Scene forty one.

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-Compré dos boletos para que mañana mismo por la mañana nos vayamos durante dos semanas a Nueva York, solos, tú y yo, nadie más.- repitió.

-Debes estar bromeando ¿cierto?- se rió ella pero él no, él seguía con seriedad en su expresión dándole a entender que no bromeaba y era verdad- ¿por qué ahora?- cuestiona poniéndose seria.

-Amor- suspira- escucha, lo hago por el hecho de lo que sucedió, cuatro meses estuve en coma que por ello no convivimos nada hasta aquella vez que desperté y me dieron de alta, es casi nada ¿sabes?- hace una mueca- planeé sin tu consentimiento este viaje para estar a solas, tú y yo, sin que nadie nos interrumpa. Además... después de esto, tengo que retomar mi trabajo en TRM LAB, terminar mi proyecto, incluso dar un tour con mi banda y otras más y va a ser difícil el vernos tan seguido, aparte de que por ello no falta el día en que ande estresado y malhumorado. ¿Sabes a lo que me quiero referir?- el hecho de hacerle saber aquello último no le agradaba del todo pues sabía que a ella eso le dolía pero no lo demostraba.

-Sí, sí sé a lo que quieres referirte José- hace una mueca- y está bien, es parte de ti y yo no puedo obligarte a que te alejes de ello, no soy nadie para hacerlo- su expresión ahora es seria- aunque es mejor el extrañarte por días, ya que llega ese día en el que vamos a vernos, siento emoción, felicidad.

-Eres mi novia- dice- ¿eso no te alegra?

-Claro... claro que me alegra y es lindo, me gustas, yo te gusto, tal cual vamos está bien y eso me agrada.- muerde su labio inferior.

-¿No crees que fui muy rápido?- enarca una ceja.

-¿Y que al final vaya a acabar de la misma manera?- él asiente- un poco pero, mientras todo vaya con calma, no hay por qué preocuparse de eso- sonríe.

-¿Me quieres?- curioseó.

-Muchísimo, te quiero muchísimo José.

-Yo te quiero más.- besa el dorso de su mano cual caballero al conocer a una bella dama.

-Empate.- dice ella.

-A veces...- suelta su mano y esquiva la mirada de ella a toda costa- a veces me pongo a pensar en mi futuro y...- ahí quedó, no dijo nada más.

-¿Y...?- enarca una ceja desconcertada.

-Nada.- vuelve a centrar su vista en ella.

-¿Nada? ¿Entonces a qué vino eso que acabas de decirme?

-Haz como que no dije nada, fin.- ordena.

-Eres tan...- se quedó pensando un rato para encontrar la palabra adecuada a su oración, quería decirle que "misterioso y extraño" pero a él quizá no le iba a agradar del todo, así que lo reprimió-... no sé.

-¿Raro? ¿Bipolar? ¿Extraño?- frunce el ceño.

-¿Te molesta que te lo diga?- cuestiona con temor, miedo a que en algún momento él pudiese explotar y le dijese hasta lo que no, aunque ¿ella se iba a dejar o se defendería? Vaya duda.

-Dime algo que no sepa- responde y vuelve a esquivar su mirada a toda costa para relajarse- algo que nadie me haya dicho.- finaliza.

-Es difícil.- toma su mano.

-Yo...

Y antes de que pudiese proseguir, el celular de ella sonó, había recibido un mensaje.

De: Fabi.
Para: Ale.
Asunto: ¿Dónde están?
Los hemos estado buscando y no los vemos ¿acaso ya se fueron?

De: Ale.
Para: Fabi.
Asunto: Frente a tus narices.
Date la vuelta, estamos a nada de ti, jajaja.

-¡Aquí!- gritó ella para que su mejor amiga voltease a verlos y siendo así levantó la mano para que los ubicase rápidamente.

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