34: Hasta muerta soy fabulosa

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Pensaba que el viaje con Hermes no me había afectado, hasta que nos soltamos las manos y me caí de cara contra el suelo.

-Jouch -se quejó Raul, mientras nos levantábamos, frotándonos la nariz.

-Muchas gracias -escuché que le decían el líder y Selene al dios.

Cuando dejamos de sentir hormigas en la nariz nos acercamos a nuestros amigos, que estaban ya mezclados con los demás cazadores y familiares.

El primero en vernos fue Oliver, que sonrió y se nos acercó, evitando ser aplastado por un grupo de hindúes que se abrazaban muy emocionados.

-¿Muy mareados? -preguntó sonriendo, parecía demasiado contento.

-Y doloridos -respondí-. Tu por el contrario parece que vas drogado.

-Esa era Tala, estoy seguro -dijo poniendo los ojos en blanco. Volvía a se él-. Me he caído de espaldas contra la pared y el golpe me ha dejado un poco grogi, además estoy cansado. Mala combinación.

-¿Qué se supone que vamos a hacer ahora? -preguntó Raul, antes de que yo pudiera hacer nada.

-¿Dormir?

Si no estuviera dentro del cuerpo de Raul habría acariciado a Oliver, pero no iba a quedar muy bien.

Una mano se posó en nuestro hombro, y nos asustó tanto que casi le pego un tortazo al girarme. Sí, lo del tortazo fue voluntad mía.

-Supongo que querréis que os separemos antes de que tengáis que ir al baño, ¿no? -nos preguntó Selene, retirando la mano de nuestro hombro.

A Oliver le entró la risa tonta, así que tras darle una palmada en el hombro decidimos seguir a la bruja.

Nos llevó dentro del campamento, hasta la Sala de Planificación.
Parecía que habían pasado siglos desde la última vez que estuve allí.

Allí estaba también el líder, junto a mi cuerpo, lo que era bastante siniestro.

Me acerqué a mí misma.
Tenía la piel aún más pálida de lo normal, los labios entre abiertos y los ojos cerrados. Mi pelo estaba enredado y despeinado, tenía alguna que otra mancha de sangre, tanto en la ropa como en la cara.

-Estoy fabulosa hasta muerta -comenté irónica, haciendo que Raul se diera una palmada en la frente.
Supongo que para Selene y el líder la escena tenía que ser bastante confusa.

-Técnicamente no estas muerta -apuntó la bruja.

-¿Qué tengo que hacer para volver a estar viva en mi cuerpo? -pregunté, buscando mi pelo largo para darle vueltas, aunque no pude.

"¿Tanto te disgusta el mío" me preguntó Raul mentalmente.

"Oh, calla, ya hablaremos de eso"

"No sé cómo interpretar tu respuesta"

Preferí no responderle.

-Bueno -comenzó Selene-, tú, Tala, no te acuerdas, pero meterte en el cuerpo de Raul fue costoso. Así que sacarte de ahí no será mucho más fácil.

-¿Es el mismo proceso que usamos para meterla en mi cuerpo? -preguntó Raul.

El líder y Selene negaron al mismo tiempo, lo que resultó casi cómico.

-En el submundo estábamos en el lugar donde se encontraba el alma de Tala, así que era más fácil el proceso.

-¿Deberíamos asustarnos? -pregunté, un poco nerviosa.

-Eso depende, ¿cuánto podéis aguantar la respiración? -inquirió el líder, enarcando una ceja.

Lo siguiente que recuerdo es encontrarme en una sala que no había visto nunca antes, con una especie de piscina redonda muy pequeña, pero muy muy profunda.

Cazadora Solitaria [CS#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora