Capítulo extra

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Mark

—¿A dónde vamos a ir?— pregunta Chris mientras le ato la pequeña venda detrás de la cabeza, dejándole el mundo en negro.

—Es sorpresa.— sonrío ante su curiosidad.

—Esto es un secuestro, cual sorpresa.— bromea y suelto una carcajada.— Mark, no sé a dónde vamos y no sé si voy vestida apropiadamente.

Viste unos lindos tejanos de cintura alta y un top blanco ligeramente suelto, sus ligeros rizos oscuros caen sobre sus hombros, haciéndola lucir de manera adecuada para donde tengo planeado llevarla.

—Dios mío, estás perfecta.— aseguro mientras dejo un pequeño beso sobre su nariz, aunque me muero por probar sus labios, pero me detengo al recordar que es la primera cita.

Sonríe y la conduzco con mucho cuidado hacia mi auto color gris, donde una de las primeras sorpresas aguarda.

—Con cuidado, agacha la cabeza.— la ayudo a subir y ella se acomoda en el asiento del copiloto.

Empiezo a conducir con mucha precaución y la chica a mi lado parece emocionada con esto. Música alegre suena de fondo en el auto y nuestra platica no muere en ningún momento del viaje. Observo como los árboles cubren ambos lados de la calle y dejan traspasar algunos rayos de sol.

—¿Ya casi llegamos?— pregunta, emocionada.

—Ya casi, falta poco, no me cambies el tema.— le reclamo riendo y le pico las costillas mientras conduzco con una mano, causando que ella ría.— ¿De verdad mordiste a una chica en secundaria?

—Hey, la tipa no quería decirme lo que me ocultaba, era una veraz y según "Decir una verdad a medias es mentir" y ella no me quería decir.— responde, haciendo las comillas y riendo al recordar el momento en el que sus dientes se clavaron en la piel de la chica.

—Bueno, pues siempre te diré la verdad, no vaya a ser que me muerdas.— replico entre risas.

—Ya cállate y dime a dónde vamos.— me pide mientras pone su mano extendida sobre mi rostro.— Si no me dices te voy a morder.

—Ya llegamos, cálmate.— me bajo del auto y lo rodeo mientras observo su sonrisa ensancharse dentro del auto.

Le abro la puerta del copiloto para que baje y lanzo una última mirada al lugar que he decorado para hacer una linda primera cita, tal y como a ella le gustaría. O al menos eso creo.

Le ayudo a caminar sobre la verde hierba, tomando su mano y un lado de su cintura para que no de un mal paso, y si lo da, estar ahí para sostenerla. Me detengo a unos metros de la zona principal y me coloco detrás de ella.

—¿Lista?— ella asiente y le retiro la venda de los ojos, casi al instante sus manos se dirigen a sus labios, en expresión de sorpresa.

No es mucho, siendo honesto, pero creo que le gusto. Hay un pequeño lago en medio de muchos árboles, el sol da sobre nosotros y el verde resalta por todas partes, coloqué una pequeña manta bajo un árbol y colgué una hamaca, compré helado e hice unos pequeños bocadillos salados. En una jarra hay jugo de naranja, su favorito, y varias flores alrededor.

Hace mucho que no invitaba a alguna chica a una cita, pero con Chris muchas cosas cambiaron, no me empezó a gustar de la nada. Nuestra relación empezó por el trabajo, ya que somos compañeros de oficina. No solíamos platicar mucho hasta una noche en la que se dio una cena en la empresa y fuimos juntos, ya que su auto se había averiado y me ofrecí a llevarla. Después todo se empezó a dar por sí solo, eran pláticas largas, fáciles, algunas profundas y otras totalmente sin sentido. Su forma de ser y de manifestarse me agradaba y para cuando me di cuenta que me gustaba ya era tarde para detener el sentimiento.

—¿Te gusta?— le pregunto rodeándola por los hombros.

—¿Qué si me gusta? Mark, esto es...— sacude la cabeza, emocionada.— fantástico. No puedo creer que hayas hecho todo esto solo por mi, por nosotros.

—Y haría más, solo que es la primera cita... no quería espantarte.— le confieso con la mirada en el suelo mientras revuelvo mis manos con una media sonrisa.

—No lo harás.— asegura.— Me encanta, vamos.— me dice, como niña pequeña a la que le dicen que le compraran el juguete que quiere,y toma mi mano para dirigirnos a la manta que hay sobre el suelo.

Nos sentamos a poca distancia uno del otro y saco el helado de la pequeña nevera que hace que Christina se emocione.

—¿Quien te dijo que me gustaba el helado de cajeta? Eso... pocas personas lo notan.— me dice sonrojándose.

—Es lo que siempre pides cada vez que sales con Tris durante la comida, siempre...— me aclaro la garganta.— siempre regresas con el pequeño botecito a medias.

—Wow...— murmura impresionada, sus ojos brillan con emoción y otro sentimiento que no logro detectar.— Mark...

—Solo me gustaría que me dieras una oportunidad.— la interrumpo de manera tranquila, ella da un pequeño respingo, conmocionada, y tomo su mano.— Cada vez que estás conmigo y me pláticas sobre ti siento que puedo estar todo el día escuchándote, tu voz... maldita sea, tu mirada... todo, me gusta, me vuelve loco.— ella abre los labios para hablar, pero no puedo perder esta oportunidad.— Sé lo que ha pasado contigo durante los últimos años, sé lo de Will, y no prometo ser como él, seguro nunca lo seré, pero sí quiero ser alguien en tu vida, Chris. Quiero intentar y espero que tu...

Todo pasa en cuestión de segundos: una de sus delicadas manos se posa en mi mejilla, ella se acerca, nuestras respiraciones se mezclan y nuestros ojos se conectan.

—Christina...

—Tienes la oportunidad.— murmura y esta vez quien hace que se forme un nuevo universo, quien hace que los fuegos artificiales se enciendan y los mares se agiten soy yo, al tener el  valor de unir nuestros labios.

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Editado 💚

¡Lo sé, chicas! ¡He tardado años pero estoy en época de exámenes y no tengo mucho tiempo! 😭 Espero y entiendan.

¿Qué opinan de Mark? 😍 Es muy lindo ¿No? 😏

Bananas para ustedes

-Dana

Vivir por ti (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora