Scene thirty nine.

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Don't lose your faith in me.

Me ve y se ríe, sus mejillas se ruborizan y eso lo encuentro lindo en ella, se dirige hacia la puerta para quitarle el pestillo y abrirle paso a su mejor amiga quien al verme, su boca forma una perfecta letra "o" y sus ojos parecen platos de mesa.

-¡Esto debe ser una alucinación mía!- exclama entrando a la habitación- no me lo creo.

-Créelo que es cierto.- sonrío.

-Ya veo por qué yayo me dijo que viniera directo acá. Joder y yo pensando que algo malo le había sucedido a ale.- ríe.

-Uh, no, no me sucedió nada.- le dice ella.

-¿Y qué hicieron pillines?- cuestiona viéndonos a ambos con picardía.

Siento mis mejillas arder y suelto una sonora carcajada.

-¿Qué verga fabi?

-¿Qué? Es una sencilla y simple pregunta. Si no hicieron nada sucio, no se pongan raros.

-Es como preguntarte si ya cogiste con yayo- le digo- ¿apoco nos responderías eso?

-No- niega enseguida.

-Ahí tienes, porque eso no nos interesa pero a fin de cuentas sería algo obvio- me encojo de hombros- así que como dicen por ahí, calladita te ves más bonita.

-Dejémoslo como que calladita me veo mejor, eso de bonita no le parece a mi amiga.- hace un puchero.

-No debería, ella sabe que es lo más hermoso que han visto mis ojos.- volteo a verla y extiendo mi mano para que la tome, ella me fulmina con la mirada pero a fin de cuentas la toma y la jalo de nuevo hacia mí y darle muchos besos-. Y que además la quiero mucho.- agrego sonriente.

-Ustedes son un amor juntos, merecen hasta casarse.- dice fabi entusiasta aplaudiendo.

-¿Casarnos?- le miro perplejo.

-Dije que merecen, no que lo hagan. Duh.- pone los ojos en blanco dirigiéndose al sofá a tomar asiento-. Y si lo hicieran, sería hermoso, hacen una bonita pareja. Yo sólo digo.- se encoge de hombros.

-Deliras fabi- se ríe mi novia- no digas tonterías.

-Yayo y yo lo haremos- confiesa de golpe.

-¡¿Qué?!- exclamamos al unísono.

-Pero será de broma- aclaró y nosotros suspiramos aliviados- será en una kermés, ¿nos acompañan?- propone.

-¿Cuándo es?- pregunta.

-En un mes o algo así me dijo yayo.- responde.

-¿Y ya son novios?- enarco una ceja.

-Quedantes.- corrige.

-Pues se está tardando amiga- dice ale tomando asiento a un lado mío.

-No llevo prisa, me sirve mucho para conocerlo. El momento se dará por sí solo, no porque yo lo quiera.

Esas palabras me cayeron encima fríamente y de un tiro, todo lo que dijo es cierto, es algo preferible pero dependiendo de si la otra persona está de acuerdo. Yo lo que hice fue irme rápido, no fue casi nada de haber conocido a alejandra y terminé pidiéndole que fuese mi novia.

Y ya saben lo que dicen, si algo empieza rápido, termina de la misma manera. ¿Qué tal si eso pasa conmigo y ella?

No me gustaría perderla, ósea, sé que perdimos mucho tiempo de convivir y pasarla juntos pero sin embargo la quiero y mucho, puede que hasta llegue a amarla y no por el hecho de decirlo, si no porque de verdad lo voy a sentir ¿cómo se quiere o ama a alguien sin sentirlo? Putos insensibles.

Desde que la conocí y empecé a convivir con ella, me sentí cómodo y libre de ser el yo de siempre como toda mi vida lo he sido, sin nada que esconder, siempre siendo sincero y honesto o tal vez no del todo... tal vez diga unas cuantas mentiras pero estaré consciente que entre ellas habrá una verdad que terminará por salir a luz.

Aunque, lo que no es tan usual en mí es el explayar mis sentimientos públicamente, es algo que me reservo sólo para mí y esa persona, digo ¿a quién le importa ese hecho si a fin de cuentas saben que algún día no tan lejano acabará?; y si lo he llegado a hacer, que Dios me perdone al igual que los demás.

Básicamente porque, no quiero a gente metiche en mi vida amorosa, no falta quien te meta cizaña pero de esa cizaña cabrona que hasta te terminas emputando y mandas todo a la verga. Porque amigos míos hijos de la gran verga no más grande que parió a jux, una relación es de dos, no de tres o cuatro.

Todo lo mal o bien que la pasen ambos, ellos mismos sabrán de qué manera afrontarlo, no con ayuda de los demás. Se supone que siempre se llega a decir "juntos en esto" ¿no? Entonces es de dos, es algo entre ellos ¿o acaso lo dijeron estando con sus amigos? No.

No dejen que la gente metiche, envidiosa y cínica intervenga en su relación amorosa. No dejen que nadie rompa su tuna jugosa, dulce y madura que ustedes mismos crearon.

A huevo, el amor es una tuna.

Y las emociones como una guanábana.

Deberían de darme algún reconocimiento por el gran puto erudita que soy cabrones. Deberían.

Los chicos vinieron a verme, se habían entusiasmado por el hecho de que al fin había despertado del coma, llegamos a charlar y reír a carcajadas ¿de esto me había privado por haber estado en coma? No mamen. Hicimos planes para cuando me dieran de alta, optamos por ir a Six Flags a pasar una agradable tarde-noche.

Sería como un festejo porque estoy bien, vivo y sano. Y por supuesto que del parque, iríamos a tomar y ponernos hasta el culo, lo siento pero no puedo privarme de ello, la cerveza es el amor de mi vida, no puedo dejarla.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Dos días después, José fue dado de alta, regresó a casa para retomar su vida de siempre, en la cual o su novia iba a verlo o él a ella, aunque también pensaba en que debería de mudarse con ella pero algo lo impedía, quizá porque Fabiola vivía con ella, aunque yayo vivía enfrente ¿y si ella se mudaba con él?, es algo que debe hablarse seriamente y si yayo accede, qué mejor.

« Hagas lo que hagas y con ello me refiero a una decisión que no te haga caer en el error, sabes que yo siempre te apoyaré. » recordó aquello que su tía le dijo en la cena.

Él quería mucho a alejandra, demasiado, era como ese algo que en parte le hace tan bien en su vida, ese algo que le hacía tanta falta y no sabía por qué ¿era cosa del destino? ¿Es que acaso ella era para él por lo que restaba de su vida?

No lo sabía.

-¿Me quieres?- le cuestiona ella al acostarse en sus piernas para verlo.

-Sí, mucho.- responde él y le mira esbozando una sonrisa.

-¿Crees que esto dure para toda la vida?- muerde su labio inferior.

-No lo sé amor.- hace una mueca.

-Yo... yo... yo sí...- cubre su rostro con ambas manos para ocultar que éste mismo haya tomado un tono carmesí.

-Oh- exclama él entre risitas- no sé qué decir al respecto- rasca su cabeza- no tenemos mucho y... bueno, tampoco quiero ilusionarte demás... sólo... tú entiendes.- decirlo le costó algo de trabajo pero en parte él decía verdad, no quería ilusionarla demás ¿qué tal si no es para siempre? Nunca se sabe.

Ella descubre su rostro y esquiva la mirada de él a toda costa. Eso le había dolido.

-Entiendo José- suspira triste- sé a lo que quieres referirte, perdón.

-Amor, te quiero y lo sabes pero vayamos con más calma, dejemos que el tiempo nos sorprenda ¿sí?

-Yo también te quiero José- acaricia su mejilla- y sí, vayamos con calma, sin prisas.- sonríe de lado-. Estaremos juntos en esto.

-No pierdas la fe en mí, y cree en mí, por favor, verás como esto va para largo.- tras decirle eso, se agacha un poco y planta un sonoro beso en su mejilla-. Te quiero.

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