Scene thirty seven.

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Month four - Wake up.

Parte I.

-Finalmente hemos logrado estabilizar al joven Salazar, el peligro ya pasó, aún hay esperanza de que él despierte. Seguiremos viniendo cada media hora para revisarlo y comentarles si hay otra novedad pero no en este momento, así que lo más recomendable de mi parte es que viniesen algo más tarde de visita para verlo, vuelvo a repetir, él ya está estable, así que no hay de qué preocuparse, es todo de mi parte, permiso.- dio a saber el doctor una semana después del suceso en el que José había convulsionado, cosa que puso en riesgo su vida. Esa noticia de que él ahora estaba bien había caído bien a todos ¿cómo no? El simple hecho de imaginar que llegaría a suceder lo contrario, dolía como si de cuchillas desgarrando tu piel poco a poco se tratase.

« Un día inoportuno en el que tú no estés por cuestión laboral o quizá por alguna enfermedad que pescaste, él abrirá sus ojos para ver su alrededor, va a cuestionarse "¿que diablos hago aquí?", le harán saber la verdad... él va a preguntar por ti, llegarás a ir y lo primero que hará será besarte y recordarte lo mucho que te quiere, pero mientras no le pidas a Dios y sigues con tus negatividades, cariño, mejor vete que nada bueno aportas a su familia y a él. ¿Quién quisiera en su vida a alguien que se la pasa martirizándose con pensamientos nada sanos que perjudican su autoestima? Obviamente nadie. Siente cabeza y siga pensando que él va a despertar porque así será, volverá a retomar su vida de siempre y todos, incluyéndolo, serán felices; eso es lo que quieres ¿no? Entonces dígale a su mente que deje de joder y atormentar si no le va a traer nada bueno para beneficiarle y subirle un poco el autoestima, porque no es lo que necesita ahora en una situación tan... delicada como esta. Ya tiene veintiuno, ya está grandecita para saberlo y hacerlo, no para sus ataques de paranoia y que se dice que no habrá solución, ajá... duele cariño pero también no lo tomes tan a fondo que mire allá arriba hay un Dios y él sabe cuando es el momento en el que todo lo que ha sufrido se recompensa... recuerde muchacha: después de la tormenta viene la calma. » le llegó a decir una enfermera cuyo nombre era Selena pero muchos la llamaban: Selly.

Y vaya cuanta razón tenía en decirle eso a alejandra.

La vida es cruel a veces pero es por algo. No siempre todo va a estar entorno a uno y será color rosa, no ¿entonces qué chiste tendría? Ninguno.

Los errores, las experiencias, traiciones, hipocresías, mentiras, verdades, infidelidades, desamores, amores de una noche, esa tan hablada y habitada friendzone, desilusiones, nostalgias, el hombre de tu vida, el amor de tu vida, etcétera, alguna vez en esta vida tendremos que vivir de ello y no digo que de un tiro en menos de un mes, no, todo a su debido y correspondiente tiempo.

Y sirve de ayuda para saber elegir a quienes dejas en tu vida y a quienes los sacas de ella.

Del error se aprende...

Hay que confiar y si todo sale mal, eso nos va a pasar por ser confianzudos.

¿Cómo tener el descaro de pedir una merecida recompensa si no hacemos nada por obtenerla?

*-*-*-*-*-*-*-*

José.

Abro los ojos de golpe, miro mi alrededor y para mi sorpresa, da la casualidad de que estoy en una camilla y de hospital, eso me saca de onda en demasía ¿qué verga hago yo aquí?

Veo por el rabillo del ojo, en un sofá de mediano tamaño de cuero negro, logro visualizar un cuerpo de una fémina en posición fetal, creo si no me equivoco es mi madre... ¿cuándo se tiñó el cabello pelirrojo? ¿Qué pedo?

-¿Mamá?- cuestiono algo audible sin moverme aún de la camilla y parpadeo repetidas veces.

-¿Ajá?- la escucho articular con voz ronca y soñolienta, pareciera que le daba igual.

-¡Hey! ¡Te estoy hablando!- fruncí el ceño, el hecho de que me ignoren no me agrada del todo.

-Ya cállate José- gruñe y guarda silencio, no pasa el minuto y se levanta de golpe para dirigirse a mí y sí, en efecto, es mi madre- ¡José! ¡Hijo! ¡Al fin! ¡Despertaste!- exclama entusiasmada y me abraza, cosa que no tardo nada en corresponder- mi amor no sabes cuanto pedí a Dios para que llegase este día.- solloza en mi hombro, dejándome estático.

A ver, a ver ¿qué chingados sucedió?

Y no, no perdí mi memoria, de ser así, seguro y no tendría idea de que es mi madre quien me está abrazando en estos momentos.

-¿Cómo está eso?- le pregunto al soltarla y verle fijo, mi ceño está fruncido- no entiendo.

-Estuviste en coma.- responde de un tiro, sus ojos brillan tanto y sus mejillas se ven húmedas por las lágrimas que no dejan de brotar de sus ojos.

-Fue poco ¿cierto?- enarco una ceja.

-Hoy son cuatro meses, hijo.

-¡¿Cuatro meses?!- exclamo, mis ojos se abren de par en par como platos y me incorporo en la cama impresionado- ¡verga!- le miro absorto.

-José, ese vocabulario- me regaña.

-Lo siento mamá pero... es que, no lo puedo creer.

-Créelo- dice- ahora, relájate, te hará daño que te llegues a exasperar.

Asiento y obedezco.

-¿Sabes cómo ocurrió?- rasco mi cabeza con cuidado pues tengo el catéter en la mano derecha y arde como los mil demonios esta madre.

-Accidente automovilístico, tu amigo am ¿juxi?- enarca una ceja- sí, él... iba bajo las influencias del alcohol y al aparecer fue a máxima velocidad que se estampó con otro auto y tú sufriste las consecuencias.- tras terminar, cubre su rostro el cual bañó en lágrimas-. No sabes como he sufrido junto a tu tía... tus hermanos y hasta tu novia.

"Tu novia" resonó en mi cabeza... ¡Alejandra! Joder ¿cómo estaría ella?, aguarden un momento ¿ella vino a verme? ¿De verdad?

-¿Mi novia?- ella asiente- ¿hablas en serio?

-¿Qué te hace dudarlo?- descubre su rostro y limpia las lágrimas con el dorso de sus manos. Me mira desconcertada.

-Recuerda que la última vez que estuve en el hospital por... no recuerdo bien que fue, que duré una semana y tanto, mi ultima novia no soportaba el hecho de venir a verme y me dejó.- hice una mueca.

-Pero ésta no.- se apresura a decir.

-Debo ver para creer mamá.

-¿A qué te refieres?

-No le hagas saber a nadie que he despertado- pido pacífico.

-¿Bromeas? ¡Estás demente!- niega con la cabeza- no José, no te haré caso- se cruza de brazos.

-Puedes decirle a mi tía Mary, a mis hermanos, incluso a mis amigos pero no a ella... quiero... quiero comprobar lo que me dijiste- relamo mis labios viéndole fijo.

-Cuatro meses de espera para que salgas con tus cosas José, estás loco.

-Es fácil para ti decirlo porque no estás en mi lugar- espeto- y si te pido ese favor es porque yo mismo quiero comprobarlo, te opones como si ella a la hora de saber que tuve que fingir más me terminase por odiar- pongo los ojos en blanco.

-¡Haz lo que quieras pero a mí no me metas!- me grita molesta pero no al grado de que se escuche afuera.

-¡No lo haré!- suspiro para mantenerme relajado- lo prometo.

-La vas a lastimar hijo- hace una mueca- si supieras que hasta tuvo que regresar de un viaje de negocios debido a que el mes pasado convulsionaste y puso en peligro tu vida... estuvo todo el tiempo contigo... tuvo que faltar al trabajo para cuidar de ti- toma mi mano- ha sufrido tanto ¿y tú sales con esa barbaridad? Piénsalo.

-Mamá...- digo- yo... me he confiado de miradas y he aprendido a decepcionarme... una más y no podría.

-Pero...

-¿Ximena? ¿Con quién hablas?- la interrumpió...

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Se siente feo que sólo voten y no comenten</3.

-JDTrouble.

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