Capítulo 16: Día de curación.

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Roier.


Me despertaron las risas de los niños, al parecer ya se estaban preparando para ir a la escuela. Me incorporé lentamente en la cama, las heridas me dolían bastante, los doctores dijeron que podría ser algo normal durante los primeros días, pero eso no quita el hecho de que sea molesto. Intente ponerme de pie, pero un dolor punzante en mi tobillo de lo impidió, era cierto, ayer, como todavía traía el efecto de los analgésicos no me causó el mínimo dolor al caminar. Suspiré irritado, justo después la puerta fue abierta por los niños seguidos de Rivers.

-Buenas Doied, ¿Cómo te sientes tripón? -los niños subieron a la cama y me abrazaron, sonreí y correspondí el gesto dejando varios besitos en sus cabezas.

-Hola Diverds -imité el acento que teníamos de broma ella y yo-. No me puedo quejar, aunque me siento hecho mierda -reí un poco junto con mi amiga, quien también se sentó en la cama.

-Supongo que es normal, pero cabrón, haber si para la próxima tienes más cuidad, ¿Dónde quedo la eminencia de la paciencia? -se burló un poco picándome las costillas.

-La eminencia se fue de vacaciones después de cuidar dos chamacos revoltosos después del trabajo, no mames, el pinche Luzu se pasa de verga -me quejé resoplando mientras los niños reían, sabía que les causa gracia el como hablaba.

-Por cierto pa -mi niño llamó mi atención mientras bajaban los dos de la cama-. El tío Cellbit dijo que no salieras de la cama por ahora, que iba a "hacer" el desayuno para que pudieras tomar tus pastillas -Richarlyson asintió haciendo segunda a su amigo.

-Esta bien, de todas maneras no me puedo parar -me encogí de hombros-. ¿Ya se van a la escuela?

-Sim, tío Roier, también veníamos a despedirnos -el de rizos se acercó nuevamente junto con Bobby y me abrazaron, los rodee con mis brazos y repartí muchos besos en sus caritas, ganándome risas de su parte.

-Muy bien pues, pórtense bien y entreguen su tarea -los solté y salieron corriendo del cuarto.

-Bueno, vengo al rato a dejarlos, cuídate Ro -Rivers se paró de la cama y me abrazó con cuidado, correspondí igualmente con una sonrisa en mis labios.

-¿Cómo?, ¿Cellbit no los va a ir a dejar? -la rubia estaba por contestarme cuando entró en la habitación el antes mencionado con una bandeja, donde suponía yo, traía mi desayuno.

-Le pedí a Rivers que llevará y trajera a los niños mientras tú estas así -respondió mi duda al mismo tiempo que dejaba la charola sobre mis piernas-. No puedes quedarte solo Ro.

-Bueno, yo me voy, sino se nos hará tarde, adiós chicos -huyó de mi regaño mi amiga rubia sacudiendo la mano.

-Cellbit, ya te lo dije ayer, estoy bien, además ¿Piensas estar todos estos días en casa? -interrogué dándole un mordisco a el pan tostado que había traído-. ¿Y tu trabajo?

-Sim, voy a cuidarte y encargarme de ti -extendió el bote de las pastillas, las cuales enseguida tome-. Y mi trabajo no en excusa ni nada, puedo trabajar perfectamente desde aquí.

-Pero no soy un niño chiquito para que me estén cuidando todo el día, probablemente ni siquiera me dejes hacer nada con lo protector y terco que eres -defendí mi postura, me parecía algo innecesario y absurdo.

-Nao insista Roier, no voy a ceder -se sentó frente a mi-. Y por favor entiende que es por tu bien, no quiero que te lastimes más o te pase algo -acarició mi mejilla con su mano derecha, cosa que me hizo sonrojarme.

-Solo no seas tan exagerado, ¿Si?, me gusta hacer las cosas por mi mismo -desvié la mirada concentrándome en mi desayuno, escuche una risita por su parte.

-Bien, ahora apúrate a desayunar para que lavemos esas quemaduras -se paró de su lugar yendo al baño a preparar lo que supongo utilizaríamos para lavar mis heridas.

Cuando terminé de desayunar quite las cobijas que cubrían mi cuerpo e intenté ponerme de pie, el dolor seguía ahí pero era soportable, Cellbit salió del baño y me ayudo a ponerme mejor de pie, dejando que mi peso cayera sobre él, rodeo mi cintura con uno de sus brazos y con su mano izquierda tomo la mía cayendo mi peso sobre él.

Una vez estuvimos en el baño, me sentó en un pequeño banquito, abrió la llave del lavabo y mojó un trapo, sacando algunas gasas, jabón especial que nos dieron en el hospital y unas pomadas.

-Ro, necesito que te quites tu camisa -mencionó mientras mojaba unos cuantos trapos más, me volví a sonrojar y suspire.

-¿Es necesario? -no era porque me sintiera incomodo, sino que me daba algo de vergüenza estar así con él.

-De otra manera no podré limpiarte las que tienes ahí y te será incómodo el agua -se volteo hacia mí, hincándose a mi altura.

-Esta bien -suspire y alcé los brazos, los tenía algo adoloridos y los sentía pesados. El fue subiendo poco a poco mi camisa, bueno, su camisa hasta que la sacó por completo.

Después de eso, con ayuda de los trapos que había mojado fue retirando las gasas, limpió con el jabón mis heridas teniendo mucho cuidado, yo hacía algunas muecas por el dolor y lo raro que se sentía, había veces en las que soltaba pequeños jadeos o mini grititos, fue uno en especial, la más grande que tenía en el brazo izquierdo, presionó para que se despegara la venda y una gran punzada me recorrió todo el brazo, tuve que agarrarme de Cellbit para que no me cayera, siguió limpiando la zona, me dolía bastante esa en específico, todo el rato estuve apretando su brazo, hasta lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.

-Lo siento Ro, pero si no lo hago se va a infectar -su voz se escuchaba preocupada.

-No... importa... tu sigue -suspiré apretando los ojos al mismo tiempo que su brazo, respiraba con dificultad y las lágrimas salían sin control alguno.

Cuando terminó mi martirio, untó con extremo cuidado y casi sin rozar mi piel las pomadas que me recetaron, según para la rápida curación y que cicatrizará bien, limpió y tiró todo lo que había ocupado, después me abrazo tratando de consolarme ya que seguía sollozando, repartió algunas caricias en mi espalda y me dio un beso en la frente, perecía que se le estaba haciendo costumbre eso del beso en la frente, no me lo estaba en lo absoluto, al contrario, diría que hasta lo esperaba y disfrutaba, quería seguir recibiendo esa clase de atención por su parte.




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Holaaaaa, nuevo capítulo aquí, espero que les esté gustando el rumbo de la historia.

De ante mano le quiero agradecer por los votos y sus lecturas <3

Como lo mencioné en actualizaciones pasadas, estoy trabajando en una segunda historia, quiero compartirles la sinopsis, para que cuando lo publique vayan a leerlo, espero que al menos a algunos los deje picados :P

Roier era un vampiro joven y muy codiciado, de una gran y popular familia "Los De Luque", un chico misterioso para muchos pero de buen corazón.

Cellbit, un vampiro príncipe, guapo y elegante, tiene un gran talento para componer canciones y tocar instrumentos; su familia "Los Lange" es una de las más importantes del condado. Cuando ambas familias son invitadas a una gran celebración, sus caminos se ven cruzados y entrelazados sin buscarlo ni pedirlo.

El amor es eterno, al igual que la vida de dos almas que están destinadas a estar juntas.

Espero que que les llame la atención, para mi será un gusto verlos por ahí en unos días.

Eso sería todo por ahora, disfruten sus vacaciones quienes las tengan, recuerden tomar agua y ser felices, byecitooooo o/

- Incógnita.




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