Month one - Hope.
Alejandra.
Veo el reloj de mi muñeca justo al entrar al hospital, son cinco para las tres, llego a tiempo para la hora de visita. Hoy me toca quedarme.
Desde aquella vez, al día siguiente llegó la madre de José, mi suegra, se quedó pasmada al ver que era yo quien estaba cuidando de él, tuve que confesarle que ya sabía la verdad, que si me había molestado el hecho de que me hayan tenido que mentir pero que les perdonaba. Entonces nos pusimos de acuerdo para turnarnos en quedarnos una semana entera cada quien, para que sea válido, igual nos mantendríamos al tanto si en dado caso José daba alguna señal.
También le venían a ver sus amigos, juxi, laura, luis, ryan, strecci y yayo, que eran los más cercanos a él, incluso venía mi mejor amiga Fabiola, quería enterarse sobre cómo me encontraba yo y que si José estaba bien, si había algo novedoso pero siempre le daba la misma respuesta:
-Aún no pero sigo con la esperanza.
Y vaya que sí, tenía la esperanza y fe de que él en algún momento inoportuno abriese sus hermosos ojos, que por fin pudiese escuchar su voz pronunciar mi nombre diciéndome que me quiere, inclusive quería escucharlo decir que estaba tan agradecido porque tanto yo como su familia, estuvimos pendiente de él, eso, incluyendo a sus amistades.
Esto es muy difícil y tedioso ¿saben? Más por el hecho de ir a trabajar y justo a la hora de salida, tomar un taxi para poder llegar rápidamente al departamento para ponerme ropa cómoda que me cubra bien dado a la situación que puedo pescar algún resfriado o alguna enfermedad de extraña procedencia que seguramente tenga posible cura o quizá no, añadiendo que debo dejar dinero para que fabi surta el refrigerador y gabinetes con comida, además de comprar productos domésticos, etc. Y así tomar otro taxi que me lleve al hospital, a veces llego a la hora exacta, a veces antes, dependiendo del tráfico, aunque a veces yayo se ofrece a llevarme en caso de que vaya a salir a algún lugar con mi mejor amiga.
En fin, volviendo a lo anterior, me dirige al elevador, no había problema por ello ya que me conocían desde que empecé a venir para cuidar a mi novio, justo al oprimir el botón "PB" las puertas del elevador se abrieron, encontrándome con Angie y Rodrigo, mis cuñados, ellos también venían de visita cada que podían, era lógico, es su hermano ¿quién de corazón tan frío y duro no se preocuparía por alguien de su familia? Oh claro, los insensibles, hipócritas y soberbios.
-Hola guapos.- les saludé a ambos con un beso en la mejilla.
-Hola guapa.- saludaron ambos.
-¿Cómo están?
-Bien, gracias.
-Aunque él aún no da señal de nada.- dice Rodrigo refiriéndose a su hermano.
-Entiendo... pero, no pierdo la esperanza de que algún día abra los ojos, reaccione o algo.- digo.
-Lo sabemos ale- sonríe Angie- bien no te quitamos el tiempo, debemos irnos, mi mamá nos requiere en la casa. Por favor, cualquier cosa háznoslo saber ¿sí?- suplica.
-Claro que sí.- asiento.
-Hasta luego.- dicen ambos y se despiden de mí con un beso en la mejilla.
Entro al elevador, oprimo el botón número tres y las puertas se cierran, hay una música de fondo que es una simple melodía a violín la cual arrulla en cuestión de segundos, eso no es lindo, el elevador se detiene en el segundo piso, se abren las puertas y entra un enfermero, de mi estatura, aperlado, cabello castaño y bigote del mismo color, pude visualizar que tenía unos ojos miel sumamente hermosos, el tipo era atractivo, más con verle esa cabellera alborotada.

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The Reason.
Romance« Existe el amor de tu vida y el hombre de tu vida. Pero ¿cómo te sentirías tú sí lo conoces mediante un sueño largo que te dejó una borrachera? » Cualquier copia, adaptación o plagio hará que te denuncie. Todos los derechos reservados. -JDTrouble.