Scene fifty one.

376 33 11
                                    

All I want is you...

—Yoss le dijo a strecci que estamos casados y él se lo dijo a José.— musitó yayo mirándole perplejo.

—¿Huh?— le miró desconcertada.

—Yosselin le dijo a strecci que estamos casados y él se lo dijo a José.— repitió.

—Ahora ya veo porque josé me lo preguntó.— mordió su labio inferior.

—Y le contestaste que no ¿cierto?— asintió— perfecto pero eso no es todo, él hace unos momentos me llamó y me dijo que por tu culpa él y ale discutieron, y que no se hablan para nada.— sonrió de lado.

—Esos dos cuando no discuten.— puso los ojos en blanco.

—Pues tenían bastante que no lo hacían y su relación iba bien pero con esto no; siendo sincero no tengo la más remota idea de si ya tienen mucho o poco de no hablarse.

—Eduardo... tranquilízate ¿quieres? No creo que haya sido para tanto.

—Oye, no quiero que por culpa de esto esos dos terminen algo verdaderamente hermoso.

—Relájate ¿sí? Seguro de regreso para acá los veamos reconciliados, ya sabes como son amor, discuten un momento y al rato se contentan— sonríe tomándolo de la barbilla— no pienses en nada negativo y créeme cuando te digo que esos dos van andar de melosos— besó sus labios— te quiero Eduardo.

—¿Y qué si no?— cuestionó evadiendo aquella ultima demostración de afecto hacia su persona— escucha, tengo ya bastante de conocer y ser amigo de José, su último noviazgo no fue nada lindo, y con este... joder, con esta relación que tiene con tu mejor amiga se ve diferente, le ha sentado demasiado bien y no quiero que por esta decisión que tomé de mantener en secreto nuestro matrimonio, esos dos terminen, mucho menos cuando hace nada pudieron estar juntos y salir luego de que él estuviese en coma durante cuatro putos meses.

—Yo no sabría qué hacer si es lo contrario... no lo pensé.

—Sólo piénsalo mi amor, además— suspiró— no me gustaría ver a ambos tristes, tan distantes uno del otro. Diablos, no me gustaría nada de eso.

—A mí tampoco cielo, a mí tampoco.— corroboró.

*-*-*-*-*-*-*-*

—Está bien hermano, en cuanto aterrice te veo ahí mismo para tomar ese vuelo a veracruz... no, no creo que haya problema con ella... sigue enojada conmigo... ¿qué? Estás demente... no... ya veré qué hago... no mames, por supuesto que no pensaba en eso... en cuanto esta madre aterrice te cuento que pedo... sí, sí, allí los veo... ya te dije que veré qué hago... ajá, adiós.— finalizó la llamada—. Juro que veré cómo me las arreglo con ella.— hace una mueca.

Del bolsillo de su pantalón sacó sus audífonos y los conectó a su celular para escuchar música a un volumen alto en lo que restaba del viaje mientras tomaba una siesta.

Mientras que por otro lado, ella lo visualizaba desde su asiento cerca de la ventanilla, así es, ese par no iban juntos, están por su lado, para lo único que José le habló fue para que se apurase en cuestión de salir con todo y equipaje del hotel pues para su desgracia, tenían que estar ahí antes de la hora de que su vuelo saliese a lo que ella sólo respondió con un "ya casi, falta poco" para que de ahí en fuera, ya no se dijesen más; le miraba atentamente, incluso lo escuchó por unos milísegundos, pero no le tomó tanta importancia ¿para qué? A ella no le incumbía en lo más mínimo, ahí no la requerían para nada.

Hizo una mueca, honestamente, aunque él pudiera pensar que ella seguía molesta, que no quería hablarle como él lo hacía, se equivocaba, ella ya no quería seguir así, tan distante y sin hablarse... le necesitaba para complementarla, para hacerla sentir mejor, alegrarla con tan sólo escuchar de su parte un "te quiero" de manera inoportuna, tomarse un par de fotografías en los sitios menos adecuados para ello aunque a éste no le pareciese una gran idea, necesitaba abrazarlo y besarlo, necesitaba de su compañía para no sentirse tan sola... tan vacía.

The Reason.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora