Vivir por ti (Divergente)

Capítulo 16

Tris

—Annie, sube por un suéter— le pido y ella hace pucheros.— Hace frío, amor.— decide hacerme caso y después de de bufar sube las escaleras.

Tobias toma las llaves de su camioneta y me sonríe delicadamente, aunque eso no me retira el peso de los hombros.

— Tengan cuidado. — le suplico y cruzo los brazos sobre el pecho. Su mano se posa en mi cintura antes de que me bese, intentando transmitirme calma.

— No va a pasar nada, amor. Solo vamos a Navy Pier, de ahí regresamos a casa, ¿vale?

—Aun así. — le rodeo el cuello con los brazos y aspiro fuerte, causando que su aroma inunde mis pulmones. — Prométeme que van a tener muchísimo cuidado.

Me vuelve a besar tiernamente antes de responder, sorprendentemente el tono de su voz apacigua mis nervios.

—Te lo prometo, te voy avisando. Tu también ten cuidado.

—Sólo voy de compras con las chicas.— trato de quitarle importancia mientras encojo los hombros.

—Nosotros solo vamos a Navy Pier.— me imita y ruedo los ojos, sin ocultar la sonrisa que me nace en los labios.

Ambos observamos a nuestra pequeña bajar con una ligera chamarra lila, por lo cual me separo de mi marido y la ayudo a abrigarse.

—Ya sabes, eh, pequeña. No hables con extraños, no te separes ni de tu papá ni de tus tíos y...

—Si me pierdo me quedo donde estoy. Ya se, mami.— asegura con una gran sonrisa.

Sonrío, estos 5 años se me han pasado en un abrir y cerrar de ojos, que recuerdo cuando le rogaba a Tobías que me dejara comer helado combinado con mil y un cosas durante el embarazo.

—Esa es mi niña.— le acomodó el cabello y ella me regala una sonrisa.

—¿Listo para subirte a la noria, papi?— pregunta Annie.

—No creo que sea buena idea que yo suba, princesa. — responde él con una mueca.

Lo veo a los ojos y sonrío, mi marido solo sacude la cabeza y baja la mirada con los recuerdos en la mente, de los principales la vez que la escalamos en el juego de captura la bandera, pero el más reciente es el de la cita que tuvimos bajo las estrellas, con música y un par de copas de vino.

—¿Es buena idea escalarla?

Sonríe y se encoge de hombros.

—Tal vez lo haga.

Levanta a Annie del suelo y la carga con una mano.

—Nos vemos al rato, chaparra. — me dice dándome un beso en la comisura de los labios.

—Adiós, mami.— Annie me da un beso en la mejilla y ambos salen de casa.

Tobias

Veo la camioneta color vino de Uriah y el auto plateado de Zeke en cuanto me voy acercando al estacionamiento del parque. Annie y yo bajamos de la camioneta y ella va directamente con Sam y Juliet

—¿Y Caleb?— pregunto cuando tengo al par de hermanos enfrente de mi.

—No va a venir, tiene unos asuntos que arreglar.— me dice Zeke

—Deben tenernos demasiada confianza como para dejarnos cuidar de pequeñas de 5 años.— dice Uriah

—Yo no soy un asesino serial.—replica Zeke.

—Yo sé cuidar niñas— agrego.

—El único tarta de fresa aquí eres tú. — termina Zeke.