener mucho sueño no podía quedarme dormido, era lo malo de las pastillas.

Ese día en la noche cuando Cellbit llegó todo se torno tenso, no hablábamos y los niños solo interactuaban entre ellos, nos fuimos a dormir evitando completamente el tema.

Los días siguiente seguíamos sin hablarnos más de lo necesario, teníamos algunos enfrentamientos pero siempre él se iba y me ignoraba lo que restará del día, era muy frustrante, me había acostumbrado ha hablar con mi cenizo compañero todos los día, cuando los niños no estaban, todo era silencio, había veces que ponía música para tratar de relajar el ambiente y volver a la rutina.

-Este amor apasionado, anda todo alborotado... -empecé a cantar mientras barría la sala-. Y volver, volver, volverrrrrr, a tus brazos, otra vez, llegaré hasta donde estés, yo se volver, volver -me dejé llevar por la canción y tome el palo de la escoba como micrófono mientras sabía el tono de mi voz.

-Ro, ¿Puedes bajar un poco la voz?, trato de concentrarme -apareció el cenizo en la sala, me esperaba un grito o que simplemente apagará la bocina, eso me sorprendió.

-¿Escuche mal?, o don especialito ya le bajo -me burlé un poco alzando las cejas, él se rio por primera vez en días.

-Desculpe, si me deje levar -se mordió el labio, se veía dudo, se acercó un poco a mi, esta vez no retrocedí, dudo un poco pero al final me abrazo-. Perdóname Ro.

Sonreí en grande mi le correspondí, acurrucándome en su pecho.

-Claro que te perdono, Cellbo, también fue mi culpa -alcé mi cabeza dándome cuenta que estábamos muy cerca, me sonrojé y mordí mi labio inferior, se inclinó y dejó un sonoro beso en mi mejilla y me estrecho más en sus brazos.

-Nada fue tu culpa, yo fui el intenso -recargó su cabeza sobre la mía, me gusta las sensaciones que provocaba en mi cuerpo estar así con él, me sentía protegido y calmado, cerré mis ojos ante la comodidad.

Definitivamente empezaba a sentir cosas por el hombre que ahora mismo me abrazaba, eso me preocupaba un poco, no quería incomodarlo, tal vez él ni siquiera sienta lo mismo que yo, tal vez solo sería algo pasajero, no debía ilusionarme, él en ningún momento posible podría sentir algo más allá que una amistad por mi y eso me partía el corazón.


////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Me voy a pegar un tiro, otra vez se subió mal, ya no se si soy yo o estará bugueado algo por ahí 😭

Que fuerte wey, spoiler, se viene cositas entre este par.

Ojo con los detalles.

En fin, tomen awa, cuídense y toa la paranoia. Por cierto, gracias por las 3.5k de lecturas!!!!, me hacen muy feliz, espero que les siga gustando la historia, lqm.

-Incógnita.




Un amor confuso | Guapoduo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora