Tris
El lunes llega con tranquilidad y una rutina animada. Tobias por la mañana despierta de buen humor, me llena de besos al retirarse; lleva a nuestra pequeña al kínder antes de que se vaya al trabajo, yo paso las primeras horas del día con los quehaceres del hogar; para el medio día ya envié todo lo debido a Matthew, quien llenó la bandeja de mi correo electrónico con lo que tengo que saber para la presentación de hoy.
Antes de salir le mando un par de avances de una investigación respecto al suero de la memoria y cual es el trauma que queda después de que es utilizado en alguien, eso, y aviso a Bodega que se hará un envío del suero de simulación. Salgo de casa con una chamarra encima, ya que el aire frío de estas fechas se cuela por todos lados, causándome escalofríos en cualquier momento.
Recojo a mi princesa del jardín de niños, luce feliz a pesar de que sus ojitos siguen llorosos y su nariz ligeramente irritada a causa de su resfriado. Se cubre los labios con su pequeña bufanda y frota sus manos entre sí para generar un poco de calor. Tose un par de veces antes de que su voz inunde el auto.
— ¿Hoy que habrá para cenar, mami? — se inclina ligeramente desde su lugar.
— No lo sé, mi amor, ¿por qué?— cuestiono mientras doy una vuelta en U camino a casa.
— Quería saber si podía ayudarte a cocinar.— dicho esto estornuda y suspira.
—Oh, cariño.— tuerzo los labios. — No estaré hoy para la cena, saldré; pero le puedes decir a tu papi, estoy segura de que le encantará preparar algo contigo.— le sonrío y ella asiente emocionada.
Llegamos a casa e inmediatamente le mando mensaje a Tobías avisándole que nuestra pequeña quiere preparar algo con él: propone pizza y en cuanto le digo a Annie se emociona y corre a ver a la cocina qué hay. Después de decirle a mi marido que tengo una junta esta noche me dice que intentará llegar más temprano.
Tobias
En cuanto llego a casa siento como todo mi cuerpo se relaja. No fue un día fácil en el trabajo: Ryan, mi jefe, nos anunció su retirada, dejando en claro que terminaba los casos presentes o que se presentaran hasta fin de año y se iba. Así que todo fue barullo después de eso, mucha gente solicitaba verlo para aclarar ciertas cosas, pero eso indicaba más papeleo para mi referente a quienes estuvieran en entrenamiento y quienes comenzarán a laborar el siguiente año.
Abro la puerta y un aroma dulce me acaricia la nariz, anuncio mi llegada pero nadie responde. Sin embargo, escucho el agua correr, lo cual lo tomo como una señal de que mi mujer está en la ducha. Dejo las llaves y mi portafolio sobre la mesa del comedor, me dirijo a la cocina y abro el refrigerador en busca de los ingredientes para preparar una deliciosa pizza con mi muñeca.
Cuando pienso en ella dejo todo y subo las escaleras en su busca. Abro la puerta de su cuarto, esperando encontrarla jugando como siempre, sin embargo, la imagen es totalmente distinta: las cortinas están cerradas, la luz apagada y ella está en la cama, tapada totalmente y profundamente dormida. Voy a su lado y le dejo un suave beso en lo alto de la cabeza, la arropo y salgo silenciosamente.
Me dirijo a la habitación que comparto con mi mujer y veo su atuendo sobre la cama. Un sensual vestido de encaje negro, un par de tacones del mismo color y varios accesorios como aretes y unas pulseras doradas. Me retiro la chaqueta y la arrojo sobre uno de los pequeños sillones qué hay en la habitación.
Me tiro sobre la cama, con cuidado de no mover las cosas de mi mujer, y cierro los ojos dos segundos, antes de que la vibración constante de un teléfono me desespere. Giro la cabeza al ver el teléfono de Tris brillar, lo desbloqueo cuando noto varios mensajes entrar en su buzón. Al igual que los que yo recibí hace poco, varios mensajes escriben la misma palabra, bajo las conversaciones para ver cuántos son pero llego a una que hubiera preferido no ver, pero ahora que la he visto, no la dejaré pasar de lado.
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Vivir por ti (Divergente)
FanficEl día que desperté los problemas parecían haberse difuminado, claro, fuera de mi cuerpo, por que internamente mis órganos estaban destrozados: mis ojos tardaron en acostumbrarse, me alteré por qué no sentía nada, tenía las manos entumecidas y desco...