Carl y yo estábamos recostados viendo una película, sumidos en el silencio cómodo que solo nosotros podíamos compartir. No era la primera vez que nuestros besos se entrelazaban con momentos así, pero esta noche algo se sentía distinto. Llevaba una mini falda negra de tela lisa, un sostén de encaje negro con un moño en el medio de adorno, una camisa de botones elegante y transparente, y mis botas altas hasta la rodilla. Había venido directamente de una reunión con las Serpientes, por eso iba tan arreglada. Carl no dejaba de mirarme de esa manera que me hacía sentir deseada, y nos besábamos lentamente, disfrutando de nuestro pequeño refugio lejos del caos.
De repente, un golpe fuerte resonó en la puerta, interrumpiendo el momento. Carl fue a abrir, pero cuando escuché un segundo golpe más fuerte, me levanté de inmediato, instintivamente.
Chico: "Robaste mi recomendación a West Point, el congresista me lo prometió y me lo quitaste."
Carl: "Tú me rompiste la nariz."
Elettra: "¿Que él hizo qué?" – pregunté, un tanto confundida y con el ceño fruncido.
Carl: "¿Y ese es mi problema?" – dijo Carl, cruzándose de brazos y manteniendo una postura desafiante.
El chico, con una expresión de rabia, sacó un guante y lo golpeó en la cara.
Carl: "¡Qué carajo! Deja de golpearme."
Chico: "Lucharé contigo, un duelo a muerte si es necesario. Te reto, y tú eliges las armas."
Carl: "¿Qué carajos es un duelo?"
Chico: "Honor a nuestra nación. En las bodegas mañana por la tarde, el que sobreviva tendrá la recomendación."
Carl cerró la puerta bruscamente, y cuando lo hizo, lo miré con una sonrisa tímida, pero divertida.
Más tarde, le curé la nariz mientras él se quejaba un poco, aunque intentábamos retomar la normalidad. Volvimos a la película, pero estábamos algo sacados de lugar. Luego decidió salir a ver a alguien importante, así que me fui a casa, pero sabía que no iba a dejarlo solo en esa locura del duelo.
Al día siguiente, llegué a las bodegas solo para acompañarlo, aunque me parecía una completa tontería. Sabía que era su sueño, así que no lo iba a dejar solo. Encendí un cigarro mientras observaba la situación con atención. Llevaba mi arma, por si acaso. Después de todo, el chico era un niñito rico, no esperaba mucho de él, pero parecía asustado.
Chico: "Después de 20 pasos, giramos y disparamos."
Carl: "De acuerdo."
Chico: "De espaldas, lo vi en una película."
Bufé con una mezcla de incredulidad y diversión mientras ellos comenzaban a caminar de manera dramática, como si esto fuera más una actuación que un enfrentamiento real. Cuando llegaron al paso 20 y se giraron, lo inesperado sucedió. El chico se disparó a sí mismo en la pierna.
Elettra: "¿Qué mierda? ¿Sabes siquiera usar un arma?"
Carl: "¿Por qué carajos hiciste eso?"
Chico: "¡No quiero ir a West Point! Es todo por mi padre. ¡Ah!" – gimoteaba el chico, con lágrimas asomando en sus ojos.
Chico: "¡Dispara! ¡Dispara para que no tenga que ir a esa estúpida escuela!"
Carl: "No voy a hacer eso."
Elettra: "Lo hago yo, si quieres."
El chico, desesperado, comenzó a recitar poemas, aparentemente para molestar a Carl, hasta que logró colmar su paciencia.
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𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher
Ficção Geral¿Que pasara en la vida de los gallaghers si una nueva Milkovich aparece? ...