Scene forty five.

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Photos.

Ella le miró asombrada, no esperaba esa respuesta por parte del pelinegro, pensaba que quizá saldría con algo tan típico o mejor dicho: tan cliché pero no fue así, su boca formaba una perfecta letra "o", ¿es que acaso sus amoríos no le han durado como él lo ha de anhelar y desear? ¿Tan hijas de puta habían sido con él?

Seamos honestos, él es jodidamente un amor de un metro noventa, tan tierno, dulce, comprensivo, maduro y con un toque perspicaz junto a uno misterioso, divertido y amoroso, y no olvidemos también lo berrinchudo que puede ser, incluyendo presumido, claro, ¿cómo callar algo maravilloso que te haya podido suceder o que te hayan regalado? No señor, la gente debe saberlo.

Y no importa lo que digan los demás, mientras en tu vida no influyan sus comentarios ¿de qué quejarse?

-¿Queremos que esto dure? Hay que hacer que dure- le miró inexpresivo.

Ella no podía si quiera articular algo, es que seguía en estado de shock por lo que éste le había respondido referente a su interrogante de si lo suyo duraría y sabía que al decir algo, seria tan balbuceado y torpe que prefería callar y seguir escuchándole. El camarero que los atendió, les llevó su orden, todo recién salido y claro, bien servido, éste les dijo "provecho" y ellos agradecieron al unísono para que luego se retirase y dejarlos solos de nuevo.

-Por nosotros.- musitó él alzando su cerveza al aire para hacer brindis con ella.

-Por nosotros.- repitió ella y alzó su copa llena de aquel vodka que pidió.

-¡Salud!- dijeron al unísono y chocaron sus bebidas para enseguida darle un buen trago.

La comida se veía apetecible y de él desprendía un aroma tan exquisito que no se dudaba para nada darle el primer bocado. Mientras cenaban, decidieron hacer a un lado el tema de ellos, su noviazgo, no tenían medio año ¿y pensaban en un futuro? Basta, todo a su tiempo.

Deben dejarse sorprender.

Platicaron de lo bien que se la han estado pasando aquí en su primer día neoyorquino, y que esperaban siguiese así pues ese es el punto principal de este viaje, quizá puedan haber pequeñas discusiones, como en cualquier relación las hay pero nada del otro mundo, incluso que la incomodidad les posea pero en un rato se esfume, ya saben, pequeños detalles. También comentaban que lo más seguro es que todos estén hablando de ellos y de las "locuras" que están haciendo acá.

-Si supieran.- comentó alejandra entre risas.

-Nos estarían haciendo bulla y comentarios pendejos- dijo José- más el cabrón de strappy.- rió.

Al acabar la cena y sus bebidas, pidieron la cuenta, se irían de ahí para estar en el Times Square y poder contemplar lo más relevante que estuviese sucediendo, luego de la disputa del "yo invito, yo pago" hasta que al final ambos dieron la mitad, aunque a José muy en el fondo no le había parecido aquello pero ¿qué se le hacía? Lo hecho, hecho está.

[...]

-Mira amor, una cabina de fotos.- señaló alejandra a lo lejos.

-Vamos y de una vez te digo, yo voy a pagar.- le advirtió aquello último viéndola con los ojos entrecerrados.

-Está bien.- aceptó ella.

Entrelazaron sus manos y caminaron hasta la ya mencionada cabina que se podía observar cerca de Kodak, a lo que pudieron escuchar, estaría ahí temporalmente, con un periodo de dos a tres semanas para ver cómo lo tomaba la gente pero era lógico que todos estarían de acuerdo en que lo dejasen. ¿A quien no le gustan las fotos?

Llegaron, la fila constaba de cuatro personas y con ellos ya serían cinco, así que tuvieron que esperar su turno; José daba golpes en el suelo con la suela de sus supras y alejandra sólo hacía caras y gestos del aburrimiento hasta que llegó su tan esperado turno el cual había llegado después de diez minutos debido a que quienes hacían fila se les ocurrió a la mera hora ponerse indecisos. Ugh.

Entraron a la cabina y tomaron asiento, José introdujo tres dólares para de ahí empezar a elegir cuántas fotos se tomarían, si sólo una, tres, cuatro o hasta seis, y claro, se fueron por la última opción. Seis fotos. Cabe añadir que incluiría una palabra... así es, están en lo correcto: Trouble.

-Bésame.- pidieron juntos que les hizo gracia.

Él tomó su rostro entre sus manos y le plantó un sonoro beso en los labios que fue capturado en foto, la siguiente fue normal, él con su brazo izquierdo por los hombros de ella mientras que ella le toma de la cintura y entrelaza su mano izquierda con la de éste y sonríen, la tercer foto fue ella dandole un beso en la mejilla y él sonreía, la cuarta foto fue viceversa, la quinta foto fue así: ambos pusieron sus dedos índice y medio como en letra "v" brindándole espacio a sus bocas y poder sacar la lengua y así fuese capturado, en la sexta y última foto ambos salen haciendo caras raras. Fin de la mini sesión.

Esperan a que procesen y al final se revelen.

-¡No mames! ¡Están súper verga!- exclamó José gustoso al ver la tira de seis fotos de 4x6cm. Demasiado bien.

-Salimos muy guapos.- lo abraza.

-Lo sé- menea las cejas- así va a quedarse, nada de que tú tres y yo tres y tener que recortarlas, no, así se van a quedar.- dejó en claro al zafarse de su abrazo y salir de la cabina, ella le siguió.

-¿Y quien se las va a quedar?- cuestionó con el ceño fruncido.

-Los dos.- respondió pero ella no comprendió por qué lo decía-. Viviremos juntos ¿recuerdas?- se giró para verla esbozando una sonrisa.

Carajo, se le había olvidado ese detalle. Vivir juntos... sería igual que jux y su chiki chuky, pasando por altas y bajas sin importar qué pero cada uno poniendo de su parte lo terminarían por afrontar. ¿O acaso se arrepentía?

-Yayo está dispuesto a que fabi viva con él- añadió- recuerda que lo dijo en Six flags.

-Ehh... sí.

-¿Hay algún problema?- paró en seco y volteó a verla.

-No lo hay- suspiró- aunque, me siento extraña, digo, jamás he vivido con un hombre, más si es mi novio ¿me explico?- hizo una mueca.

-Ajá- asintió- lo entiendo, tú tienes miedo ¿verdad?

-¡¿Qué?! ¡Estás loco!- exclamó viéndole absorta- ¿miedo? ¿Miedo a qué?

-A que no funcione.- se apresuró a responderle-. Y aplicar un niégalo no es válido.

-Si queremos que dure, hay que hacer que dure ¿no?- sonrió de lado.

-Esa es mi chica.- besó sus labios.

-Te quiero José.

-Vaya, vaya, pero si es el gran pepe...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

¿Qué más quieren que suceda en la novela? Si no empezaré a hacer cuentas para hacerles saber cuanto falta para la recta final.

-JDTrouble.

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