Chapter 1

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Dicen que no te toma mucho tiempo tener tu vida de cabeza.

Un momento.

Un segundo.

Y todo se acaba.

Debería haberlo sabido. Si lo hubiera hecho, habría hecho las cosas de manera diferente.

Tal vez hubiera caminado hacia el otro lado. 

Tal vez mi historia no hubiera terminado como lo hizo.

Pero, ¿Qué pasa con esos "tal vez"? Son inútiles.

Saludo a mi tía mientras me paro en el viejo pavimento de la época victoriana. Ella saluda desde la ventana de su Audi plateado con una sonrisa cegadora.

El cabello rojo de tía Blair nunca perdió su color ardiente y natural, colgando en ondas perfectas sobre sus hombros. Ella tiene pómulos altos y una figura alta, delgada y con forma de modelo que hace que mi torpe cuerpo de dieciséis años parezca una papa en comparación.

Me esfuerzo por ser ella cuando sea grande. No solo en el departamento de la apariencia, aunque nunca me quedaría el pelo rojo; sino también el trabajo duro y la personalidad. Es socia de su esposo en su negocio rebosante. Su pequeña empresa, Quinn Engineering, crece diez veces más cada día y no podría estar más orgullosa de ellos.

—¡Muéstrales lo que tienes, Ro!—Toca la bocina.

—Tía—Mi cara arde mientras miro a los lados, espiando a cualquiera que pueda haber escuchado—Roseanne. Solo Roseanne en la escuela.

—Pero me gusta mi Ro—Pone mala cara de una manera linda como el anime. Su teléfono suena en una melodía profesional estándar. Sus cejas se fruncen mientras revisa la llamada antes de silenciarla—¿Estarás bien, cariño?

Asiento.

—No tenías que traerme.

—No me perdería el primer día de mi Ro en este enorme lugar por nada en el mundo—Se mueve alrededor—¡La jodida Royal Elite School! ¿Puedes creerlo?

—No hubiera estado aquí sin ti y el tío.

—Ay, basta. Es posible que hayamos tirado algunas cuerdas, pero si no tuvieras las calificaciones, no estarías aquí.

Y dinero. Olvida mencionar que cuesta una fortuna y varios órganos vendidos en el mercado negro traerme aquí entre la élite. Aun así, el peso que se ha posado en mi pecho se afloja un poco ante su contagioso entusiasmo.

—Trabajo en equipo.

—¡Trabajo en equipo! —Abre la puerta de su auto y sale para estrujarme en un abrazo de mamá oso.

Trato de ignorar el nivel de rareza que mis futuros compañeros de escuela deben pensar que tengo y abrazo a mi tía. El olor de la loción de cacao y el perfume de Nina Ricci me envuelve en un capullo seguro.

Cuando se aleja, sus ojos azul cobalto brillan con lágrimas no derramadas.

—¿Tía...?

—Estoy muy orgullosa de ti, cariño. Mírate, toda adulta y tan parecida... —Se calla y se limpia debajo del ojo con el dedo índice.

Ella no tiene que decirlo para que yo entienda el significado.

Me parezco mucho a mi madre. Mientras que tía era igual a mi abuelo pelirrojo, mamá era igual a mi abuela rubia.

O eso es lo que me dijeron.

El dolor que nunca murió resurge como un demonio del agua oscura y turbia.

Deviant Queen (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora