Cap 31- Nuevo comienzo (Final de Cenizas)

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23 de agosto

Lukas Pov:

El sol comenzaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de un tono anaranjado suave, como si la tarde intentara ser un poco más amable después del caos del día anterior. La casa estaba más tranquila, con los ecos de la fiesta desvaneciéndose en los rincones y los demás ocupados en sus propias cosas. Yo había estado pensando todo el día en lo que debía hacer. En lo que debía decir.

No había hablado con Vivian desde la mañana, y ese silencio entre nosotros era más ruidoso que cualquier discusión. El peso de mis palabras de la noche anterior seguía sobre mis hombros, como si cada paso que daba en esa casa me recordara el daño que había causado.

Sabía dónde estaba. Siempre sabía dónde estaba. Vivian estaba en el balcón, su lugar favorito cuando necesitaba un respiro.

Respiré profundo y caminé hacia ella, cada paso más lento que el anterior. Sentí cómo la brisa fresca me golpeaba cuando salí al balcón y la vi allí, apoyada en la barandilla. Su cabello se movía suavemente con el viento, y el reflejo del atardecer jugaba con sus facciones, haciéndola parecer aún más etérea.

¿Puedo? —pregunté, señalando el espacio vacío a su lado.

Ella no respondió al principio, pero después asintió, sin mirarme. Me acerqué con cautela, sintiendo cómo la tensión entre nosotros se hacía más palpable con cada segundo.

Vivian, —empecé, mi voz temblando ligeramente—, sé que lo arruiné.

Ella giró la cabeza hacia mí, su expresión neutral, pero sus ojos delataban algo más profundo: cansancio, tristeza... tal vez decepción.

Sí, lo hiciste, Lukas.

Su respuesta directa me golpeó como una bofetada, pero sabía que la merecía. Bajé la mirada, sintiendo la culpa arrastrándome como una corriente.

Quiero que sepas que lo que dije... no lo dije en serio. Estaba frustrado, enojado, y fui un idiota. Pero no es excusa. Nada de lo que dije es verdad. Yo nunca he sentido que pierdo el tiempo contigo. Nunca. Si acaso, cada segundo que paso contigo me hace darme cuenta de cuánto te necesito en mi vida.

Vivian suspiró, apartando la vista hacia el horizonte.

Lukas, tú no entiendes... —dijo en voz baja—, yo te necesito más de lo que pensaba. Pero... también me duele más de lo que debería.

Sus palabras me desarmaron. La conocía lo suficiente para saber que estaba siendo honesta, que estaba abriendo una parte de ella que normalmente protegía con recelo.

Lo sé, —admití, sin intentar justificarme—. Lo sé, y estoy arrepentido. Lo siento tanto, Vivian. No quiero lastimarte. Solo quiero estar contigo y hacer las cosas bien. Prometo que haré las cosas bien.

Ella me miró, y por primera vez en el día, su expresión se suavizó un poco. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó algo.

¿Sabes? —dijo, extendiéndome el collar que le había dado hacía tiempo—, ayer estuve a punto de tirarlo. Pero... no pude.

Tomé el collar entre mis manos, sintiendo su peso como si fuera una prueba tangible de lo que compartíamos.

¿Por qué no lo hiciste? —pregunté en un susurro.

Ella se encogió de hombros, con una pequeña sonrisa en los labios.

Porque, al final, no importa lo mucho que me hagas enojar, Lukas. Siempre vuelvo a ti. Siempre. Y creo que tú también vuelves a mí, ¿no?

No podía decir nada. En lugar de eso, me incliné hacia ella y, con cuidado, volví a colocar el collar alrededor de su cuello. Cuando lo aseguré, dejé que mis manos descansaran ligeramente en sus hombros.

¿Significa eso que...?

Vivian sonrió, ahora con más calidez.

Sí, significa eso.

Una mezcla de alivio y felicidad me recorrió el cuerpo. No lo pensé más: me incliné hacia ella y la besé. Fue un beso diferente, sin prisa, lleno de todo lo que no había sabido decirle con palabras.

Cuando nos separamos, ella me miró con esos ojos que siempre lograban desarmarme por completo.

Pero si la cagas otra vez, Lukas... esta vez sí te tiro el collar, ¿entendido?

Sonreí, porque en ese momento sabía que iba a hacer todo lo posible para no volver a cometer los mismos errores.

Entendido.

Nos quedamos allí un rato más, viendo cómo el atardecer daba paso a la noche. Y por primera vez en mucho tiempo, sentí que todo estaba bien. Que todo iba a estar bien.

¡THE END!

(Final definitivo de la saga)

Cenizas (HER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora