Sarah y Madison se encontraban en la habitación de Kiara junto a ella mientras conversaban.
—Digo, incluso inconsciente, John B seguía golpeándolo —expresó Sarah mientras se colocaba el short.
—Nunca lo había visto así, ¿crees que lo arrestarán? —preguntó Kiara.
—No pueden arrestarlo, no ahora —murmuró Madison—. Encerrado entre rejas, no podrá ayudar a su padre —agregó.
—Debo arreglar esto —mencionó Sarah, a punto de abrir la puerta y marcharse.
—¿Cómo piensas hacer eso? —preguntó Kiara.
—¿Puedes llevarme a casa de Topper? —preguntó la rubia a la morena—. Por favor.
—¿No crees que así empeorarás las cosas? —murmuró Kiara, no muy convencida.
—Tal vez —Sarah alzó los hombros—. No lo sé, ¿qué pierdo por intentarlo? —dijo mientras tomaba la manecilla de la puerta y salía rápidamente de la habitación.
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Madison regresó a la mansión de los Cameron en busca de Rafe. La casa estaba hecha un desastre, con vasos y botellas por todos lados. Madison caminaba por el lugar, esquivando la porquería, mientras gritaba el nombre de Rafe para ubicarlo.
—Uhh, ¿qué tenemos aquí? —exclamó Barry, apareciéndose repentinamente en su camino.
—¡Joder! —murmuró la chica, dando un salto del susto—. ¿Qué haces tú aquí? Creí que tú y Rafe eran oficialmente enemigos. ¿Acaso estás robándole? —agregó, cruzándose de brazos.
—Te recuerdo que la que me debe dinero eres tú —objetó Barry entre dientes, apuntando a la chica con el dedo índice mientras se acercaba a ella.
—Te recuerdo que no fui yo quien te robó ese dinero —replicó ella, acercándose aún más al chico con una postura seria—. ¿Dónde está Rafe? —preguntó, mirándolo fijamente a los ojos. La distancia entre ambos era extremadamente corta.
Barry bufó mientras retrocedía—. No está aquí, y no creo que quieras verlo cuando regrese —expresó.
—¿Por qué no querría verlo? ¿Porque tú me lo dices? —preguntó, manteniendo su postura.
Barry volvió a bufar—. Ese chico está mal, Madison, ¿acaso no lo ves? —expresó, acercándose nuevamente—. Es un asesino —murmuró, tomándola del antebrazo con fuerza—. Y debería estar en prisión —le susurró al oído.
—No me toques —dijo ella, haciéndose hacia atrás para liberarse del agarre—. Y no lo llames así —apuntó con el dedo índice al moreno mientras lo fulminaba con la mirada.
Barry la miró fijamente por unos segundos antes de hablar—. No digas que no te lo advertí —murmuró antes de pasar por su lado y esfumarse por la puerta principal de la casa.
Al perder de vista a Barry, Madison comenzó a recoger el desastre que había en toda la casa. Al cabo de unos minutos, mientras recogía lo último, vio a Rafe llegar en su motocicleta. Rápidamente soltó la bolsa que traía en la mano y bajó las escaleras hasta salir.
—Rafe, ahí estás —mencionó la castaña, acercándose al chico.
Al tenerlo a pocos centímetros, pudo notar que sus ojos brillaban más de lo normal.
—¿Estás bien? —preguntó frunciendo el ceño, mientras tomaba su rostro con ambas manos.
El cielo de la tarde se pintaba en tonos de naranja y rosa mientras la castaña lo miraba con preocupación. En los ojos de Rafe se reflejaba un sentimiento de pesadez, cansancio y, quizás, un poco de arrepentimiento.
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Mine - Rafe Cameron
AdventureEn una isla de ricos y pobres, Los bancos externos, Outer Banks. Dividido por dos clases sociales los Pogues y Los koos. Madison Jones acogida por la familia Cameron luego de que sus padres fueran a prisión por culpa de Ward Cameron, debe enfrentar...