I'LL WAIT FOR YOU AT HOME, I'M HOT

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Estos dos meses y quince días habían sido un torbellino para Jennie y Lisa. Desde el momento en que las gemelas llegaron a sus vidas, cada día había traído un desafío diferente. Las pequeñas Lara y Lexie, con sus llantos, hambre inesperada o simplemente el anhelo de escuchar la voz de sus madres, mantenían a ambas mujeres en una especie de estado de alerta constante. Jennie y Lisa se esforzaban cada día por adaptarse a su rol de madres, alternando las noches en vela y los mimos durante el día. Afortunadamente, no estaban solas. Contaban con el apoyo invaluable de sus amigas, la hermana de Lisa, Rose, y los padres de Jennie, quienes adoraban a sus nietas y siempre estaban dispuestos a ayudarlas.

Sin embargo, por mucho amor y paciencia que compartieran, Jennie y Lisa también sentían la necesidad de un descanso para sí mismas. A ambas les tocaba volver al trabajo, Jennie en su empresa y Lisa en sus compromisos. Pero, justo ese día, Lisa tenía un día libre, y quería aprovecharlo de una manera especial. Después de tanto tiempo de rutinas agotadoras, decidió planear una sorpresa para Jennie.

Lisa, decidida, tomó su teléfono y llamó a Rose. Al segundo tono, su hermana contestó con su habitual entusiasmo.

— ¿Hola, Lala? ¿Qué pasó? ¿Está todo bien? ¿Mis hermosas sobrinas están bien? —preguntó Rose, con su voz llena de cariño y curiosidad.

Lisa rió, anticipándose a la broma que seguro le lanzaría su hermana.

— Hola, Rosie. Sí, todos estamos bien —contestó Lisa—. En realidad, te llamaba porque necesito un favor… Quiero saber si puedes cuidar a mis hijas esta noche, por favor.

— ¡Ohhh! —exclamó Rose, dejando que un tono pícaro asomara en su voz—. ¿Acaso Limario ya no puede más con la abstinencia? Ja, ja, ja…

Lisa rodó los ojos, aunque también soltó una risita.

— Ríete, ríete, Rosie. Pero cuando tú tengas hijos, ten por seguro que te haré la misma broma —respondió Lisa, intentando sonar seria, aunque le resultaba imposible dejar de reír.

— Ja, ja, ja, está bien, te la paso. Tranquila, hermana, voy para allá en un rato. ¡A Jisoo le encantará la idea de tener a las gemelas con nosotras esta noche!

Lisa suspiró aliviada.

— ¡Gracias, Rosie! Eres la mejor —dijo antes de colgar.

Un par de horas después, Rose llegó al departamento de Lisa y Jennie. Ayudó a Lisa a reunir todas las cosas necesarias para las bebés: ropa extra, biberones, pañales y un par de juguetes favoritos. Las hermanas se despidieron rápidamente, y Lisa cerró la puerta sintiéndose más nerviosa de lo que esperaba. Con las niñas bajo el cuidado de su hermana, tenía toda la noche para dedicarle a Jennie. Solo esperaba que el plan saliera perfecto.

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Eran las cinco de la tarde, y Jennie estaba en medio de una junta en Odd, su empresa. Llevaba el celular en silencio, pero sintió la vibración de un mensaje entrante. Decidió darle una rápida mirada para asegurarse de que todo estaba bien en casa. Al desbloquear la pantalla, se encontró con un mensaje de Lisa. Lo leyó, y sus ojos se abrieron de sorpresa.

I'll wait for you at home, I'm hot.

(Te espero en casa, estoy caliente)

Jennie sintió un nudo en la garganta mientras abría el archivo en su teléfono. Era un video. Lo primero que vio fue a Lisa, mirándola intensamente desde la pantalla. Con voz firme, Lisa comenzó a hablarle de un modo bajo y provocador, algo que Jennie no esperaba. La estaba desarmando por completo.

"Disculpen, señores, pero debemos dar por terminada esta reunión. Tengo… algo urgente que atender", anunció Jennie, cerrando abruptamente su laptop mientras trataba de mantener la compostura. Los ejecutivos se miraron entre ellos, sorprendidos por la repentina salida de Jennie, quien ya había salido de la sala a pasos apresurados.

Only Fans You Signed Up (Jenlisa Gip) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora