𝟑𝟏 | 𝖤𝗅 𝗆𝖾𝗇𝗌𝖺𝗃𝖾.

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Blair Jones

El suave resplandor del amanecer se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Lando

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El suave resplandor del amanecer se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Lando. Abrí los ojos lentamente, parpadeando contra la claridad que comenzaba a invadir el espacio. Por un momento, me quedé inmóvil, disfrutando de la tranquilidad del momento.

Giré la cabeza y lo vi. Lando estaba dormido a mi lado, su rostro reflejaba tranquilidad, su respiración era lenta y constante, y su cabello estaba desordenado.

Me acerqué con cuidado, tratando de no despertarlo. Apoyé mi cabeza en su pecho y rodeé su cintura con mis brazos, buscando su calor. Por primera vez en días, sentía una paz genuina. Cerré los ojos, permitiéndome disfrutar de ese instante.

De repente, sentí cómo su cuerpo se movía ligeramente. Lando abrió los ojos lentamente, parpadeando. Una sonrisa suave apareció en sus labios mientras sus brazos me rodeaban con fuerza, atrayéndome más hacia él.

—No puedo creer que seas tan perfecta incluso cuando acabas de despertar. —murmuró con voz ronca por el sueño, dejando un beso ligero en mi frente.

Podía sentir el calor en mis mejillas al escucharlo.

—Buenos días. —añadí en un susurro.

—Buenos días, Jones.

—Lo siento, no quería despertarte.

—No te disculpes. —dijo, apretándome un poco más contra él. —No hay mejor manera de despertar, desearía que fuera así siempre.

Sonreí contra su pecho. Permanecimos así, abrazados, sin decir nada durante unos minutos.

—¿Recuerdas que te dije hace mucho que harían una presentación de los equipos?. —dijo y yo asentí. —Es esta noche, tengo que asistir... se que no puedes venir, pero me hubiera gustado que ambos llegáramos juntos.

Levanté la vista para encontrarme con sus ojos. Aunque deseaba acompañarlo, mi recuperación no me lo impedía.

El doctor repitió varias veces, "reposo absoluto".

—Quizás la próximas vez... pero te prometo que me recuperaré antes de que empiece la temporada, y así podré acompañarte a la carrera.

—Ya quiero que eso suceda, sabes que eres mi amuleto de la suerte.

—Siempre dices lo mismo, pero la verdad no soy yo quien te da suerte, cuando ganas es porque eres el mejor. De eso estoy segura.

—Lo dice porque eres mi novia.

—Claro que no. Lo digo porque es la verdad.

—¿Lo crees?.

—No se mucho de él deporte, pero se que eres demasiado bueno. Y jamás dudes de eso.

LONDON BOY || Lando Norris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora