La vida de Blair Jones ha sido una constante pesadilla luego de la pérdida de sus padres. Todo comienza a cambiar cuando se muda a Inglaterra por su nuevo contrato musical...
Con una nueva vida por crear, y personas nuevas por conocer, Blair asiste...
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El sol brillaba, y el campo estaba en su mejor estado, un día perfecto para jugar golf.
—¿Vendrá la chica de la que tanto me has hablado los últimos días?. —Carlos cuestionó mirándome, es uno de mis compañeros más cercanos, siempre que visitaba Londres, nos reuníamos a jugar golf.
Y le he dicho que he invitado a Blair.
—Si, no debe tardar en llegar. —respondí, mientras alineaba el putt. —Y su nombre es Blair.
—Blair. —repitió. —¿Qué te pasa con ella? nunca invitas a ninguna chica al golf.
Las palabras se acumulaban en mi mente, no sabía exactamente que me pasaba con ella...
—Es linda, la primera vez que la vi fue en Silverstone, la invitaron a el paddock de McLaren. —recordé. —Luego me enteré que había una nueva chica en el edificio, y era ella.
—¿Cuáles eran las probabilidades?.
Pegué un golpe a la bola, y miré a Carlos.
—Supongo que el destino quiso que la volviera a ver, así que desde entonces, intento hacerme cercano a ella, quiero conocerla.
—Suena como si estuvieras interesado en ella.
—No, no, no...No estoy interesado ni nada de eso. —niego moviendo mis manos como si intentara deshacerme de la idea. —Solo...disfruto de pasar tiempo con ella, por eso la invité.
Carlos me miraba con una sonrisa divertida, sabiendo que solo intentaba convencerme a mi mismo de eso.
—Vamos, Lando. ¡No tienes porque negarlo! se te nota que sientes algo más. —dijo riendo ligeramente.
—Te he dicho, es linda, y apenas la conozco.
Justo después de decir eso, aprecié como Blair aparecía en el campo, se acercaba a nosotros, con una sonrisa y un palo de golf en sus manos.
—¡Hola!. —saludó levantando la mano. —¿He llegado tarde?.
—No, ¿estás lista para jugar?. —pregunté, Blair me miraba con sus ojos brillantes.
—Eh, si, creo. —intentó sonar segura, pero podía notar que estaba nerviosa. Era muy adorable.
—Te presento a mi amigo, Carlos. —dije señalándolo.