— ¿Estarás siempre ahí vigilándome? —le pregunté a Liam que no me quitaba el ojo de encima mientras comía mi almuerzo. Había estado durante días asechandome para supervisar que yo consumiera mis comidas diarias, lo cual no era necesario ya que había aprendido mi lección, y no de la buena manera.
—Por el resto de tu vida si es necesario —dijo y yo me estremecí. Liam parecía no saber el efecto que sus palabras aún tenían en mi.
—Puedes irte, se nota que no quieres estar aquí —espeté enojada.
— ¿Aún no entiendes cierto? —rió y sin humor.
— ¿Entender qué? —rodé los ojos.
—Que el día en que fui a buscarte al escenario y me avisaron que estabas en una ambulancia casi muero de miedo, Madison.
— ¿No te iban a pagar tu último sueldo si me moría? —me burlé de él.
—Olvidalo —enojado murmuró —. Se me olvida que sólo te comportas como una jodida niña pequeña.
—Entonces podrías dejar de tratarme como a una —repliqué enojada.
— ¿Terminaste? —preguntó ignorandome y sin que yo alcanzara a responder, se levantó —. Iré a arreglar otro ensayo, trata de no meterte en problemas hasta que vuelva.
Bufé y el salió por la puerta. Terminé de comer el pollo con arroz que Liam había traído para mi y dejé el plato en la cocina. Cepillé mis dientes y decidí encender un rato la televisión, quería saber que decían los medios acerca de mi, porque estaba segura que aún estaba siendo presa de sus constantes burlas por mi desmayo de la semana anterior.
Pasé unos cuantos canales y decidí poner el siempre que hablaba peor de mi. Quería que no me importara las pestes y las —no tan— mentiras que decían sobre mi.
Navegué con mi celular con la televisión de fondo por unos minutos, pero en cuanto alcé la vista y vi el rostro de Emma en la pantalla, me apresuré a darle volumen con el control remoto.—Yo sólo quería ayudarla —dijo Emma con la voz cortada—, pero se volvió loca en cuanto le dije que no podía seguir con sus vicios. Me golpeó y me arañó la cara.
La pantalla se dividió y a un lado, imágenes de Emma con la cara rasguñada completamente hinchada aparecieron mientras en el cuadro del lado, ella simulaba llorar. Me sorprendí de la brutalidad con la que yo misma la había golpeado, pero definitivamente no me arrepentía de nada. Emma se lo tenía más que merecido, aunque el nudo que se hizo en mi garganta no se disolvía con aquellas excusas.
Ella estaba hundiéndome, obteniendo su venganza.Quise llamar a Liam, pero no lograba imaginarlo a mi lado dándome apoyo, así que en vez de marcar su número, marqué el de Harry.
— ¿Madison? —habló Harry. Mis dedos temblaban y cuando intenté responder sentí que si hablaba mi voz se cortaría.
— ¿Podrías venir a mi departamento, por favor? —rogué, con las lágrimas picando tras mis ojos. No pensé en las consecuencias que podría traer llamar a Harry por iniciativa propia, pero en ese minuto, no me importó.
—Voy en un minuto —respondió y cortó.
Me dejé caer en el sillón tratando de regular mi respiración. La televisión sonaba tras de mí y las palabras de Emma hacían eco en mis oídos.
¿Cómo podía ser que mi mejor amiga por años estuviese haciéndome algo como eso? Habíamos pasado momentos increíbles e inolvidables una al lado de la otra, ella me había hecho sobrellevar la pérdida de mi familia y yo la pérdida de la suya.
Los padres de Emma junto a sus dos hermanas habían muerto en un accidente automovilístico meses después de que ella se convirtiera en mi mánager. No tenía abuelos, tíos o primos que la recibieran y yo fui quien la ayudó cuando más lo necesitaba.
No entendía por qué se empeñaba en destruir mi vida de esa manera cuando ambas estábamos en la misma situación: solas en la vida.
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Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)
FanfictionPara muchos, la privacidad puede ser una de las cosas más habituales en la vida... pero si eres la mundialmente famosa cantante pop Maddison Peters, la tan corriente privacidad se vuelve un privilegio. Acosada por fans e innumerables paparazzis que...