problemas

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Últimamente, Carl y Elettra se habían acercado bastante, aunque había momentos en los que ella desaparecía por completo, y nadie sabía de ella durante días o incluso semanas. A pesar de esto, su relación era buena, y aunque no lo admitieran, la tensión entre ellos era palpable. Se habían besado en más de una ocasión, y ambos sabían que lo que compartían iba más allá de una simple amistad.

Ahora, Elettra estaba acostada en la cama de Ian, con un cigarrillo en los labios, cuando escuchó voces abajo. Se levantó despacio y al bajar las escaleras, reconoció a Carl y Fiona conversando en la cocina.

Fiona: "Entonces hoy vas a salir con Dominik y su padre, ¿no?"

Carl: "Sí, él va a ayudarme con las pruebas para entrar a la escuela militar."

Fiona: "¿Y Elettra? Creí que tenías algo con ella... ¿Sabe que sales con Dominik seguido?"

Hubo un breve silencio. El corazón de Elettra empezó a latir más rápido, pegada a la pared para no ser vista ni escuchada.

Carl: "No... Es mejor que no se entere por ahora. No quiero complicar las cosas, especialmente con sus cambios de humor. A veces es difícil manejarla... Desaparece sin avisar, y eso me irrita. Todo esto está siendo más complicado de lo que pensé."

Las palabras de Carl cayeron como una losa sobre Elettra. Sintió que el aire le faltaba y un nudo comenzó a formarse en su garganta. Subió las escaleras rápidamente, con las manos temblorosas. Se cambió lo más rápido que pudo, luchando por no derrumbarse. Las lágrimas amenazaban con salir, pero las contuvo.

Cuando bajó de nuevo, Carl ya venía subiendo, pero antes de que pudiera decir algo, ella lo miró con ojos vidriosos y el rostro inexpresivo.

Carl, con tono preocupado, le gritó: "¿A dónde vas?"

Pero Elettra no respondió. No podía, no quería. Con el corazón a mil por hora, abrió la puerta y salió de la casa, sintiendo que el mundo a su alrededor se desmoronaba.

Elettra llegó donde estaba Ashtray, con el rostro quebrado. Sin hablar, se sentó junto a él, intentando contenerse.

"Escuché a Carl... Dijo que estar conmigo era difícil y que desaparezco, que lo irrita. Y está con Dominik", murmuró, con la voz rota.

Ashtray la observó un segundo antes de acercarse y abrazarla. Elettra se dejó caer en sus brazos, sin poder aguantar más. Sin decir una palabra, él la sostuvo, dándole el consuelo que necesitaba. Después de un rato, le susurró: "No dejes que te afecte. Tú eres fuerte."

Después de un rato en silencio, cuando las lágrimas de Elettra cesaron, Ashtray la miró y le ofreció un cigarro de marihuana. Sabía que las palabras no eran su fuerte, pero este gesto siempre había funcionado entre ellos para calmar la tormenta.

Salieron al callejón detrás de la casa, el aire fresco mezclándose con el humo denso. Elettra inhalaba profundamente, intentando despejarse, pero cada vez que pensaba en Carl, el dolor volvía. Caminaban sin rumbo fijo cuando, de repente, se toparon con Carl y Dominik a la vuelta de una esquina.

Carl miró a Elettra por un momento, con sorpresa y algo de incomodidad. Dominik, a su lado, solo levantó una ceja. Pero Elettra no dijo nada, no lo miró siquiera. Simplemente los ignoró, siguiendo su camino al lado de Ashtray, quien, fiel a su estilo, les lanzó una mirada fría antes de seguir avanzando.

Más tarde, se encontraron en un callejón oscuro cuando un tipo desconocido se acercó a Elettra. Empezó a hablarle con una actitud arrogante, insinuándose descaradamente, ignorando las señales de que no estaba interesada. Ashtray observaba desde el costado, tranquilo pero atento. El tipo no captó la advertencia en los ojos de Elettra ni en la postura de Ashtray.

Todo sucedió en un instante. Cuando el desconocido la tocó de manera inapropiada, Elettra reaccionó con furia, y en un abrir y cerrar de ojos, Ashtray ya estaba sobre él. No hubo tiempo para gritos o súplicas, solo un golpe seco que selló el destino del tipo.

Ashtray y Elettra lo observaron caer, sin emoción en sus rostros. Sabían que no había vuelta atrás, pero tampoco les importaba. Era un acto impulsivo, pero en ese momento, no había espacio para el arrepentimiento.

Con el cuerpo inmóvil a sus pies, ambos se miraron. Elettra, aún furiosa y con la adrenalina corriendo por su sangre, asintió lentamente. Juntos, apagaron el cigarro, el humo disipándose en el aire mientras caminaban de regreso a la oscuridad.

Elettra se sintió liberada después de lo ocurrido. Algo en ella disfrutaba desahogarse de esa manera, como si la violencia la aliviara del dolor que llevaba dentro. Junto a Ashtray, pronto se encontraron buscando más "diablos" a quienes castigar. Cada encuentro les dejaba una sensación de control, de poder, y para Elettra, un respiro en medio del caos emocional.

 𝒮𝒶𝓉𝒶𝓃 𝑜𝓇 𝒶𝓃𝑔𝑒𝓁 - Carl Gallagher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora