𝟑𝟖 | 𝖳𝖾 𝖺𝗆𝗈.

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Blair Jones

Los últimos días habían sido una montaña rusa de emociones

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Los últimos días habían sido una montaña rusa de emociones. Denuncias, abogados, declaraciones... todo había sido agotador, como si estuviera atravesando un mar en plena tormenta. Pero finalmente, las cosas empezaban a calmarse, al menos lo suficiente para permitirme respirar. Después de todo lo que había sucedido, decidí regresar a Londres. Necesitaba un espacio que me ayudara a centrarme, a comenzar de nuevo.

Los días habían sido duros, eso era innegable, pero también había sido un alivio ver que, al fin, se había hecho justicia por todo lo que pasó con mis padres. La verdad, aunque dolorosa, había salido a la luz y con ella una parte de mí sentía que podía empezar a sanar, sin sentirse culpable.

Aún con todo esto, no podía dejar de pensar en Lando. Él estuvo apoyándome, incluso a pesar de la distancia. No pudo estar conmigo físicamente durante todo este proceso, ya que tuvo que regresar a las carreras. No pude evitar extrañarlo. Ahora estaba de regreso... y lo estaba esperando, ansiosa, mucho más de lo que podría admitir.

Había decidido preparar algo especial para él. La mesa estaba casi lista; cada pequeño detalle había sido pensado cuidadosamente. Coloque la servilleta con precisión, moví ligeramente el florero para que estuviera perfectamente centrado. Y entonces escuché el sonido del timbre.

Me apresuré hacia la puerta, mi corazón latiendo con fuerza mientras la emoción me invadía. Al abrirla, ahí estaba él. Con esa sonrisa mirándome, en ese instante, todo el peso de las últimas semanas pareció desvanecerse.

Pero había algo más. Sus manos sostenían un ramo de flores, tulipanes para ser exacta. Ese gesto me desarmó por completo.

¿Cómo no podría amarlo?.

—Por eso me tardé. —dijo sonriendo. —Quería encontrar las más hermosas para ti.

Por un momento me quedé sin palabras, sintiendo una tormenta de emociones que luchaban por salir. Las flores, su sonrisa, su simple presencia... todo era tan perfecto, tan correcto. Lando siempre sabía cómo hacerme sentir especial, incluso cuando no lo esperaba.

—Son preciosas. —respondí mientras me acercaba a él para besarlo.

Después separarnos, nos quedamos mirándonos por un instante, como si el tiempo se hubiera detenido. Pero entonces, recordé lo que había estado preparando.

—También tengo algo para ti. —dije, con una pequeña sonrisa traviesa mientras lo tomaba de la mano. Sus cejas se alzaron, claramente intrigado.

—¿Qué cosa?. —preguntó, siguiéndome mientras lo guiaba hacia la cocina. 

—Bueno... no sé si será tanto como tus tulipanes, pero me esforcé mucho. —reí, un poco nerviosa, mientras caminábamos. 

Al entrar, su mirada recorrió la escena que había preparado: la mesa cuidadosamente puesta, la comida servida en platos con mi mejor intento de presentación, y las velas que añadían un toque cálido al ambiente. 

LONDON BOY || Lando Norris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora