𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher

Despedida

ELETTRA

Salí con Carl porque me pidió ayuda con algo. Al parecer, tuvo una pelea con Dom. Ella lo había acusado de haberle pegado gonorrea, pero resultó ser mentira. Ella la había contraído de otro chico. Después de descubrir la verdad, Dominik le pidió perdón, y Carl estaba pensando si debía perdonarla. Me llamó para tener una opinión femenina.

Elettra: "Me parece una estupidez. Ninguna mujer es infiel a alguien que realmente quiere, y lo digo muy en serio."

Un auto frenó cerca de nosotros, interrumpiendo nuestra conversación. Era Luther, el padre de Dominik.

Luther: "Suban."

Carl se tensó.

Carl: "No, si no promete que no nos va a golpear."

Luther: "Sube."

Sin más opción, nos subimos al auto. Llegamos a una casa, y al entrar, vimos a Dominik en las piernas de un chico, con una cerveza en la mano. En cuanto vio la patrulla, se sentó rápidamente y ocultó la cerveza detrás de su espalda.

Luther: "Carl, te presento al idiota. Idiota, te presento a Carl." Su tono estaba cargado de sarcasmo. Nos dejó a solas para que "habláramos".

El chico miró a Carl con una sonrisa burlona.

Chico: "¿Carl? ¿Eres el que se operó la cosa? ¡Dios, jamás dejaría que me acercaran un cuchillo!"

Mi paciencia se agotó. Saqué mi navaja, una advertencia silenciosa pero clara. El chico, asustado, desvió la mirada.

Carl: "¿No tienes circuncisión?"

Chico: "Eh... no."

Dominik intervino, su tono lleno de arrogancia.

Dominik: "Ya no me importa."

Acariciaba al chico sin el menor reparo. Carl sonrió con desprecio.

Carl: "¿Sabes que tiene gonorrea, verdad?"

El chico palideció. Sin decir más, corrió hacia su casa, completamente asustado. No pude evitar sonreír, satisfecha con el resultado.
Luego de eso agarre la cerveza del chico y se la tiré encima a Dominik, empapándola por completo.

,. Elettra: "¿Cuál es el problema ahora?
¡puta!" Bromeé con sarcasmo y superioridad

Nos subimos de nuevo a la patrulla. Carl me miraba con una sonrisa torcida.

Carl: "De verdad, ya no me importa."

Quise cambiar el ambiente.

Elettra: "¿Me acompañan a mi clase de ballet? No tardaré, lo prometo."

Hice un puchero, y después de insistir, Luther terminó aceptando. Al llegar al estudio, me cambié rápidamente. Tenía una clase corta, solo para repasar mi solo para la competencia. Sentía la mirada de Carl sobre mí mientras practicaba. Después de repetirlo cuatro veces, finalmente salió perfecto, aunque la parte final, la más complicada, aún necesitaba más trabajo.

Cuando terminé, me despedí rápidamente y me fui a casa para cambiarme. Esa noche, me reuniría con las serpientes.

CARL

No podía evitarlo. Cada vez que la miraba, me perdía en ella. Era increíble, y lo más loco era que pensé que Dominik podría ayudarme a olvidarla. Pero no fue así. Cada día, Elettra me fascinaba más.

Luther: "¿Quieres un consejo? Ella es buena chica. No la dejes ir. Como mi hija hay muchas, pero como Elettra no hay ninguna."

(..)

ELETTRA

Al día siguiente, acompañamos a Carl a la estación de autobuses. Era su despedida. Luther estaba allí, observando con su habitual seriedad.

Luther: "Quiero asegurarme de que subas al autobús, aunque tenga que esposarte a él."

Elettra: "¡No se preocupe! Me encargaré de que lo haga." Le sonreí, intentando quitarle un poco de tensión al momento.

Carl intentó abrazar a Luther, pero él se mantuvo distante, como siempre.

Lip: "¿Estás listo?"

Carl: "No... pero lo haré. Necesito dirección. No soy bueno en la escuela ni en los deportes, y no quiero pasar mi vida en una esquina. Pero sé que resisto los golpes, y golpeo de vuelta. Espero que eso me sirva de algo."

Fiona, con los ojos llenos de lágrimas, se acercó.

Fiona: "Llama y escribe. No me hagas ir allá y avergonzarte frente a todos." Intentaba mantenerse fuerte. "Estoy orgullosa de ti."

Después, todos lo abrazaron. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, supe que esperaba lo mismo de mí. Me acerqué lentamente, envuelta en una mezcla de emociones, y lo abracé. Su abrazo fue cálido y sincero.

Elettra: "Te tengo una sorpresa antes de que lo esperes." Le guiñé un ojo, y él me dio un beso en la frente antes de subirse al autobús. Nos alejamos lentamente.

Fiona: "¿Cuánto creen que dure?"

Debbie: "Una semana."

Lip: "Cuatro horas."

Luther, con su habitual sentido del humor oscuro, cargó el arma que llevaba.

Luther: "Tengo que asegurarme de que ningún imbécil se acerque a mi hija."

Elettra: "¡JA! Buena suerte con eso."

Esa noche, Carl me llamó. Estaba emocionado, contando cómo había golpeado a un chico que intentó intimidarlo en su primer día. Me sentí orgullosa de su cambio, y tenía la esperanza de que esta nueva etapa lo ayudara a madurar y pensar con más claridad.