Capítulo 14: Accidente.

236 24 8
                                    


Cellbit.


Estaba muy asustado, lo único que podía escuchar eran las sirenas de los bomberos y la ambulancia que se llevaba a Roier hacia el hospital.

Sentía cuatro brazos aferrarse a mis piernas mientras desgarradores sollozos se escuchaban. Salí de mi pequeño shock cuando jalaron con más fuerza mi pantalón, bajé mi vista y vi a los dos pequeñitos que lloraban asustados, tenían sus ojitos hinchados y lágrimas corrían por sus mejillas, me agache a su altura y rápidamente se aferraron a mi cuello, los rodee con mis brazos como si mi vida dependiera de ello. Sin darme cuenta... también estaba llorando.

Todo paso demasiado rápido, en unos minutos ya estábamos todos sentados en la sala de espera del hospital central, no quería traer a los niños, pero estos se aferraron a querer venir, ahora estaban los dos sentados uno al lado del otro mientras sollozaban en silencio.

Yo estaba muy preocupado, Jaiden trataba de tranquilizarme al igual que Rivers, pero simplemente no podía, Roier acababa de entrar al quirófano.

Me paré de donde estaba sentado y comencé a caminar en círculos, me sentía ansioso y estaba temblando demasiado, con una de mis manos llevé mi cabello hacia atrás a la par que suspiraba muy frustrado.

Al poco rato llegaron Mariana y Quackity junto con sus parejas.

-¡¿Dónde está Roier?!, ¡Quiero verlo! -Quackity gritaba mientras lágrimas escurrían por sus mejillas, Luzu lo abrazó tratando de calmarlo mientras me veía asustado.

-Cellbit, ¿Qué paso? -suspiré, la verdad ni yo mismo lo sabía.


Roier.

Horas atrás...

Estaba terminando de hacer la comida cuando me hablo Richarlyson, me pidió que le alcanzará un vaso de agua, moví un poco la olla express para evitar que pasará algo no deseado, le dí el vaso y volví a moler los chiles en la licuadora. Estaba muy apurado, tenía muchas horas de retraso porque pasamos un rato al parque después de la escuela, no medí bien mis tiempos y ahora estaba todo frustrado tratando de hacer de comer en muy poco tiempo, no quería que los niños se mal pasarán.

Ya tenía todo preparado para guisar, solo faltaba la carne que estaba en la olla express, me ganó mi impaciencia y tome unos trapos para mojarlos con agua fría, puse los trapos sobre la tapa y esperé un poco, los pequeños llegaron corriendo mientras extendían unas hojas en mi dirección.

-Apa, ¡Mira! -Bobby me paso los dibujos de ambos, eran unos muy graciosos, en uno aparecía yo como un príncipe y en el otro era Cellbit como un vampiro.

-Están muy bonitos, déjenmelos aquí y ahorita los pegamos en el refri, ahora váyanse para allá que esta aquí prendido -les di unos  pequeños empujoncitos y salieron entre risas de la cocina.

Dejé las hojas a un lado de la estufa y retiré los trapos que ahora estaban calientes de la tapa, los puse a un lado y giré la manija de la olla express.

Gran error, se escuchó un gran estruendo seguido de un grito, la tapadera de la olla salió volando junto con el contenido de la misma, a mi me calló gran parte del agua hirviendo, la mayoría en mis brazos pecho y abdomen, de milagro ni me salpicó en la cara. Después pareció que todo pasó en cámara lenta, me sentía algo sordo, me alejé un poco de la estufa y vi como llegaban los niños corriendo, les dije que llamaran a Cellbit y que viniera rápido, ellos empezaron a llorar, trate de tranquilizarlos, pero si los abrazaba, temía que también se quemarán con mi ropa o algo.

Un amor confuso | Guapoduo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora