La noticia de que Elettra podría no sobrevivir cayó como una bomba sobre todos los que la conocían. Cada uno de ellos, en su propio mundo, tuvo que lidiar con la posibilidad de perderla. Y lo que siguió fue una serie de crisis que revelaron lo profundo que Elettra estaba conectada con ellos, aunque muchos no se habían dado cuenta hasta ese momento.
Lip
Lip estaba en el garaje cuando recibió la llamada de Carl. Al principio pensó que era otra pelea de las muchas que siempre ocurrían en la familia, pero cuando escuchó la voz quebrada de su hermano, su corazón se hundió.
—Lip, Elettra está en el hospital... el doctor dice que puede que no sobreviva.
El teléfono casi se le cayó de las manos. Lip salió de inmediato, sin pensar, subiendo a su moto y conduciendo como si el viento mismo lo empujara. Al llegar al hospital, vio las caras sombrías de todos los que estaban allí. Lip no sabía cómo reaccionar. Había pasado por tantas crisis en su vida, pero esta... esta era diferente. Elettra había sido un muy buena amiga para él en momentos en que se sentía perdido.
Lip comenzó a caminar de un lado a otro en la sala de espera, su mente y corazón luchando por asimilar lo que Carl le había dicho. Sintió una rabia profunda brotar dentro de él, como una ola que amenazaba con romperlo. Primero con él mismo, por no haber estado ahí para ayudar a Elettra. Después, con el mundo, por siempre ponerle en situaciones que lo hacían sentir impotente.
Finalmente, golpeó una de las paredes con el puño cerrado, sin importarle el dolor. La desesperación lo invadía. Se sentó en una esquina, con la cabeza entre las manos, tratando de no perder el control.
—No puede ser... no puede ser que también la pierda... —susurró para sí mismo, recordando las veces que Elettra lo había animado a seguir adelante.
Carl
Carl, por otro lado, estaba en estado de shock. Había sido él quien había recibido el video de Cassidy y él quien había llevado a la policía, pero nada de eso le daba consuelo. Su mente no paraba de reproducir el momento en que vio a Elettra lanzarse desde la torre del reloj. Su cuerpo, suspendido en el aire por un segundo que le pareció eterno.
Se había culpado inmediatamente. Mientras esperaba en el hospital, Carl comenzó a caminar en círculos, sintiéndose como si estuviera atrapado en una prisión invisible. No podía respirar bien, y su pecho se sentía como si estuviera a punto de estallar. Las palabras del doctor resonaban en su cabeza.
Finalmente, se dejó caer en una silla, con las manos temblorosas. No sabía cómo iba a lidiar con la pérdida si Elettra no sobrevivía. Había sentido cosas por ella que nunca antes había sentido por nadie. Y ahora, estaba al borde de perderla. El peso de la culpa y la impotencia se cernía sobre él como una nube negra.
—Si ella no sobrevive... yo tampoco podré seguir —murmuró entre dientes, mirando el suelo.
Max
Max estaba sola cuando recibió la noticia. Alec fue quien la llamó, y aunque Max siempre había sido la más centrada de los tres, esta vez no pudo mantener la calma. Elettra era parte de su vida desde mucho tiempo, alguien que la había desafiado y sorprendido. La idea de que podría perderla la rompió de maneras que no esperaba.
Su primera reacción fue el silencio, un profundo y oscuro vacío en su pecho. Después, vino la rabia. Golpeó su escritorio, lanzando objetos al suelo, tratando de desahogar la frustración. "¡No puede ser! ¡No puede ser!" gritó mientras rompía uno de los libros que tenía en la mano.
Se sentó en el suelo, respirando con dificultad, con las lágrimas al borde de salir. No era alguien que mostrara sus emociones fácilmente, pero ahora no podía contenerlas. Elettra había logrado acercarse a ella como nadie antes, y ahora la posibilidad de perderla la desmoronaba por dentro. "Ella tiene que sobrevivir... tiene que hacerlo", pensó, tratando de aferrarse a la esperanza.
Alec
Alec no estaba mucho mejor. Había intentado ser el fuerte para Max, Porque lo peor de todo era que tenía miedo de no poder contarle de su relación con Max ahora. Pero por dentro estaba en pedazos. Elettra había sido una presencia constante en su vida, alguien en quien podía confiar, y ahora estaba al borde de la muerte. La noticia le cayó como una puñalada en el pecho, dejándolo sin aire.
—¿Cómo es que llegamos a esto? —murmuró para sí mismo mientras salía a tomar aire.
Se alejó de la multitud y se apoyó contra una pared, tratando de procesar lo que sentía. Las lágrimas no tardaron en llegar. Había mantenido las apariencias frente a Max, pero la realidad era que estaba aterrorizado. La idea de perder a Elettra le provocaba un vacío en el estómago que no sabía cómo manejar.
Ashtray
Ashtray había recibido la noticia de forma indirecta, pero tan pronto como escuchó lo que había sucedido, dejó todo lo que estaba haciendo. Su entrenamiento con Elettra había sido más que solo una rutina física; habían formado un vínculo que era casi imposible de describir. Ella le había enseñado italiano, él le había enseñado boxeo, pero lo que más le importaba era la conexión que habían desarrollado, casi como si fueran hermanos en armas.
Cuando llegó al hospital, vio las caras sombrías de todos, pero se mantuvo en silencio. No era alguien que mostrara fácilmente sus emociones. Se apartó un poco, apoyándose contra una pared, cruzando los brazos mientras la tensión se acumulaba dentro de él.
Ashtray estaba furioso, no solo con Cassidy, sino con la situación en sí. Estaba cansado de perder personas cercanas, y Elettra era alguien que no podía permitirse perder. Apretó los puños, conteniendo las lágrimas, y respiró profundamente.
—Maldita sea, Elettra... no te atrevas a dejarme —susurró, más para sí mismo que para nadie más.
### El silencio que siguió
La sala de espera del hospital era un reflejo de la tensión que todos sentían. Lip, Carl, Max, Alec y Ashtray estaban allí, cada uno lidiando con la posible pérdida de Elettra de maneras distintas. No había palabras que pudieran aliviar el dolor que sentían, solo una profunda desesperación que los unía en ese momento. Cada minuto que pasaba era una tortura, y las horas parecían eternas.
El tiempo no era su amigo, y la única esperanza que les quedaba era que Elettra, en su fuerza imparable, lograra superar lo imposible una vez más.
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𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher
Fiction générale¿Que pasara en la vida de los gallaghers si una nueva Milkovich aparece? ...