Mientras planificaban la fiesta, Max miró a Elettra y sonrió con picardía.
—Oye, ¿alguna vez pensaste en abrirte Instagram o Twitter? —preguntó.
Elettra lo miró, desconcertada.
—¿Para qué? No me interesa compartir mi vida con el mundo —respondió, cruzándose de brazos.
—No tienes que hacerlo —dijo Max—. Pero podrías seguir cosas que te interesen, mantenerte conectada. Las redes no son solo selfies, también puedes usarlas para expresarte o estar al día con lo que pasa. Además, podría ser un espacio solo para ti.
Alec intervino con una sonrisa.
—O para lanzar tus comentarios sarcásticos. Serías la reina en Twitter.
Elettra sonrió, aunque dudosa.
—No lo sé... no soy buena en eso.
—No pierdes nada con probar. Si no te gusta, lo dejas —insistió Max.
Finalmente, Elettra cedió, riéndose.
—Está bien, lo intentaré. Pero si no me gusta, adiós.
Max alzó las manos, satisfecho.
—¡Perfecto! No te arrepentirás.
Alec añadió, divertido:
—Y prepárate para tus clases de selfies.
La noche de la fiesta llegó más rápido de lo que esperaban, y el "trío de diamante" estaba listo para hacerla inolvidable. Elettra, Max y Alec habían puesto todo su empeño en los detalles: luces de neón colgaban por todo el lugar, la música vibraba con fuerza y la casa estaba llena de amigos y conocidos. Era la primera vez en mucho tiempo que todos parecían relajados, dejando a un lado los problemas y la tensión que habían marcado los últimos meses.
Elettra, de pie junto a la barra improvisada, observaba la escena con una ligera sonrisa. No recordaba la última vez que se había permitido disfrutar de una noche así. Max y Alec estaban a su lado, sirviendo tragos y bromeando con los invitados.
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𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher
General Fiction¿Que pasara en la vida de los gallaghers si una nueva Milkovich aparece? ...