Lo que no habíamos tenido en cuenta era que existía un hostal llamado la Guarida de la Bruja.
-¿Dónde estamos? -preguntó Buse, cubriéndose la cabeza con la cazadora negra que llevaba, ya que estaba lloviendo a mares.
Oliver dio una vuelta sobre sí mismo y miró fijamente el hostal que teníamos delante.
-Aquí solíamos parar cuando volvíamos de visitar a nuestros abuelos en Francia. Estamos en los Pirineos -nos explicó. Se acercó a mí y usó su cazadora de cuero negra para taparnos a los dos.
-Más cerca de Francia, que yo sepa -añadió Fin-. Canfranc está más en los Pirineos aragoneses que esto, ¿no?
Oliver negó.
-Estamos justo en España, de echo aquí hablan en su mayoría español, pero algunos empleados te hablarán en francés.
-¿Hay algún pueblo cerca? -pregunté.
-No, este sitio está en mitad de la nada.
-Y tendremos que esperar veinticuatro horas para poder movernos -observó Zoe, que se estaba mojando entera, ya que ella no llevaba chaqueta.
-Deberíamos entrar a ver si nos pueden dar alguna habitación -propuso Buse-, si solo podemos esperar mejor hacerlo secos que mojados.
-¿Llevamos dinero? -preguntó la arquera, metiéndose bajo el porche del hostal.
Fin negó.
-Pero no creo que haga falta -dijo Oliver-, la última vez que estuvimos aquí Lara y yo no pagamos, la dueña salió a recibirnos y nos dijo que notaba algo raro en nosotros, y que nos dejaría estar gratis, aunque parecía saber más de lo que decía.
-Este es territorio de brujas -recordé-, pensaba que solo eran leyendas, pero es muy probable que sean reales.
-Podría ser peligroso, nuestra enemiga es una bruja -observó Buse.
-Pero si estas están de nuestra parte nos podrían dar pistas muy valiosas -dijo Fin.
-No nos atacaron ni a mi hermana ni a mí -dijo Oliver-, de echo nos ayudaron todo lo posible, no creo que nos hagan nada.
Se vieron unos rayos a lo lejos.
-¿Qué hora es? -preguntó Zoe- Está tan nublado que es imposible saber si es de día o de noche.
-Las ocho y media de la noche -respondió Fin mirando un reloj que llevaba escondido en su chaqueta negra.
-No estoy segura de si deberíamos entrar -dijo Buse, desconfiada.
Los rayos empezaron a caer cada vez más cerca. No oíamos nada que no fuera la tormenta.
-¡No os quedéis ahí fuera ahora que la tormenta se ha enfurecido! -gritó una mujer bajita y regordeta con acento francés desde la puerta del hostal, Zoe dudaba si acercarse o no.
Oliver me empujó para que entrara con él, sin dejar de cubrirme y Buse y Fin nos siguieron, Zoe fue la última en entrar y la mujer cerró la puerta de golpe y puse tres cerrojos distintos. Luego murmuró unas palabras y el metal de estos se hizo más grueso.
-Ya nada podrá entrar -dijo girándose hacia nosotros. Tenía la nariz pequeña y los ojos muy azules, su pelo era muy corto y marrón. Llevaba una falda negra larga y una blusa amarillenta.
-Muchas gracias -dijo Fin.
Todos estábamos chorreando, y la mujer nos estudió a todos detenidamente. Finalmente se paró en Oliver, sus ojos se iluminaron.
ESTÁS LEYENDO
Cazadora Solitaria [CS#1]
AdventureSoy Tala. Por si mi vida no era ya lo bastante rara cuidando las "adorables mascotas" de una bruja con la que hice un trato con ocho años, esperad a ver lo que el destino tenía planeado para mí cuando cumplí los dieciséis. Si ser una cazadora nunca...