La vida de Blair Jones ha sido una constante pesadilla luego de la pérdida de sus padres. Todo comienza a cambiar cuando se muda a Inglaterra por su nuevo contrato musical...
Con una nueva vida por crear, y personas nuevas por conocer, Blair asiste...
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¿Que es el amor?.
Si hace tres años alguien me lo hubiera preguntado... Seguramente hubiera dicho que es una pregunta que no podría responder, existen miles de definiciones para describir el amor... Con ninguna de ellas, me sentía identificada en aquel entonces.
Pero, si en este momento me preguntaran.
¿Que es el amor?.
Se exactamente que responder.
Porque ahora sé que el amor no es solo un concepto, una idea. El amor es una presencia constante. Es la emoción que nos recorre cuando nos encontramos con alguien que, al mirarnos, nos hace sentir que existimos.
El amor tiene un nombre, una voz, una sonrisa, una mirada...
El amor, para mí, es él. Es Lando. Somos nosotros, todo lo que sentimos al estar juntos, todo lo que hemos vivido y superado a pesar de todo.
Hace tres años, nunca habría pensado en casarme ni en amar tanto como lo hago ahora.
Estoy a un simple "acepto" de convertirme en la esposa del amor de mi vida. Él está justo frente a mí, con nervios y emoción que refleja lo que yo también siento. Desde el día en que nos comprometimos, cada día imaginé cómo se vería vestido con su traje, y ahora que está aquí, frente a mí, la realidad supera cualquier expectativa. Es perfecto, y el simple hecho de que en pocos segundos seré su esposa me llena de una felicidad inexplicable.
Mis pensamientos vagaban entre el pasado y el presente cuando la voz del padre me sacó de mis pensamientos.
—Blair Jones, ¿aceptas a Lando Norris como tu legítimo esposo, para amarlo, honrarlo y respetarlo todos los días de tu vida?.
—Sí, acepto. —dije con voz firme pero cargada de emoción, mientras mi corazón latía con fuerza al pronunciar esas palabras.
Lando me miró con felicidad que hacía que todo a nuestro alrededor desapareciera. No pude evitar sonreír mientras lo veía girarse hacia el padre, esperando su turno.
—Y tú, Lando Norris, ¿aceptas a Blair Jones como tu legítima esposa, para amarla, honrarla y respetarla todos los días de tu vida?. —preguntó el padre con solemnidad.
Lando tomó mi mano entre las suyas, sin apartar la mirada de mis ojos. Sus labios se curvaron en una sonrisa antes de responder.
—Sí, acepto.
—Entonces, por el poder que me confiere la ley, los declaro marido y mujer. —el padre anuncia con una voz llena de alegría.
Casi al instante, Lando me dedicó una mirada llena de amor. Con delicadeza, deslizó un anillo dorado en mi dedo, sus manos ligeramente temblorosas por la emoción. Luego, llegó mi turno. Con la misma ternura, tomé el anillo destinado para él y lo coloqué en su dedo.
