Al llegar a la discoteca había una fila enorme, no la hicimos gracias a que mi amiga Regina conoce al dueño y el nos pasó.
Al entrar nos llevaron a la zona VIP, pedimos una bebida cada una y después el mesero se fué.
Al pasar la noche vi como unos tipos entraban al bar, ellos hablaban con mis amigas y yo sólo seguia sentada tomando mi margarita.
Hasta que lo vi, un tipo alto, cabello cafe un poco lacio, sus labios perfectos y sus ojos cafe, yo sabía perfectamente quien era, mi hermana más grande siempre hablaba de el, Hugo Cortés, el tipo que más gordo me caía.
-Hola lizeth, un pajarito me dijo que hoy era tu cumpleaños.- yo lo volteé a ver y asentí con la cabeza y después me voltié.- bueno feliz cumpleaños, que te parece que para festejar pedimos unas botellas.- yo sólo levanté los hombros restandole importancia.
Eran las dos de la mañana y estaba que no aguantaba mi estómago que de tanto tomar me dolía horrible, Hugo pidió unas botellas y adivinen quien se toma más de la mitad de una botella, obvio yo!!!
A las cuatro de la mañana, mis amigas se querían ir, pero como toda borracha, es ley que quieres seguir la fiesta y así fue como la seguí, pero con mi peor enemigo.
