Elettra comenzaba a despertar, la pesadez de su cuerpo le recordaba lo cerca que había estado de no abrir los ojos de nuevo. Sus sentidos regresaban lentamente, mientras las voces a su alrededor flotaban en el aire, como si estuvieran en otro mundo.
Fiona: "Ya está despertando..."
Carl, visiblemente nervioso, se acercó rápidamente, sus ojos llenos de angustia.
Carl: "¡Elettra! ¡Elettra! ¡Jesús!"
Apenas consciente, Elettra abrió los ojos lentamente, enfocándose en las caras familiares. Entonces, sus ojos se detuvieron en la figura que más calmaba su caos interno. La confusión desapareció cuando lo reconoció.
Elettra: "¿Ah... Ashtray?" Su voz era débil, cargada de un agotamiento profundo, mientras trataba de ubicarse en el momento.
Ashtray sonrió con esa típica actitud burlona que solo él podía mantener en una situación tan tensa. Se acercó a ella sin dudar, sus brazos rodeándola con firmeza, como si no quisiera soltarla nunca más.
Ashtray: "¿Cómo estás, amor?"
Elettra exhaló un suspiro entrecortado, su cuerpo aún tembloroso.
Elettra: "Bien... ¡Mierda! Creí que moriría..."
La mirada de Ashtray se suavizó, y aunque no dijo nada, su abrazo habló por él. Sentir su calidez y su seguridad era suficiente para que Elettra se diera cuenta de lo mucho que lo necesitaba en su vida.
Elettra: "Amor..."
Ashtray: "¿Mm?"
Elettra: "Te quiero... demasiado. ¡Joder! Eres lo mejor que me ha pasado..."
Por un instante, el tiempo se detuvo. El brillo en los ojos de ambos adolescentes era palpable. En medio de todo el caos, su amor era lo único real. Los demás en la habitación, Fiona, Carl, todos, se quedaron mirando, casi como si fueran testigos de algo sagrado.
Pasaron largo rato hablando, riendo entre susurros, compartiendo un espacio íntimo en el que solo ellos cabían. Las palabras fluían, sin esfuerzo, como si cada segundo juntos fuera una pequeña eternidad.
Ashtray: "Entonces... ¿irás al funeral?"
Elettra bajó la mirada por un momento, la idea del funeral llenando el ambiente de una gravedad silenciosa.
Elettra: "Sí... claro. Quiero que me acompañes, si quieres..."
Ashtray no necesitó pensarlo. Había una determinación en su mirada que no requería palabras. Al amanecer, ya había comprado los boletos. Se aseguró de que Elettra volviera a casa, le ayudó a preparar las maletas, y luego, en un gesto que revelaba lo mucho que le importaba, se quedó a su lado toda la noche. No iba a dejarla sola, no cuando más lo necesitaba.
Después del funeral, Elettra se sintió dividida. Su tío, aunque no de sangre, era como un padre para ella, y no quería dejarlo solo. Pero al mismo tiempo, sabía que su familia lo cuidaría bien, así que decidió regresar a la ciudad. Aun así, los días que siguieron fueron sombríos. Apenas salía de casa, sumida en sus propios pensamientos, hasta que una llamada rompió el silencio.
Sus clientes frecuentes, Elizabeth y Mark, no le habían pagado en más de un mes. Eso era inaceptable. Sin perder tiempo, se vistió rápidamente, con una determinación fría en su rostro, y salió a enfrentar la situación.
Cuando llegó a la casa, entró con un bate lleno de púas en sus manos, su presencia era como una tormenta silenciosa.
Elettra: "¡Hey! ¿Saben quién soy? Espero que lo sepan, o se los dejaré muy claro..."
La pareja la miraba, sus rostros congelados en el miedo. Sus bocas se movían, pero ninguna palabra salía. Elettra observó la casa, sus ojos recorriendo cada rincón hasta que se detuvieron en una foto de una niña pequeña.
Elettra: "Es una linda casa... me gusta. Mmm... ¿tienen una hija? ¿Cómo se llama?"
Mark, con la voz temblorosa, apenas logró responder.
Mark: "E-Eliza..."
Elettra dejó escapar una sonrisa apenas perceptible, oscura.
Elettra: "Ouh... creo que ella y yo nos conocemos bien."
El aire en la habitación se volvió aún más denso. Elettra dio un paso hacia ellos, su voz volviéndose cortante.
Elettra: "Bien, basta de rodeos. Espero mi dinero en tres días. Diez mil. No me importa cómo, no me importan sus problemas. Si no tengo mi dinero, los torturaré, venderé su casa, y los mataré... a ustedes, y a su hija. Muy linda, por cierto. Quizás quiera ayudarles a resolver este problemita."
Los dejó paralizados, el eco de sus palabras resonando mientras se marchaba. Sin perder tiempo, se dirigió a Patsy's Pies, donde encontró a Eliza. La furia en su interior apenas estaba contenida mientras la sacaba del local a rastras, llevándola a un callejón abandonado.
Eliza: "¡Qué mierda! Si es por lo que le hice a Carl, no es mi culpa, ¿vale?"
Elettra, con una sonrisa sarcástica, negó con la cabeza.
Elettra: "Oh, claro que no... eso no me interesa, imbécil. Escúchame bien. Sé quiénes son tus padres. ¿Mark y Elizabeth, no?"
Eliza la miró, incrédula, su voz se quebró.
Eliza: "¿Qué? ¿Cómo mierda sabes eso?"
Elettra se inclinó un poco más cerca, el bate en su mano ahora al nivel de la cara de Eliza.
Elettra: "Yo lo sé todo, querida. Escúchame bien. Tus padres me deben dinero, y tú eres su hija. Tienes tres días para que ellos paguen, o lo pagarás tú..."
Eliza intentó mantenerse firme, pero no pudo evitar un ligero temblor en su voz.
Eliza: "Eso no es mi problema..."
Elettra sonrió de nuevo, esta vez de manera más amenazante.
Elettra: "Oh, claro que lo es, linda. ¿No quieres morir, verdad? Yo siempre cumplo mi palabra, y esto... es solo una advertencia."
Sin previo aviso, Elettra le dio un puñetazo directo a la nariz, rompiéndosela. Eliza gritó, llevándose las manos a la cara.
Eliza: "¡Joder! Bien... ¿es todo?"
Elettra se inclinó sobre ella, su voz baja, pero afilada.
Elettra: "No. ¿Por qué lo hiciste?"
Eliza, con la sangre aún corriendo por su nariz, la miró confundida.
Eliza: "¿De... de qué hablas?"
Elettra la estudió con frialdad.
Elettra: "Sabes de qué hablo. Le hiciste eso a Carl. Sabías que Dominik andaba con él, ¿o me equivoco? Déjame adivinar... ¿estás enamorada de ella, no?"
Eliza tartamudeó, tratando de negarlo.
Eliza: "¿Qué? No, yo..."
Elettra soltó una risa seca.
Elettra: "Vamos... no tienes que mentir conmigo. Sé tu plan. Hiciste que ellos terminaran para poder conquistar a Dominik."
Eliza, derrotada, dejó caer la cabeza. Sus palabras se ahogaban en la vergüenza.
Eliza: "No se lo digas a nadie... por favor."
Elettra la miró un momento, antes de asentir.
Elettra: "No se lo diré a nadie, pero ¿quieres un consejo? Mejora como persona. Eres una mierda ahora, y créeme, ella no te querrá con esa actitud."
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𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher
Fiksi Umum¿Que pasara en la vida de los gallaghers si una nueva Milkovich aparece? ...