— ¿A donde quieres ir? —me preguntó Harry curioso. Lo había llamado esa mañana con el objetivo de que me acompañara a un lugar, pero el no tenía idea de donde yo quería llevarlo.
—Ya te lo dije —reí—, a un lugar muy especial.
— ¿Por qué no iremos en mi motocicleta? Pensé que si querías ir conmigo era porque no querías que nadie te viera —dijo sentido y yo sonreí ante su puchero de niño pequeño. Era muy tierno.
—No seas idiota —solo rodé los ojos. No tenia intenciones de aclararle que no solo lo necesitaba cuando tenia cólicos o quería pasar desapercibida en un lugar.
Iríamos al hospital a ver a Cath, que seguía en su lucha con el cáncer. A su corta edad ya era toda una luchadora y yo sentía que Harry también lo era, por lo que quería que se conocieran. Ademas, Harry era tan gracioso y risueño que le caería muy bien a Cath, que siempre se lamentaba no poder salir del hospital a hacer nuevos amigos.
— ¿Donde iremos? —preguntó otra vez y ya estaba empezando a molestarme.
—Deja de fastidiarme o te dejaré aquí, en serio.
—Ok —dijo poniendo sus manos delante de el, haciéndome un ademan para que me calmara—. Pensé que ya habías dejado de menstruar —mencionó y yo me volví loca.
— ¡Los hombres son tan idiotas! —grité y lo golpeé en el brazo fuerte.
— ¡Ouch! —se quejó el y comenzó a reírse tan fuerte que me contagió, y de un momento a otro, mi enojo se disipó completamente. Eso era lo que me pasaba con Harry, podía estar completamente enojada con el y de un segundo a otro, me miraba con esos ojos verdes de cachorro y ese puchero que me hacia tener una sobrecarga de ternura, y ya no lo estaba.
—Eres idiota —no podía parar de reír y mi estomago dolía un poco, hasta que me di cuenta que hacia años yo no reía de esa manera, y en los últimos meses había reído de esa manera varias veces y todo gracias a Harry.
— ¿Que sucede? —me preguntó cuando notó mi repentino cambio de humor.
—No es nada —lo pensé un momento—. Solo me alegro de que estés aquí —dije con sinceridad.
—También me alegro de estar aquí Madison —dijo y se acercó a mi lentamente. A esas alturas yo sabia muy bien que nuestra relación estaba avanzando, pero no lo suficientemente rápido como a mi me gustaría, por lo que no tenia ninguna intención de alejarme. Necesitaba saber que alguien me quería, que alguien me necesitaba.
Harry dio unos cuantos pasos mas y se detuvo muy cerca de mi. —Estás muy linda hoy —dijo por lo bajo, yo reí nerviosa, y su mano corrió el cabello que estorbaba en mi cara y lo colocó detrás de mi oreja. Sentí su tacto en mi mejilla y cerré los ojos ante su suave y delicado toque.
Cuando sentí que al fin se acercaba a mi rostro, mi celular sonó estruendosamente sobre la mesa de centro y Harry me lo tendió, no sin antes hechar un vistazo a quien había interrumpido nuestro momento, rodó los ojos y comprobé que Liam era quien llamaba. Ahora entendía su enojo.
—Liam —contesté.
—El chofer llamó, la limo está en el subterráneo —dijo—. ¿Estas segura de que no quieres que te acompañe al hospital?
— ¡No! No es necesario, Liam —contesté rápidamente. Lo ultimo que quería era que Liam se entrometiera de nuevo entre Harry y yo y que se estuvieran peleando a cada momento en el hospital.
—Está bien, solo espero que te comportes, Madison. No me gustaría ver luego un escándalo por las noticias.
Rodé los ojos ante la desconfianza de mi manager. —No te preocupes Liam, se cuidarme sola, por si se te olvidó aquella noche —dije con la intención de que recordara la fatídica noche en la que me había dejado a mi suerte, donde Harry tuvo que rescatarme.
No oí mas que silencio en la otra linea y supe que había logrado mi objetivo: que Liam se sintiera mal. Ultimamente ocupaba mucho esa excusa y me extrañaba que el siguiera cayendo en mi juego, ya que, si había algo que Liam hacia muy bien, era saber cuando yo estaba manipulando a alguien. Me extraña que no me hubiera descubierto, o si lo había hecho, por que aun no me encaraba. —Solo cuídate —dijo para después cortar el teléfono.
Odié a Liam por interrumpir mi momento con Harry. Tenia que reconocer que deseaba que el me tocara. A veces, sola en mi cuarto de hotel, me ponía a pensar como se sentiría: sus labios, sus besos, la suavidad de su cabello bajo mis manos. Era algo que me tenia sumamente confundida, porque aunque estaba segura de que el rizado me gustaba, me negaba a dejar ir a Liam, y no sabia por qué.
— ¿Estás lista? —me dijo Harry sacándome de mis pensamientos.
—Si, solo tengo que poner a Bugs en su jaula —le dije, y coloqué al conejo en una tierna y cómoda jaulita que había comprado por internet para transportar a Bugs, y aunque nunca lo sacaba a ningún lugar, había sido una buena compra, ya que a el también lo llevaría a conocer a Cath. El cáncer de Cath, parecía no querer ceder y su pequeño cuerpo no lo estaba llevando muy bien, por lo que yo la visitaba una o dos veces a la semana. Era una niña encantadora y muy alegre a pesar de su situación. Nos habíamos transformado en muy buenas amigas y aunque sabia que su vida terminaría muy pronto, me negaba a dejarla ir. Ella era la única que me entendía y que jamas me criticaba.
—En el subterráneo está la limo —dije a Harry en cuanto terminé de empacar a Bugs y bajamos, olvidando lo cerca que habíamos estado minutos atrás. Y me pregunté que habría pasado de no ser por Liam...
(...)
— ¿Como está mi fan numero uno? —pregunté a Cath y ella se abalanzó sobre mi con la poca fuerza que le quedaban a sus delgados bracitos.
— ¡Bien! Mi mami preguntó al doctor y el dice que me podré ir a casa muy pronto. ¿Me irás a ver aunque ya no esté en el hospital verdad?
— ¡Claro! Como crees que me olvidaría de ti —le respondí con sinceridad—. Mira, quiero presentarte a alguien —le dije emocionada y le di la señal a Harry para que pasara con Bugs en sus brazos como lo habíamos planeado unos minutos atrás.
—El es Harry y el —dije señalando al conejo—, es mi mejor amigo Bugs.
— ¡Es de lo mas mono! —Cath exclamó y Harry le tendió a Bugs para que ella pudiera acariciarlo y el se dejó, normalmente no se dejaba tocar por extraños. Su pequeño corazón comenzaba a latir muy rápidamente y trataba de huir, pero esta vez no había intentado nada, era como si comprendiera que la pequeña niña no pretendía hacerle daño.
— ¿El es Harry tu novio? —preguntó Cath y mi cara se puso automáticamente roja como un tomate. Yo le había mencionado a ella que Harry me atraía pero que a el parecía que yo no, ya que nunca daba el siguiente paso. Sabia que era lo que la pequeña niña trataba de hacer: que Harry se diera cuenta de que a mi me gustaba, lo que implicaba avergonzarme frente a el.
—No, no, no, Cath —me apresuré a decir. Era lindo que tratara de ayudarme pero no había necesidad de que fuera una bocazas—. Harry es mi amigo.
— ¿Pero de los amigos que se gustan verdad? —siguió preguntando.
—Cath... —advertí.
—Si, Cath —escuché a Harry detrás de mi—, de los amigos que se gustan...
***
Holaaaa, capitulo cortito pero espero que les guste. Tenía la idea de hacer una maratón o algo así, pero acaban de comenzar mis exámenes y se me hace imposible): peeeeeero, quedan como siete u ocho capítulos para que termine Paparazzi, tengo un final re wendi (o por lo menos así se ve en mi cabeza jajaja) así que espero que me vaya bien con los exámenes para poder escribir hartooooo! y después de Paparazzi subiré mi otra historia que era para este año y que jamas suba #sorry #lasamo
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Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)
FanfictionPara muchos, la privacidad puede ser una de las cosas más habituales en la vida... pero si eres la mundialmente famosa cantante pop Maddison Peters, la tan corriente privacidad se vuelve un privilegio. Acosada por fans e innumerables paparazzis que...