La vida de Blair Jones ha sido una constante pesadilla luego de la pérdida de sus padres. Todo comienza a cambiar cuando se muda a Inglaterra por su nuevo contrato musical...
Con una nueva vida por crear, y personas nuevas por conocer, Blair asiste...
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Estaba sentada al borde de la cama, con el teléfono en la mano. Mis dedos temblaban mientras desbloqueaba la pantalla, y ahí estaban esperándome. Las notificaciones de los mensajes desconocidos que no paraban de atormentarme.
—Ya que insistes en saber de qué se trata todo esto de los mensajes.
—Tengo una pista para ti.
Era como si la persona supiera exactamente qué decir para mantenerme enganchada.
—Sé algo sobre el accidente de tus padres...
Mis ojos se abrieron de par en par al leer esas palabras. Sentí como si todo el aire en la habitación se evaporara en un instante. ¿El accidente de mis padres?.
—Y sé perfectamente que te gustaría saberlo, y créeme, es importante.
Mi respiración era rápida y entrecortada. Mi mente iba a mil por hora, intentando procesar lo que acababa de leer. Era imposible. No podía ser cierto. Esto era solo otra forma de manipularme, de llevarme más lejos en este juego que no entendía.
La persona detrás de todo esto, sabía perfectamente que mencionarme algo sobre el accidente me descontrolaría.
Con los dedos todavía temblando, escribí una respuesta, intentando mantener la calma.
—¿Por qué debería creerte?.
La respuesta llegó casi al instante, como si hubieran estado esperando.
—Esa es tu decisión, si deseas saberlo o quedarte con la duda por el resto de tu vida.
Me quedé mirando el teléfono, mis ojos fijos en la pantalla mientras esas palabras se repetían en mi mente. Había una parte de mí que quería apagar el teléfono, tirarlo lejos y fingir todo esto no estaba sucediendo... pero otra parte necesitaba saber a donde realmente quería llegar esa persona detrás de los mensajes.
¿Y si de verdad sabía algo? ¿Y si, después de todos estos años, había respuestas que nunca había buscado y que ahora estaban justo frente a mí?.
Me levanté de la cama, incapaz de quedarme quieta. No sabía qué hacer, no sabía cómo responder. Pero una cosa era clara: ya no podía ignorarlo.
—¿Puedo saber quién eres?. —tecleé, mi corazón latiendo con fuerza mientras enviaba el mensaje.
Pasaron apenas unos segundos antes de que la respuesta llegara.
—No puedo revelar eso ahora.
Me quedé mirando esas palabras, sintiendo frustración. Por un momento, pensé en dejarlo ahí, en no seguir alimentando este juego, pero antes de que pudiera decidir, otro mensaje llegó.