Fire meet gasoline.
-¿Ya viste amor? ¡Parecen tocinos colgando!- musitó señalando hacia el techado del centro comercial, de el colgaban listones en tono rojo y plateado, además de que estaban en forma ondulada, por ello José le encontraba un parecido a tocinos.
Ella rió.
-¿Qué diablos?
-Es que míralos bien, parecen tocinos.- insistió pero ahora riendo.
-Que ocurrencias las tuyas José.- negó con la cabeza.
-Eh... quizá pero, no me vas a negar la existencia del fenómeno ovni.- meneó las cejas.
-No estamos solos en este mundo, es lógico.- apoyó.
-Turururutu.- emitió él haciendo ademanes con las manos.
-¿Qué harías si te toparas a uno?- preguntó.
-Um, no sé... decirle como ¿vienes en son de paz o qué chingados?- se carcajeó- no es cierto, la verdad, no tengo puta idea. ¿Y tú?- volteó a verla.
-Seguro y grito del miedo- se encoge de hombros- estoy igual que tú, no sabría qué hacer.- hace un puchero.
-Te van a raptar por chaparra y chula.- besa su mejilla.
-A ti, por guapo.- entrelazó su mano con la de él.
Llegaron a la tienda vans, ahí José compraría un par camisetas, con eso de que tiene ciento sesenta, para terminar poniéndose las mismas o a menos que ya las haya usado mucho antes y uno lo duda.
-¿Y si compras este amor?- sugirió alejandra, un suéter de mezclilla con capucha negra y mangas del mismo tono.
-Hm- se frotó la barbilla- no está mal, me gusta.- lo tomó.
-Es talla grande.
-Me queda.
Luego de recorrer la tienda, a fin de cuentas José terminó comprando aquel suéter que su novia le sugirió y tres camisetas, una en tono azul marino y otra en tono rojo, la otra era de vestir en tono gris pero esa última la compró en otra tienda. Fueron hacia otras tiendas, una de ellas: Charlotte, ahí alejandra compró un vestido strapple con vuelo en color melón, una blusa de encaje blanca de manga larga, junto a unos leggins azul rey, incluyendo accesorios, usaría ese segundo conjunto para cuando fuesen al Times Square por la noche. Así es, él le propuso ir y ésta aceptó.
Para ser el primer día en Nueva York, todo iba de maravilla ¿y al anochecer? Seguro iban a pasarla mejor.
*-*-*-*-*-*-*
La tarde-noche llegó, ambos regresaron al hotel, lo primero que hicieron al entrar a la habitación, fue dejar las bolsas de sus compras en el sofá y soltar un suspiro, más sin embargo aún les quedaba energía, cuya utilizarían primeramente para elegir su ropa para ir al Times Square, aunque también para ir a cenar.
José la tomó desprevenida y le robó un beso, cálido y tierno que ella no dudó en corresponder, tomando de su cabello y él de la cintura apegándola más a su cuerpo.
Y gracias a ese beso tan lindo, acabaron en la recámara.
« Es peligroso dejarse llevar por el amor pero quiero quemarme contigo esta noche. Hiéreme. »
Los besos ascendían de tono, volviéndose de tan tiernos y cálidos, a unos más intensos llenos de pasión, provocando que su ritmo cardiaco aumentara. La ropa empezaba a estorbar, como un objeto que sabes que no te hace falta y prefieres desechar para no tenerlo de relleno.

ESTÁS LEYENDO
The Reason.
Romance« Existe el amor de tu vida y el hombre de tu vida. Pero ¿cómo te sentirías tú sí lo conoces mediante un sueño largo que te dejó una borrachera? » Cualquier copia, adaptación o plagio hará que te denuncie. Todos los derechos reservados. -JDTrouble.