Primer problema: entrar en los calabozos desde fuera.
Estos se encontraban en la parte de atrás del castillo y no podíamos ver a los gemelos, pero oíamos el jaleo que montaban.
-¿No decías que esta era la entrada más sencilla? -le pregunté a Rocío cuando llegamos junto a la pared del castillo que en la parte baja tenía una hilera de barrotes que nos llegaban por las rodillas.
-Y lo es -repondió quitándose la camisa de cuadros roja que llevaba encima de una negra sencilla-. Estos barrotes son más fáciles de doblar de lo que parece.
Cinco minutos más tarde estábamos todos tirando con todas nuestras fuerzas para doblar los malditos barrotes con la camisa enrollada de Rocío. Y no, no funcionaba.
-Juraría que era así como lo hicieron -murmuró mi mejor amiga dejando de tirar.
-Lo que hicieron fue abrir la verja, aunque no tenéis la llave -respondió una voz masculina desde dentro, sobresaltándonos.
Fin se agachó tratando de ver a la persona que había hablado y cuando se tumbó en el suelo apareció delante de él la parte de arriba de una cabeza cubierta por largo pelo rubio rizado y brillante, y unos ojos azules como el cielo.
-¿Puedes ayudarnos a entrar? -preguntó Fin.
-Sí, pero no por aquí o yo ya me habría escapado -respondió mirándonos a todos con curiosidad-. Vaya grupo más extraño, parece que quisierais atracar un banco.
-No digas eso delante de los gemelos o lo intentarán -susurré para nadie en concreto, aunque por la sonrisa que asomó de sus labios supe que Oliver me había oído.
-¿Cómo entramos? -preguntó Zoe mirando a su alrededor.
-Espero que no os den miedo las alturas -cuando negamos con la cabeza continuo-. Creo recordar haberle escuchado decir a uno de los guardias que hay aspilleras por la parte baja del castillo, claro que ahora que lo pienso son demasiado estrechas como para que alguno de vosotros pueda entrar.
Antes de que ninguno pudiéramos decir nada Oliver y Buse se transformaron en sus animales.
-¿Crees que alguno de ellos podría entrar? -le pregunté a nuestro posible nuevo aliado.
Él miro durante unos segundos a Oliver y luego asintió.
-No estoy seguro de que el búho pueda pasar por el hueco, pero id los dos por si hay guardias, ya sabéis.
-¿Luego cómo lo haríamos los demás? -pregunté.
Oliver volvió a su forma humana.
-Trepad hasta la ventana más cercana, os la intentaremos abrir -me miró a los ojos tan fijamente que pensé que quería leerme la mente o algo por el estilo.
Incómoda aparté la mirada y asentí.
-Ya que a los que quedamos aquí se nos da bien, empezaremos a trepar cuando hayáis llegado a esa ventana -Fin, que ya estaba de pie, señaló una que estaba justo encima de nosotros-. Dad unos toques en ella para que lo sepamos.
Buse y Oliver echaron a volar y desaparecieron de nuestra vista.
-Espero que no se encuentren a muchos guardias -dijo el desconocido al cabo de un rato.
-¿Cómo te llamas? -preguntó Rocío, sentándose en el suelo.
-Benjamin -respondió simplemente.
-Está claro que español no es, ¿cómo nos entendemos? -dije sentándome al lado de mi amiga.
-El submundo y sus cosas -Rocío no apartaba la mirada de Benjamin-. Me resultas muy familiar, ¿te he visto antes?
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Cazadora Solitaria [CS#1]
AdventureSoy Tala. Por si mi vida no era ya lo bastante rara cuidando las "adorables mascotas" de una bruja con la que hice un trato con ocho años, esperad a ver lo que el destino tenía planeado para mí cuando cumplí los dieciséis. Si ser una cazadora nunca...