Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)

Capítulo 10

—No puedo creer que haya terminado así —lloriqueé—. ¡Gin era inocente! Babi era una puta.

Me crucé de brazos enojada. ¿Por qué las películas españolas no podían tener un lindo y tierno final feliz? El actor estaba tan bueno, que verlo sufrir estrujaba mi corazón como una uva.

—La vida no tiene finales felices —dijo Harry y por un momento temí que hubiese leído mis pensamientos.

—Eres un tanto pesimista para ser tan tierno, risueño y carismático —opiné enumerando sus cualidades con los dedos y el rió.

— ¿Piensas que soy tierno? —peguntó coqueto. Sentí como el color se iba directamente hasta mis mejillas.

—Y tonto, entre otras cosas.

— ¡Mentirosa! ¡Estás sonrojada! —me apuntó con su dedo índice—. ¿Te gusto verdad?

Fruncí el seño sorprendida ¿cómo se atrevía?

— ¿Eres idiota o qué? Por supuesto que no.

—Ok, ok. Lo siento —dijo un tanto asustado y yo me reí. Seguramente él tenía miedo de que yo pudiese golpearlo otra vez.

—Tal vez yo te gusto —insinué arqueando una ceja. No lo quise decir de verdad, solo quería ponerlo incómodo.

—En tus sueños, Peters.

Reí otra vez y le lancé un cojín, tomándolo por sorpresa.

—Vas a lamentar eso.

Se abalanzó sobre mí, dejándome recostada en el sillón y comenzó a hacerme cosquillas en los costados. Yo reí sin control y sentí que si seguía haciendo eso me haría en los pantalones.

—Pa... Para... Por fa... vor —traté de hablar entre risas, pero era imposible. Lágrimas caían de mis ojos y no podía respirar bien.

— ¿Te arrepientes? -me preguntó Harry, aún jugueteando con sus dedos en mis costillas.

— ¡Si, si! —grité como pude para que la tortura se detuviese.

Harry paró, y ambos respirábamos pesadamente. A mi parecer estábamos demasiado cerca y él se acercaba cada vez más.

Sentí la puerta abrirse y vi a Liam aparecer detrás de ella. Su semblante se ensombreció al verme a Harry y a mí en esa posición tan comprometedora. Empujé a Harry lejos de mí provocando que cayera al suelo. No quería tener problemas con Liam y menos por su culpa.

Harry se quejó desde el suelo y yo me levanté para ayudarlo a ponerse de pie.

—Pensé que iban a tomarse fotos —Liam habló duramente.

—Eso vamos a hacer ahora —respondí—. ¿Qué haces aquí de todas maneras? —pregunté tratando de no sonar muy decepcionada por su interrupción. Harry no me gustaba de esa manera y lo que le había prometido a Liam aún seguía en pie ¡pero Dios! El era un manjar y yo no era de piedra.

—Venía a avisarte que mañana tenemos algo que hacer —respondió.

— ¿Qué cosa?

—No voy a decírtelo estando él aquí —señaló a Harry con el mentón y este solo rodó los ojos ante el malintencionado comentario.

—Está bien —respondí—. Entonces será mejor que me lo digas después, estamos un poco ocupados.

—Ya veo. Será mejor que me vaya.

— ¿Por qué ustedes se odian tanto? —le pregunté al rizado cuando Liam atravesó la puerta de la habitación.

—Tuvimos unas pequeñas diferencias cuando éramos más jóvenes. Solo fue una tontería.