𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher

Parte 2

Después de que Carl hablara con Elettra, los Gallagher decidieron explorar la fiesta, dejándose llevar por la energía y el ambiente vibrante que los rodeaba. La música pulsaba a todo volumen, y el aroma de la adrenalina se sentía en el aire.

Fiona, sintiéndose un poco más relajada después de ver a Elettra y Carl interactuar, miró a sus hermanos y dijo:
—Vamos a hacer esto interesante. ¿Qué tal si encontramos algo de diversión?

Lip, siempre con una sonrisa traviesa, asintió.
—Claro, ¿qué tal una ronda de tragos? No puedo resistirme a una fiesta de Elettra.

Debbie, entusiasmada, se unió a ellos.
—Y podríamos hacer un juego de beber. ¡Eso siempre es divertido!

Ian, que siempre estaba un poco más consciente de las cosas, decidió unirse también, aunque un poco reticente.
—Vale, pero no se pasen. No quiero que nos metan en problemas.

Mientras tanto, los tres se dirigieron a la barra improvisada donde había una variedad de bebidas. Max, que se encargaba de mezclar los tragos, los vio acercarse y sonrió.
—¿Listos para una buena noche? ¡Apostamos a que no pueden resistirse a probar esta mezcla especial!

Los Gallagher intercambiaron miradas emocionadas.
—¡Desafío aceptado! —gritó Lip, mientras Fiona se reía.

Mientras se preparaban los tragos, comenzaron a hablar entre ellos sobre lo que había sucedido con Elettra y Carl.
—Creo que Carl realmente está empezando a entender a Elettra —dijo Fiona, mientras levantaba su vaso.

—Sí, pero ¿qué tal si se vuelve demasiado serio? —comentó Debbie, un poco preocupada.

Lip sacudió la cabeza.
—Nah, a Elettra le gusta la emoción, y Carl no es tan protector como solía ser. Solo hay que dejar que las cosas fluyan.

Con sus tragos listos, los Gallagher hicieron un brindis.
—Por la diversión y la libertad —dijo Fiona, levantando su vaso con determinación.

Después de unas rondas de tragos y risas, el ambiente se volvió aún más animado. Alec había organizado un pequeño juego de carreras en el patio trasero, y los Gallagher se unieron rápidamente a la acción.
—¡Vamos! ¡Que empiece la competencia! —gritó Alec, y todos corrieron hacia la línea de salida.

Las risas llenaban el aire mientras se preparaban para la carrera. Debbie y Ian se miraron desafiantes.
—¿Listo para perder? —le dijo Debbie, mientras Ian reía y se preparaba para correr.

Cuando la carrera comenzó, el caos reinó. Los Gallagher corrieron con todas sus fuerzas, riendo y gritando, mientras la multitud los animaba. Fiona se sorprendió de lo rápido que podía correr, mientras Lip hacía bromas sobre las habilidades de sus hermanos.

Después de la carrera, con el aliento agitado, todos se reunieron de nuevo.
—Esto es lo mejor que hemos hecho en semanas —dijo Ian, sonriendo.

Fiona se dio cuenta de que, a pesar de sus preocupaciones por Elettra, había algo liberador en el ambiente.
—Sí, esto es lo que necesitábamos —agregó.

Mientras tanto, Elettra y Carl observaban desde un rincón, riendo al ver a los Gallagher en acción.
—¿Crees que algún día se calmarán? —preguntó Elettra, sonriendo mientras miraba a la familia.

Carl se encogió de hombros, riendo.
—No, y eso es lo que los hace geniales. Pero me alegra que estés aquí, disfrutando de esto.

En medio de la fiesta, la tensión y la emoción se intensificaron cuando las Serpientes, la pandilla a la que Elettra pertenecía, hizo su entrada triunfal. Jughead, con su característica mirada despreocupada, lideró el grupo, seguido de  Ashtray, que tenía una actitud más intensa, y  Sweet Pea, que siempre estaba listo para una buena pelea. Cheryl, con su aura imponente, cerró la marcha, mostrando que no era alguien a quien se pudiera ignorar.

Los Gallagher, que ya estaban disfrutando de la fiesta, se sintieron intrigados por la llegada de las Serpientes. Fiona, observando a su alrededor, notó cómo el ambiente cambiaba. 
—Parece que la fiesta se acaba de poner aún más interesante —dijo, sonriendo mientras se dirigía hacia donde estaban las Serpientes.

Lip, siempre curioso, siguió a su hermana. 
—¿Y qué tal si les preguntamos si quieren unirse a nuestra próxima carrera? —sugirió, con una chispa en los ojos.

Ian y Debbie los siguieron, sintiendo que este encuentro podría ser clave para el futuro de Elettra. Mientras se acercaban, Elettra se dio cuenta de que sus amigos habían llegado y se unió a ellos.

—¡Hey, Elettra! —gritó Jughead, moviendo la mano con entusiasmo—. ¿Estás lista para una buena noche?

Elettra sonrió, feliz de ver a sus amigos de las Serpientes. 
—Siempre. ¿Qué traen de nuevo?

Ashtray, que había estado observando la dinámica, se acercó y le dijo: 
—Escuchamos que ha habido algunas carreras y peleas. ¿Listos para un poco de acción?

Sweet Pea se rió. 
—Siempre hay lugar para más caos. ¿Qué tal si hacemos una competencia de carreras? Serpientes contra Gallagher. ¡Eso sí que sería emocionante!

Fiona levantó una ceja, sintiendo la adrenalina en el aire. 
—¿Y qué hay de las apuestas? —preguntó, disfrutando de la idea de un buen desafío.

Jughead asintió, entusiasmado. 
—Claro, pongamos algunos coches en la mesa y que gane el mejor.

El ambiente se volvió electrizante. Los Gallagher y las Serpientes se sintieron unidos en ese momento, dispuestos a desafiarse mutuamente, pero también a disfrutar de la noche.

—Esto podría ser una buena oportunidad para conocernos mejor —dijo Cheryl, mirando a Fiona con interés—. Siempre he escuchado historias sobre ustedes.

Fiona sonrió, sintiendo que podría haber una conexión allí. 
—Bueno, estamos aquí para divertirnos. ¿Qué dices? ¿Te unes a nosotros?

Mientras se reían y hacían planes para la carrera, la tensión inicial se disipó, dando paso a una atmósfera de camaradería y competencia amistosa. La fiesta seguía creciendo en energía, y los Gallagher sabían que este encuentro podría abrir nuevas puertas y conexiones.

Lip, sintiendo la adrenalina, se volvió hacia Carl. 
—Esto es genial. Elettra y tú deben estar en el centro de esto. ¡Vamos a hacer que todos hablen de nosotros!

Carl, aunque todavía un poco nervioso por su relación con Elettra, no pudo evitar sonreír. 
—Sí, esto va a ser épico.

Con el espíritu de competencia en el aire y el deseo de celebrar la vida y la amistad, la fiesta continuó, convirtiéndose en una noche memorable para todos, donde las Serpientes y los Gallagher finalmente se unieron como una sola familia en medio del caos y la emoción de la juventud.