Afterword.

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Finale scene.

First madness and after silence.

Calamity bar, sábado 12:47am.

La música retumbaba a morir creando un espléndido ambiente en el lugar, la pista estaba sobrepoblada de gente que bailaba en su apogeo al son de la musica electrónica, las mesas igualmente en las cuales se podía percibir el como reían a carcajadas y bebían cerveza tras cerveza, el resto bebía vodka, whisky, tequila, picapiedras, palomas, etc.

Por otro lado, estaban los chicos jugando beer pong muy animados mientras fumaban y bebían a su vez, un grupo de personas que ellos desconocian totalmente habian formado un círculo a su alrededor, mirándoles atentamente a cada uno de sus movimientos y facciones. La competencia estaba reñida, estaba en la cúspide.

Se trataban de José y jux, ambos iban empatados por dos vasos pero antes de proseguir, al pelinegro de metro noventa quien también era denominado de otras formas, se le ocurrió una magnífica idea pese a que ya el alcohol había empezado a reinar en su organismo, así es, estaba ebrio al igual que el resto, incluyendo a su chica que no dejaba de verle sonriente pero sin duda con deseo. No estaban en sus cinco sentidos y quizá lo más estúpido y absurdo que llegasen a apostar para el día siguiente lo olvidaría pero no importaba, él quería salir de aquel lugar victorioso.

Claro, cuando viesen la hora de irse.

-Juxi hijo de la gran verga- se carcajeó al terminar de decirlo- ¿qué te parece si apostamos?- meneó las cejas- para hacerlo más interesante.

-¿Apostar? ¿Qué quieres apostar? ¡Perdedor!

Aquello último que el castaño pronunció logró que todo el círculo hiciera bulla, causando que el pelinegro frunciera el ceño con molestia ¿cómo se atrevía a llamarle perdedor? ¿Quería que así fuesen las cosas? Está bien, él sería peor.

-No cantes victoria aún mi borracho amigo.

-Di lo que quieras, sabes perfectamente que te voy a ganar.

-Si yo gano, te rapo bato, además serás mi sirviente lo que resta del mes y ya sabes como soy culero.- dijo omitiendo lo que éste recién le decía.

-Y si tú pierdes, lo haré yo mientras te martirizo con mi novia comiendo... mayonesa y claro, serás mi sirviente.- finalizó esbozando una sonrisa llena de malicia.

José asintió y tragó saliva con miedo, obviamente él no podía perder, amaba su cabello pero sin duda alguna detestaba la mayonesa, no podía verla, le causaba repugnancia, tan sólo imaginar aquel hecho le causaba horror. Tenía que ganarle a su ebrio mejor amigo costase lo que costase.

-Va, acepto.- accedió y estrechó su mano con la de él.

Yayo salió del círculo para hacerla de anfitrión.

-Bienvenidos sean todos a la batalla del año- inició animadamente- estamos aquí para ver quien lo pierde todo, si nuestro amigo pepe el poste o si nuestro amigo el ebrio cochino alex jux. ¿Quién creen que vaya a ganar?

Todos gritaban el nombre de José y otros el de jux, estaban divididos, ryan se dispuso a rellenarles los vasos para que empezasen desde cero y causara más entretenimiento a la muchedumbre que aclamaba por ambos.

-Tres... dos... ¡empieza pepa!- ordenó el pelinegro delgado.

Ocho vasos tenían cada uno de su lado pero sólo uno sería el ganador, José le dio una buena calada a su cigarro mientras pensaba cómo sería su tiro para poder hacer que su amigo bebiese, el humo se expandió a su alrededor y tiró la pelotita de ping pong hacia un vaso aleatorio de su contrincante logrando así, encestar en el.

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