𝐂𝐚𝐦𝐩𝐨 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨; 𝗛𝗮𝗶𝗸𝘆𝘂𝘂!
Dónde Mally tiene un problema al reservar la cancha para el club de porrismo.
O dónde Mally llama la atención de todo Karasuno y unos cuántos chicos más.
𝐂𝐫𝐞𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧: 19/08/24
𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐨: ¿...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
20. Inestabilidad. Centuries—Fall Out Boy
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
KOUSHI
—Kou, sigue por favor—su voz... Sonaba tan dulce y susurrante, su trasero caia sobre mi regazo y sus labios tocaban los mios con vehemencia, me encantaba el sabor dulzon que en ellos tenia, el cabello le caia por sus pechos con esos preciosos pezones, dejandome un sinfin de emociones en mi interior las cuales cayeron en mi polla.
—Joder, Mally, te mueves tan bien—sus movimientos tan deliciosos me cautivaron desde el primer momento, ¿estas eran las consecuencias de ser porrista? Si asi eran, mierda, cuanto no desaproveche al solo verla como un estupido desde la banca.
Me encantó escuchar sus suplicas con el rostro enrojecido de sobremanera, ame cada reaccion que tuvo conmigo asi como su manera de moverse sobre mi miembro.
Las palabras se me entrecortaban casi como sus gemidos guturales, llenaban mis oídos de sobremanera por el simple hecho de que eran única y exclusivamente de ella, tenerla desnuda, con sus manos apoyadas en mi cuerpo, al simple movimiento sentir de cerca su respiración y besarla como si la vida se me fuera la vida en ello, carajo, era de las sensaciones más deliciosas que tuve en mi puta vida.
Jale su cabello con fuerza obteniendo un jadeo por su parte, metí con fuerza y rudeza mi polla en su interior siendo este uno de los efectos más deliciosos que obtuve en mi primera vez, su calidez tan enigmática y su estrechez tan gratificante fueron factores que me llevaron a correrme en su interior, marcando con mi semilla esa pequeña bolsita destinada para mis futuros hijos.
—Me gustas, Kou, me gustas mucho—la observé atónito rogando porqué esto no fuera alguna broma o cualquier cosa parecida, nuestros ojos se encontraron.
—¿Me estás haciendo un chiste?—negó.
—Yo jamás jugaría con esto y menos siendo yo quién lo siente, siempre has sido muy lindo conmigo y creo que es momento de hacerte saber mis sentimientos, ¿no lo crees?
Asentí emocionado buscando sus labios nuevamente—. ¿Podemos hacerlo de nuevo? Te juro que te pediré bien ser mi novia, pero déjame ahogó todo en tu interior.
