Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)

Epílogo (REAL)

Luego de su reencuentro, Madison y Harry se fueron a vivir a Londres, en una hermosa casa que ella rentó a las afueras de la ciudad, junto a la madre de Harry, ella pudo seguir su tratamiento contra el cáncer en el hospital que Madison financiaba y estar junto a su hijo, que era lo que mas añoraba.

Madison continuó con su música, lo que más le gustaba hacer en la vida. Pese a todos los rumores y habladurías que comenzaron cuando decidió dejar todo atrás e irse a América, logró explicar todo lo ocurrido a su fans y sacó su segundo disco que fue un éxito gracias a su nuevo compositor Niall y a la ayuda de Liam. Su nuevo álbum se posicionó en los primeros lugares de los charts del mundo y su colaboración con Gina Sims, rompió récords como la canción con más reproducciones en un día y estuvo en primer lugar de las listas por once semanas, la que antes había sido su peor enemiga, ahora era una de sus más grandes aliadas.

Liam siguió representándola cuando ella decidió volver a la música y respetó que no quisiera sobreexponerse, le organizó tours cortos y pocas fechas para que siempre pudiera volver a casa con Harry rápidamente. Madison temió que Liam no pudiera olvidarla e incluso pensó en no volver a trabajar con el, pero después de todo, Liam era su amigo y él era un profesional,  un excelente manager y cuando anunció que se casaría con su novia, su relación con Harry mejoró muchísimo. Ambos seguían rehacios a ser amigos de nuevo, después de todo lo que habían pasado, pero a veces Madison los encontraba recordando juntos anecdótas de la banda y riendo de chistes que solo ellos entendían. Eso llenaba su corazón.

Hasta para Louis las cosas mejoraron.  Dejó de ser paparazzi y comenzó a trabajar junto al tío de Harry, el dueño del restaurante, que ya estaba muy mayor para manejar el gran lugar por si solo. Se hizo muy bueno con las finanzas y la juventud y vitalidad que entregaba, hicieron prosperar mucho más el negocio.

Harry también había dejado de ser un paparazzi —aunque seguía sacándole fotos a Madison sin su permiso— y consiguió un trabajo de fotógrafo en una pequeña revista que recién comenzaba. Al principio no le pagaban lo suficiente y se sentía mal con Madison por no poder ser un aporte a su nueva vida, pero a medida que el tiempo fue pasando y la revista fue haciéndose más conocida le fue mejor de lo que él esperaba, consiguió un buen puesto, flexible con los horarios por lo que le permitía acompañar a su madre a sus terapias.

Por un tiempo ella parecía estar lográndolo, pero luego, su cuerpo ya no lo soportó más. Un día estaba bien... y al otro ya no.

Fue un golpe durísimo para Harry, pasó meses bajo una nube negra que no parecía querer ceder,  pero Madison estuvo con él en todo momento y fue un pilar fundamental para que él pudiera salir adelante, fue un proceso largo y duro, pero él lo logró, con ayuda de todas las personas que lo querían. A Harry le parecía absurdo... estuvo tanto tiempo aguardando porque ese momento llegara, que cuando sucedió, todo le parecía irreal. Pero le consolaba que al fin su madre podía estar en paz, lejos de la quimioterapia, las inyecciones y el dolor, ella no merecía morir, pero tampoco merecía sufrir.

Madison se sorprendió mucho cuando Harry le dijo que ya estaba listo para acompañarla a regresar a Estados Unidos. Ellos jamás habían acordado nada parecido a que cuando muriera la madre de Harry él volvería con Madison al otro continente y ella no entendió al principio. Sabía que Harry aún estaba sufriendo por la pérdida de su madre, no tenía sentido que él pensara en ella en momentos como ese.

—No tenemos que irnos, Harry.

— ¿No quieres estar con tus padres? ¿Con tu hermano? —Harry le preguntó.

—Claro que sí, pero no se si es el momento adecuado —ella agachó la mirada. Aún seguía teniendo una relación complicada con sus padres, pero extrañaba con locura a su hermano Caleb, a sus amigos y a su nuevo ahijado que estaba a punto de cumplir dos años, era una hermosura de bebé.