Promise - Alejandra Villarreal

See you again

Pov Caro

Estaba en la cama, con el celular en la mano, deslizando por Instagram sin mucho interés. Las mismas caras, los mismos lugares... hasta que me detuve en seco. Ahí estaba, el perfil de la banda. Era un post sobre las próximas fechas de su gira, y en la lista de ciudades había una que me hizo sentir un nudo en el estómago: Los Ángeles.

Mi corazón dio un vuelco. Casi sin querer, abrí la publicación y la observé. Las chicas iban a tocar aquí en solo unos días, y por un momento, solo pude quedarme mirando la pantalla, el pensamiento pasando como un susurro en mi mente: podría ir.

La idea de ver a Ale... de estar en el mismo lugar, de ver sus ojos, aunque fuera desde lejos... El anhelo me dolía. Había sido tan difícil sin ella, cada día un recordatorio de lo que había perdido y lo que todavía me seguía importando. Pero, al mismo tiempo, sentía miedo. ¿Qué pasaría si me veía? ¿O si no me veía en absoluto?

Suspiré, dejando caer el celular a un lado. El impulso de ir al concierto me llenaba de emociones mezcladas: ilusión, incertidumbre, y un deseo profundo de tenerla cerca, aunque solo fuera por un par de horas. No sabía si podría soportarlo, pero tampoco estaba segura de que pudiera evitarlo.

Después de un rato, agarré el celular otra vez y volví a ver el post. Mi mente seguía pensando en las miles de posibilidades, en lo que podría o no pasar. La sola idea de verla de nuevo, aunque fuera a escondidas entre la multitud, hacía que una pequeña chispa de esperanza prendiera en mí.

Majo apareció en la puerta de mi habitación, apoyándose contra el marco mientras me miraba con curiosidad. Al parecer, había notado la expresión en mi rostro, la mezcla de nervios y anhelo que debía ser evidente.

-¿Por qué esa cara de preocupación, Caro? -preguntó, cruzando los brazos mientras me observaba atentamente.

Suspiré y bajé la mirada al celular. Dudé por un momento, pero terminé mostrándole la pantalla con el post de la banda, señalando la fecha de Los Ángeles.

-Es que... Ale y las chicas van a tocar aquí en unos días -dije, mi voz apenas un susurro-. No sé, estaba pensando en ir. No estoy segura de si sería buena idea, o si... -dejé la frase inconclusa, sin querer terminar el pensamiento en voz alta.

Majo se acercó y se sentó a mi lado en la cama, mirando el post en silencio. Después de un momento, me dio una pequeña sonrisa y colocó una mano en mi hombro.

-¿Por qué no vas? -me dijo, su tono calmado pero firme-. Caro, sé que ha sido complicado, y entiendo que tienes miedo. Pero también sé cuánto te importa Ale. Si quieres ir, hazlo. A veces necesitamos enfrentar esas cosas para encontrar algo de paz, aunque sea difícil.

La miré, procesando sus palabras. Había algo en su tono, en su manera de hablarme, que me hizo sentir un poco más tranquila. Majo siempre había sido directa, pero en ese momento, sus palabras fueron como un empujón suave hacia algo que, en el fondo, sabía que quería.

-¿Tú crees que esté bien? -pregunté, buscando alguna confirmación en sus ojos.

Ella asintió sin dudarlo.

-Sí, Caro. Lo que sientas que necesitas hacer, está bien. No te guardes esas cosas. Si tienes la oportunidad de ver a Ale, aunque sea desde lejos, tómatela. Te hará bien, aunque al principio duela un poco.

Le devolví una sonrisa agradecida, sintiendo que tal vez, solo tal vez, ir al concierto podría ser justo lo que necesitaba.

Mis manos temblaban un poco mientras navegaba por la página de venta de boletos, buscando la fecha en Los Ángeles. En cuanto vi que aún había entradas, sentí una mezcla de alivio y nervios que me recorrió el cuerpo. Mis ojos se detuvieron en la sección más cercana al escenario, casi directo al lugar donde siempre veía a Ale posicionarse con su bajo, como si estuviera destinada a brillar ahí.