Nociones básicas para cuidar mascotas

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Si no queréis perderos durante la historia es mejor que sepáis ya un poco acerca de las bestias a las que doy caza.

Probablemente os preguntaréis cómo las encuentro o cómo me encuentran ellas a mí.
Pues es sencillo, cuando una bestia está lo suficientemente cerca de mí como para considerarse un peligro oigo un pitido agudo en el oído derecho, que se va haciendo más fuerte conforme me acerco a la bestia y para cuando la identifico.
No estoy del todo segura de por qué me encuentran ellas a mí (teniendo en cuenta que mi objetivo es matarlas) pero creo que cuando la bruja me convirtió en su cazadora hizo algo para que las bestias más feroces me buscaran y así fuera más fácil matarlas.
Otra manera de saber si hay alguna bestia es viendo las noticias en la tele. Os pongo un ejemplo que me ocurrió. Si una día dicen que un toro salvaje se ha escapado del zoo y ha atacado a más de una docena de personas en un centro comercial ten por seguro que ese toro no se ha escapado y que las ha atacado porque me estaba buscando.

Lo siguiente que debéis saber es que no todas la bestias son iguales, yo las dividí en tres tipos (ya sé que los nombres no son los más chulos, pero tenía prisa cuando se los puse).

Las espías. Son las que no me suelen atacar, y las puedo identificar sin verlas ya que el pitido que oigo es más grave y menos "ametrallante". Solo se defienden y entran en acción cuando ven mis intenciones. Normalmente son las más fáciles de matar.

Las comunes. Estas no me buscan, pero cuando me ven me atacan, no se esconden. Son un poco más difíciles de matar y estas son las únicas que el pitido que noto es "normal". Además son las que más encuentro.

Las asesinas. Estas son las más difíciles. El pitido lo noto cuando están más cerca que con las otras y suele darme dolor de cabeza. Podréis pensar que el notar el pitido más tarde no tiene inconvenientes, sobre todo si hace que me duela la cabeza, os equivocáis. Estas bestias son las únicas que me buscan y son muy difíciles de matar, por lo que no estaría de más que me avisaran antes. Son muy agresivas y fuertes, de hecho alguna vez he tenido que huir yo de las bestias para recuperarme y prepararme (comprendedme, si te enfrentas a un buey siete veces más grande que tú y que se empeña en aplastarte, te cansas de esquivarlo). Por suerte estas son las menos frecuentes.

Imagino que querréis saber qué ocurre después de matar a la bestia. Muy sencillo, se transforma en el animal al que más se parecía y se vuelve inofensivo. Sí, a veces es decepcionante si esa bestia te ha dejado un dolor de cabeza digno de un elefante. Luego dependiendo del animal que sea llamo a la policía, a la perrera o a mi padre para que me diga lo que sería más conveniente.

Otra duda frecuente (vale, lo admito, solo me lo preguntó mi mejor amigo) es cómo mato a las bestias.
Depende del tipo de bestia hay que matarla de una manera o de otra.
La espías las matas clavándoles algo grande en la parte de detrás del cuello (teníais que verme la primera vez probando todo lo que se me ocurría, y como cuando lo conseguí no me fijé dónde se lo había clavado, tuve que enfrentarme a cuatro bestias más de este tipo para darme cuenta). Con las comunes, con que hagas algo que mataría a cualquier animal o persona basta: puedes ahogarlas, atravesarles el corazón, quemarlas... La cosa es que se mueran. A las asesinas tienes que cortarles la cabeza (es muy desagradable, ya lo sé), el problema es que tienes que conseguir acercarte a ellas y que no te maten (que ya tiene mérito).

También es importante saber que siempre llevo un arma encima. Un cuchillo, pero no uno de cocina (sería gracioso verme atacar a bestias gigantes con cuchillos de cocina, ahora que lo pienso), sino uno con la hoja tan larga como mi antebrazo, aunque poco pesado (no sé de dónde lo sacó mi padre, pero es perfecto). Lo puedo plegar metiendo la hoja en la empuñadura, que es lo suficientemente grande como para ocultarla entera. El problema es llevarlo encima. Cuando tengo colegio lo llevo en la mochila y punto, pero el resto del tiempo tengo que colgarme una correa a la espalda donde lo puedo enganchar, por supuesto la correa la llevo bajo la camiseta para que no me la vean. Al principio era bastante incómodo, pero ya me he acostumbrado, y siempre llevo camisetas anchas para taparlo. Mi mayor problema es sacarlo, para hacerlo parece que me da un calambre, pero como tengo el aviso del pitido por lo menos me da tiempo a estar armada cuando llegue a la bestia. Cuando "salgo de caza" (voy a buscar las bestias de las que me he enterado gracias las noticias) llevo dos cuchillos en lugar de uno en dos correas atadas a las piernas (me aseguro de ir en coche o de que nadie me vea, no quiero que crean que soy una lunática o una asesina en serie). Para que no me vean matar a las bestias las suelo llevar (hacer que me persigan) a un lugar donde estemos solos y no puedan destrozar nada o herir a nadie.

Esto es todo lo que necesitabais saber. Ahora sí, es la hora de contaros una larga historia. Una historia que cambió mi vida, una vez más.

Cazadora Solitaria [CS#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora