Capítulo 36

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Desperté gracias a un rayo de luz que se filtraba a través de la cortina de la habitación de Harry. Abrí los ojos y sonreí al darme cuenta de que me encontraba enredada entre los brazos y piernas de mi novio. Los recuerdos de la noche anterior pasaron fugazmente por mi mente y sonreí aún más. Había hecho el amor con el chico que me traía loca y mientras recordaba lo atento y cariñoso que había sido conmigo, menos me arrepentía de haber dado el siguiente paso.

Me desenredé con cuidado de su lado y me levanté. Tomé la camisa de Harry, que había sido olvidada totalmente en el piso de la habitación y me la puse. Abroché los botones mientras lo observaba dormir plácidamente.

Me dirigí al baño, hice mis necesidades y me lavé las manos y el rostro.

Vi mi reflejo en el espejo del baño. Mi cabello estaba despeinado y podía divisar unas marcas moradas a lo largo de mi cuello. A pesar de mi desaliñada apariencia, pareció como si algo de mi hubiera cambiado, pero no sabía que. Tal vez era que no había tenido sexo en años, pero quise atribuirle esa gran felicidad al amor.

Salí del cuarto de baño y me dispuse a despertar a Harry. Quería decirle cuanto lo quería y lo bien que lo había pasado la noche anterior, pero en vez de eso, divisé su asquerosa mochila en la esquina del cuarto. Caminé hacia ella y la abrí para buscar su cámara.

La tomé y con lo poco que sabia al respecto, la encendí con un poco de dificultad. Me subí a la cama, con una pierna a cada lado del cuerpo de Harry y traté de enfocar lo mejor que pude su torso desnudo y sus rulos despeinados por el sexo.

Tomé la primera fotografía y luego la segunda. La tercera fue un fallido intento con el zoom, que por supuesto yo no tenía idea de como utilizar. Para la cuarta fotografía, me senté sobre la cintura de Harry, tratando de despertarlo. Puse mi mano sobre su pecho para que apareciera en la fotografía. Sabía que serían pésimas, pero serían un lindo recuerdo.

—Hey... —le saludé cuando abrió los ojos y empezó a bostezar.

— ¿Que estas haciendo? —me preguntó mientras se tallaba los ojos.

—Tomándote fotos —le respondí—. ¿Donde las veo?

—Dame la cámara, Madison.

—No voy a romperla —respondí y salté lejos de él.

—Por favor, dámela —pidió un tanto afligido.

— ¿Como veo las fotos? —pedí apretando varios botones—. Olvídalo ya las encontré.

Revisé una a una las fotografías que había tomado y no estaban tan mal para mi gusto. Lucía demasiado tranquilo y hermoso, y así era tal cual como quería recordarlo. Seguí pasando las fotos apresuradamente mientras Harry se vestía para luego quitarme la cámara, mientras yo me reía de su tonta preocupación, obviamente yo no iba a romperla.

Seguí pasando las fotos y cuando las de Harry terminaron, vi fotografías mías. Mi corazón dio un vuelco y mi garganta se hizo un nudo. Eran fotografías de la navidad. Estaban tomadas desde lejos y se veía como bailaba animadamente con Louis. Yo reconocía esas fotos: eran las que habían salido en el periódico el día después. Seguí pasando las fotos, habían del hospital, del aeropuerto, de los ensayos... hasta que Harry arrebató la cámara de mis manos.

— ¿Que son esas fotos? —pregunté, tratando de negar lo evidente.

—Madison, yo...

No lo dejé terminar. Caminé hasta su mochila y la vacié sobre la cama. Habían dos sobres.

—Déjame explicártelo, por favor...

Hice caso omiso a sus palabras y abrí un sobre: mi corazón se alivió un poco al ver que solo habían unos billetes, pero al revisar el segundo, mis manos comenzaron a temblar y el aire a faltarle a mis pulmones.

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora