La vida de Blair Jones ha sido una constante pesadilla luego de la pérdida de sus padres. Todo comienza a cambiar cuando se muda a Inglaterra por su nuevo contrato musical...
Con una nueva vida por crear, y personas nuevas por conocer, Blair asiste...
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Aunque parezca extraño... Mi vida comenzó a ir mejor. Los últimos meses han sido lleno de días agotadores en el estudio, entrevistas interminables y el lanzamiento de mi tercer álbum. Pero finalmente, el esfuerzo había valido la pena, todo empezó a encajar y a sentirse como siempre había imaginado.
A veces me permitía escapar a las carreras de Lando, esos momentos en los que ambos encontrábamos una pausa en nuestras vidas tan distintas, pero curiosamente sincronizadas.
Está noche no se trataba de trabajo, música, ni carreras. Ahora, estaba llegando a una cena que Lando había organizado para celebrar mi cumpleaños número veintidós.
Cuando llegamos al lugar de la cena, antes de salir del auto, Norris me tomó la mano con una sonrisa cómplice.
—¿Lista para tu noche de cumpleaños?. —preguntó, mientras entrelazaba nuestras manos.
Asentí, aunque sabía que la respuesta completa era mucho más compleja. Estaba nerviosa y emocionada, pero, sobre todo, lista para disfrutar del momento.
Cuando entramos, el ambiente y la decoración impecable del lugar me dieron la bienvenida. Mis ojos recorrieron el lugar, y enseguida reconocí a los chicos y sus parejas. Una sonrisa se extendió en mi rostro, a medidas de que nos acercábamos.
Carlos estaba ahí, sentado junto a Rebecca, su novia, con quien apenas había hablado un par de veces. Parecía tranquila y amigable. Más allá, vi a Oscar, a su lado estaba Lily, a quien había conocido cuando fui a uno de los Grand Prix. Desde entonces, habíamos compartido momentos en el paddock de McLaren. Lily siempre había sido encantadora, y con nuestras conversaciones durante las carreras, nos habíamos hecho cercanas, aunque podría notar lo reservada que era ella algunas veces.
Y por supuesto, allí estaban mis amigas: Lili, Jules y Vic. Fueron las primeras en levantarse para venir hacia mí. Su entusiasmo era contagioso, y antes de darme cuenta, estaba envuelta en sus abrazos cálidos y reconfortantes.
—¡Feliz cumpleaños, querida Blair!. —dijo Lili, casi gritando, mientras Jules reía y Vic asentía con esa sonrisa cómplice que siempre llevaba.
Carlos se acercó después, levantando una copa con una sonrisa. —Feliz cumpleaños. Espero que Norris haya hecho algo digno de ti esta noche.
Rebecca, a su lado, me saludó con un gesto amable.
Más atrás, vi a Oscar acercarse con Lily, quien me abrazó con esa mezcla de encanto y reserva que la hacía tan única. —Feliz cumpleaños, Blair, estas preciosa. —dijo con una sonrisa genuina, y su comentario hizo que mi rostro se iluminara de inmediato.
Oscar me felicitó en cuanto Lily se apartó.
Cuando finalmente me acomodé en la mesa, rodeada por todos, giré hacia Lando, sintiéndome abrumada por la perfección de todo. Me incliné un poco hacia él, mi voz apenas un susurro. —Gracias, de verdad. Todo está perfecto. No puedo creer todo lo que hiciste para mí.
