Capítulo 32

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Llegamos a la gran casa donde Maximiliano había celebrado la inauguración aquella noche que me rescató. Ya no había un apartamento secundario, me había llevado a su casa.

— ¿Quieres ducharte? ¿Cambiarte de ropa?

— Si, por favor.

Me indicó donde estaba el baño y entré. Era un baño bastante bonito y bastante grande.

— Aquí tienes ropa, Olivia.— dijo apareciendo con un montón de ropa en las manos. Me dejó la ropa encima de una canasta que había en el baño y desapareció cerrando la puerta.

Suspiré quitándome toda la ropa y dejándola en una esquina del baño.

Tras darme una ducha y relajarme un poco, salí del baño vestida con la ropa que Max me había dejado: unos bóxers, y una camiseta que me estaba enorme. Caminé al salón de nuevo donde Max me esperaba sentado en el sofá mirando al frente sin emitir sonido. Al oír mis pasos, dirigió su mirada hacia mi y me mostró una sonrisa.

— ¿Mejor?.— preguntó.

— Sí, muchas gracias, Max.— dije sentándome en el mismo sillón a su lado pero manteniendo las distancias.

— Supongo que querrás dormir.— dijo. No me había fijado hasta ahora pero su ropa era un pantalón largo de pijama, una camiseta de manga corta y las deportivas.

Había ido a recogerme en pijama.

— No tengo mucho sueño.— respondí.— Siento haberte molestado a estas horas, pero temía asustar a mis padres, y... no era la mejor idea que viesen a... Liam.

Decir su nombre me daba arcadas.

— ¿Quién es Liam?.— preguntó sentándose como un indio en el sofá.

— Es mi ex novio.

— ¿Y qué ha pasado?.— preguntó.

— Es una historia muy larga, Max...

— Tenemos toda la vida.— sonrió.

Suspiré profundamente y pasé mis manos por mi cara. Iba a contarle, estaba dispuesta a correr el riesgo de que se alejase de mi, o me viese como algo... asqueroso.

— Te contaré lo que pasó, solo... no me interrumpas.— dije con la voz temblorosa. Él asintió y me miró con atención.

— Hace aproximadamente dos años yo vivía en Boston, tenía un grupo de amigas de toda la vida entre ellas Violet, mi mejor amiga y la chica que estaba junto a Liam hoy, y también estaba Liam, mi novio en aquel entonces con el cual llevaba dos años. Yo llevaba semanas notando a Liam bastante raro conmigo pero no le di importancia.— tomé aire.— La noche que pasó todo era un cumpleaños y fuimos todos, mis amigas y Liam. Todo fue súper bien, nos reímos, disfrutamos, bebimos...— mi voz empezó a temblar y mis ojos se notaban aguados.— Todo estaba bien hasta que necesité ir al baño, y por no molestar a mis amigas, decidí buscar el baño por mi misma.

Sus ojos me miraban con atención y su mandíbula estaba tensa.

— Subí al piso de arriba de la casa y... alguien me empujó a una habitación. No veía absolutamente nada y empecé a asustarme.— cerré mis ojos notando lágrimas bajar por mis mejillas. Apreté mis puños que descansaban en mi regazo y seguí.— Me empujaron, me encerraron en una habitación, me taparon los ojos, y... eran 4 hombres, creo, no lo sé.— sollocé, abrí los ojos y lo miré.— Me violaron de una manera horrorosa, me obligaron a ingerir drogas que me dejaron sin poderme moverme e inconsciente.

Sus ojos estaban aguados, enrojecidos, y su mandíbula mas tensa que nunca. Sus manos formaban puños y su cuerpo se notaba en tensión.

— Desperté al día siguiente en un hospital, con mis padres... Los médicos dijeron que habían sido varias personas, habían daños dentro de mi, y en mi sangre quedaba la huella de esa droga que me habían dado.— limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano y suspiré.— Abusaron de mi, y jamás pude denunciar a nadie, nadie me ayudó.

No me toques Donde viven las historias. Descúbrelo ahora