Después de dejar la televisión y los periódicos, lo peor son las mañanas: esa primera taza de café. Es verdad, durante esa primera hora que pasas despierto quieres ponerte al corriente de lo que pasa en el mundo. Pero la nueva norma de ella es: nada de radio. Nada de televisión. Nada de periódicos. A pasar el mono.
Enséñale un ejemplar de la revista Vogue y la señora Keyes todavía se atraganta.
Llega el periódico y ella se limita a reciclarlo. Ni siquiera le quita la goma elástica. Nunca se sabe cuándo el titular va a ser: «Asesino sigue acechando a la gente sin hogar».
O: «Vagabunda víctima de una carnicería».
Casi todas las mañanas a la hora del desayuno la señora Keyes lee catálogos. No hace falta encargar más que una horma milagrosa por teléfono y todas las semanas durante el resto de tu vida recibes una pila de catálogos. Artículos para el hogar. Para el jardín. Para ahorrar tiempo. Cachivaches para ahorrar espacio. Herramientas y nuevos inventos.
Allí donde solía estar el televisor, sobre la encimera de la cocina, ha puesto un acuario con uno de esos lagartos que cambian de color para hacer juego con la decoración. Si tienes un acuario y le das al interruptor que enciende la lámpara de calor, no te va a decir que otro vagabundo borracho de paso ha sido asesinado a tiros ni que han tirado su cuerpo al río, ni que es la decimoquinta víctima en una ola de asesinatos que se está cebando en la gente sin techo de la ciudad, cuyos cuerpos son encontrados apuñalados y tiroteados y quemados con líquido para encendedor, ni que la gente de la calle ya es presa del pánico y luchan por refugiarse de noche en los albergues para indigentes, a pesar de la nueva tuberculosis. Los vagones de carga que salen de la ciudad van atestados. Los defensores sociales aseguran que la ciudad ha puesto a los mendigos en el punto de mira. De todo esto se entera uno solamente mirando un quiosco. O entrando en un taxi que tenga la radio puesta.
Así que coges un tanque de cristal, lo pones donde antes estaba la tele y lo único que ves es un lagarto: un ser tan estúpido que cada vez que la empleada doméstica mueve una piedra el lagarto cree que lo han trasladado a varios kilómetros de distancia.
Se llama «tejer un capullo», eso de convertir tu casa en todo tu mundo.
El señor y la señora Keyes —Packer y Evelyn— antes no eran así. Antes no se podía morir un delfín en una red para pescar atunes sin que ellos corrieran a firmar un cheque. A montar una fiesta. O a dar un banquete para las víctimas de las minas terrestres. O una cena con baile para la gente con traumatismo craneal masivo. Para la fibromialgia. Para la bulimia. O un cóctel y una subasta benéfica para el síndrome de colon irritable.
Cada noche tenía su tema: «Paz universal para todos los pueblos».
O: «Esperanza para nuestro futuro nonato».
Imagínate ir a tu baile de graduación del instituto todas las noches durante el resto de tu vida. Cada noche hay otro escenario montado con flores cortadas de Sudamérica y millones de lucecitas blancas parpadeantes. Una escultura de hielo y una fuente de champán y una orquesta con esmoquin blanco que toca una canción de Cole Porter. Todos los escenarios construidos para ostentar a miembros de la realeza árabe y a niños prodigio de la industria de internet. Demasiada gente enriquecida deprisa por el capital de riesgo. Esa gente que nunca se demora en ninguna masa continental durante más tiempo del necesario para avituallar su jet. Esa gente sin imaginación, que se limita a abrir un ejemplar de Town & Country y a decir:
Quiero esto.
En todas las fiestas benéficas por los abusos a menores, todo el mundo camina sobre dos piernas y come crème brûlée con una boca, con los labios rellenos de las mismas inyecciones de colágeno. Mirándose el mismo reloj de pulsera Cartier, la misma hora rodeada de los mismos diamantes. El mismo collar Harry Winston alrededor de un cuello largo y esbelto esculpido mediante el hatha yoga.
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Relatos de Chuck Palahniuk
Cerita PendekUna colección de relatos publicados por el autor norteamericano Chuck Palahniuk, mas conocido por su primera novela, EL CLUB DE LA LUCHA, y por su relato (que hizo desmayarse a mas de una persona) TRIPAS. Encontrarás historias que te gustarán, que t...