Capítulo 11

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Navidad se acercaba y así también mi concierto más próximo, después de todo esa era la razón de mi estadía en Londres. Con Emma, habíamos decidido llegar unas cuantas semanas antes para poder recorrer la ciudad, hacer un par de entrevistas e ir de fiesta, estábamos decididas a que yo encontrara un par de buenos amigos además de ella y mi estilista. Pero después del incidente del primer día como una "persona normal", mi tiempo de relajo se había convertido en un verdadero y largo infierno.

Mi corazón se estrujó al pensar que pasaría el día que antes esperaba durante todo el año, haciendo un show a beneficio y no compartiendo con toda mi parentela. Navidad era el día más maravilloso de todo el año, siempre mi familia completa se juntaba: abuelos, tíos, primos cercanos y lejanos. Me recriminé una vez más por haber alejado a tantas personas buenas en mi vida por un simple y vacío contrato.
Al menos sobre el escenario podría olvidar por un momento lo sola que estaba.

—¿Me estás escuchando? —Liam me sacó abruptamente de mis pensamientos.

—No —respondí sincera—, lo siento ¿qué me decías?

—Que mañana comienzan los ensayos para el concierto de navidad —repitió—. ¿Qué te sucede? Te noto triste.

Se levantó del sillón donde estaba sentado y caminó hacia mi para sentarse a mi lado.

—Solo lo mismo de cada año —traté de sonreír pero fallé en el intento. Casi pude imaginar mi patético gesto. Que vergüenza. 

— ¿Es por tu familia? —inquirió y yo asentí. Me tomó por sorpresa cuando su mano se acopló a la mía tranquilamente—. Sé que yo no soy nadie para juzgarte Madison, pero ¿por qué lo hiciste?

¿Por qué lo hice? 

—Porque era idiota —reí amargamente—, mis papás querían que estudiara algo que no me hacía feliz completamente, pensé que me odiaban y que no me entendían así que escapé—mi garganta se cerró—. Suena más estúpido cada vez que lo digo.

—En realidad sí —Liam apretó aún más mi mano y sinceramente, sus palabras me parecían inconsecuentes ante el cálido toque que me otorgaba. Esa sensación me abrumaba. No me había sentido tan cómoda con alguien en años y experimentarla era casi lioso.

—Ahora me arrepiento—dejé que una lágrima cayera por mi mejilla—. A veces quiero que llegue el día en que esto termine para poder volver, pero no sé si ellos me van a querer devuelta —confesé.

Hablar con Liam estaba lejos de ser incómodo, pero me molestaba ser tan débil. Con una sola mención del tema yo ya estaba "vomitando" todo lo que sentía.

—Es tu familia, tienen que quererte. 

—Yo no me querría —aseguré—, fui tan estúpida. Mírame ahora.

Me sorprendí al notar que no estaba llorando a mares como siempre lo hacía cuando hablaba de mi familia. Tal vez, ya no me quedaba nada por lo que llorar porque después de todo, yo no tenía absolutamente nada; ni familia, ni amigos, ni nada...

—Veo que eres una mujer talentosa e independiente y que indudablemente está en la cima del éxito.

Sonreí ante sus palabras. —El éxito es efímero, Liam.

Me dio una mirada triste y solo se acercó a mi y me abrazó. Su perfume varonil inundó mis fosas nasales y como siempre que estaba con él, me sentí tibia y a salvo.

—No quiero que estés triste, puedes venir conmigo después del show. Mi familia vendrá de Wolverhampton y les encantaría tener una invitada.

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora