Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)

Capítulo 41

Solo tres horas habían pasado desde mi llegada del aeropuerto y cuando deje de temblar y de querer vomitar todo mi desayuno, me di cuenta de estaba siendo una paranoica. Que los paparazzi me hubiesen encontrado era una posibilidad tan remota, que incluso me reí de mi estupidez. No habían pasado si quiera tres días desde que regresé a casa y Liam se encargó de decirle a todos los medios de que me encontraba con una gripe que no me permitía salir a cumplir con mis deberes previos.

Era imposible que supieran que yo volví a mi hogar y que dejé la música para siempre.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo entero al darme cuenta de que mi único sueño y el de toda la vida ya se había acabado y que ya no tenia ningún otro propósito que darle a mi vida.

En tres años, nuca disfruté un rato para mi sin preocuparme de lo que estaría por venir: sesiones de fotos, entrevistas, presentaciones o incluso huir de los paparazzi que me asechaban tiempo completo.

En las horas siguientes lo único que pude hacer era pensar en que haría ahora con mi tiempo libre. Volver a cantar no era una opción plausible en ese momento, no quería tener nada que ver con la fama por un largo tiempo en mi vida. La forma en que distorsionaban todo y lo volvían algo en su beneficio, la forma en que jugaban con la vida de los demás... era horrible. Cumplir mi sueño tuvo un costo tan grande, que no quería volver a pagarlo.

Pensé que tal vez podría estudiar luego de que todo se calmara. ¿Pero que? No quería estudiar medicina, leyes o literatura como todos los chicos del instituto cuando era mas joven, yo solo quería cantar y componer hasta que me volviera tan anciana que no pudiera sostener una guitarra.

Dejé de darle vueltas a eso en mi cabeza, porque sabia que no podría volver a cantar y ganarme la vida en ello, todo estaba arruinado para mi, incluida mi relación con mi familia.

Y mis amigos...

Recordé que antes de irme, nunca me aburría en casa cuando mis padres no estaban, Eva, Lucy, Nick y Rich siempre venían por mi y salíamos a hacer cualquier estupidez por la ciudad, hasta que me fui y nunca mas volví a saber de ellos o a tener noticias suyas.

Siempre habíamos querido ser parte de los chicos populares del instituto y aunque siempre nos reíamos de ellos por lo idiotas y superficiales que eran, nos moríamos por saber que los hacia ser tan especiales; queríamos que todo el mundo supiera nuestro nombre y nos envidiaran tanto como a ellos.

Y cuando comencé a cantar a escondidas de mis padres, todo el instituto hablaba sobre mi... incluso los populares.

Me invitaron a almorzar con ellos, a dar paseos en sus autos y a sus fiestas. Y no pude evitar dejar a mis viejos amigos atrás para que aquellos chicos me aceptaran y me incluyeran en su tan exclusivo circulo de amistad.

Nunca fue amistad lo que tuvimos, ni siquiera era un poco parecido a lo que teníamos mis viejos amigos y yo, pero yo misma había decidido cambiar a mis mejores amigos de toda la vida, por unos chicos idiotas que no sabían ni donde estaban parados.

Me pregunté si Eva —mi mejor amiga— había logrado entrar a la universidad y estudiar medicina; si Nick estaría trabajando en la empresa de su padre como lo había deseado toda su vida, si Lucy habría logrado seducir a un millonario muy guapo y estaría viajando por el mundo con el y si Rich había logrado conformar esa banda que tanto quería.

Y si había encontrado una vocalista que me reemplazara...

Una lagrima se desplazó lenta y silenciosa por mi mejilla. No solo abandoné a mi familia sino también a mis amigos de toda la vida. Había cometido tantos errores en mi adolescencia que hubiera deseados tener una maquina del tiempo para volver al pasado y abofetearme a mi misma por ello, pero no podía regresar el tiempo atrás y solo quedaba hacerme responsable por mis malditas malas decisiones que estaba segura me atormentarían de por vida. Tal vez algún día todo volvería a ser como antes y esto solo seria un mal recuerdo.