Capítulo 7

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Tris

Mis manos empiezan a temblar y un montón de emociones me atraviesan el pecho, es como quedarse en shock. Mis manos se tensan y tengo que contar hasta diez para no fingir un desmayo y quedarme aquí arriba, aunque al saber que veré a mi suegra por primera vez desde hace casi 3 años casi causa que mi sistema entero colapse.

—Maldita sea...— suelto entre dientes.

—Tris, le dije del tu embarazo, pensé que estaba bien, a fin de cuentas es mi madre y...— habla de manera rápida y el timbre vuelve a sonar, cortando el silencio de la casa.— Solo quiere vernos, va a ser abuela.

—Lo entiendo.— declaro con voz monótona ya que no puedo reclamarle.

—Te prometo que será poco tiempo ¿si?

—Si, como sea.— me coloco una chamarra ligera en frente del armario, dándole la espalda.

—Tris, ¿estás molesta?— me pregunta suavemente y yo solo soy capaz de sacudir la cabeza, no puedo confesarle que lo único que quiero en este momento es descansar y él llega con la noticia de que mi querida suegra nos hace una visita. Suelto una especie de bufido y bajo las escaleras, siento la presencia de mi marido detrás mío y cuando pongo el pie en el último escalón me hago a un lado para dejarlo pasar.

—¿Por qué no te agrada mi madre?— pregunta en un susurro.

—Porque yo no le agrado a ella y lo sabes, ella preferiría que estuvieras con alguien mejor.— bajo la mirada a mis zapatos mientras hago una ligera mueca con los labios.

—Escucha.— me toma por ambos lado del rostro y alzó la mirada por acto reflejo.— No me importa lo que opine ella, a la que amo es a ti ¿Está bien?— asiento, Tobias me acaricia rápidamente el cabello antes de darme un beso fugaz en la boca.— Recuérdalo mientras parlotea sobre Nita.

Hago un sonido nasal en desaprobación al recordar cuando mi suegra intentó que mi marido tuviera una cita con Nita, hace ya muchos años, cuando ellas a penas se habían conocido.

Tobias abre la puerta, dejando ver a Evelyn Johnson en su total esplendor. Genial. Trae un suéter a rayas y unos sencillos leggins negros en compañía de una sonrisa en el rostro.

—¡Tobias!— exclama con emoción y se lanza a los brazos de su hijo, mi marido tarda un poco en regresarle el abrazo, pero no duda al envolverla en sus brazos.

Se separan y su mirada fría aunque orgullosa me recorre de pies a cabeza, Tobias cierra la puerta, bloqueando mi escapatoria.

—Tris... es...— carraspea y se acerca con paso lento.— es agradable volver a verte.

—Lo mismo digo, Evelyn.— de verdad, no podría estar en Verdad, las mentiras me salen muy fácil.

—¿Y cómo están?— inquiere girando la cabeza hacia su hijo, quien con los nervios reflejados en los ojos nos dirige hacia la sala, donde tomo asiento en un sillón individual.— Me he enterado del bebé, muchas felicidades.— exclama con una gran sonrisa, sobre todo dirigida hacia mi, cambiando totalmente su ánimo conmigo, mientras se sienta en el sillón a mi derecha y Tobias en el que está a mi izquierda.

Lanzo una mirada rápida a Tobias, quien tiene enarcada una ceja y me mira con expectación, sé que él mismo pensamiento cruza por nuestras mentes: ¿De cuando acá Evelyn se comporta así... conmigo? Tan alegre, tan confiada de nuestra relación.

Vivir por ti (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora