𝟏𝟑 | 𝖥𝗂𝖾𝗌𝗍𝖺 𝖾𝗇 𝖬𝗈𝗇𝗓𝖺.

1.9K 241 8
                                    

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando llegué junto a Norris, las personas estaban disfrutando de el ambiente festivo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando llegué junto a Norris, las personas estaban disfrutando de el ambiente festivo. La música vibrante llenaba el aire y podía sentir la energía de el club mientras los amigos de Lando se reunían para celebrar su reciente victoria.

Avanzábamos entre la multitud, pude reconocer a Carlos y Oscar, el español me miró con sorpresa.

—¡Blair! ¡No sabía que estabas aquí!. —dijo acercándose a nosotros.

—Hola, Carlos. —salude, recordando la última vez que nos vimos.

Oscar se asomó con una sonrisa. —Hola de nuevo, Blair.

Lo saludé con mi mano.

—¿Quieres probar esto?. —dijo ofreciéndome una copa que traía en su mano.

—Claro, ¿qué es?.

—Cóctel, nada raro, no te preocupes. —respondió mirando a Lando, como si tratara de decirle que no me daría nada extraño. —Te va a encantar, Blair.

Brindamos juntos y tome un sorbo, disfrutando de el sabor. —Me gusta. —le dije.

Después de un rato, noté como Lando me miró mientras seguía charlando con el par de amigos suyos que tenía al frente.

Era fácil mantener una conversación con ellos.

—¿Quieres bailar?. —preguntó y yo negué rápidamente.

—No, no creo que sea buena idea, soy pésima bailarina.

Trate de mentir, pero el británico no se dejó engañar rápido. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras cruzaba sus brazos. —Se que estás mintiendo ¿si recuerdas que estuve en tu show?.

Sentí un liguero rubor en mis mejillas por la vergüenza, y el hecho de recordar que me había visto en el escenario.

—Bueno, eso es diferente, son coreografías que aprendo. —me excusé.

—Si puedes bailar entre un montón de personas, ¿por qué no aquí? no debe darte vergüenza. —Interfirió Carlos, sonriendo de manera cómplice.

Me sentí atrapada entre sus miradas insistentes y la música que resonaba a nuestro alrededor.

La idea bailar con él me ponía nerviosa.

—Está bien, está bien. —dije finalmente, levantando las manos en seña de rendición. —Solo por un momento.

Norris sonrió victorioso, yo bebí un sorbo más de la copa, y caminamos a la pista de baile. La música era contagiosa y animada, y pronto me dejé llevar por el ritmo. Al principio me movía un poco tímidamente, pero a medidas de que avanzaba la canción, fui soltándome y disfrutando el momento.

LONDON BOY || Lando Norris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora